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Finanzas

La deuda interna y externa de México estará ‘blindada’ contra choques externos en 2022

22-12-2021, 10:49:48 AM Por:
© Especial

El portafolio de deuda del Gobierno Federal tendrá una estructura resiliente a choques externos, al tiempo que el costo financiero se mantendrá en un nivel bajo y sostenible.

Si algo se debe reconocer de la actual administración es que ha hecho bien la tarea en el manejo de la deuda y las finanzas públicas.

Lo anterior, sin evitar decir que las bases que se sentaron durante lustros, o quizás décadas pasadas, son las mismas que se han utilizado en estos tres años recientes para el manejo serio y responsable de las finanzas y deuda pública.

Es decir, se sigue la misma línea de otras épocas. Todo indica que en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se ha dejado que los técnicos sean quienes realicen esta labor, fundamental para la viabilidad financiera y económica del país.

Nada de qué preocuparse, hasta ahora, para 2022 en materia de deuda pública

El año entrante, la situación de las finanzas nacionales por el lado de la deuda pública no debería ser un problema, de acuerdo con la información que ha publicado la SHCP en su Plan Anual de Financiamiento 2022.

De acuerdo con dicho reporte, el portafolio de deuda del Gobierno Federal tendrá una estructura resiliente a choques externos, al tiempo que el costo financiero se mantendrá en un nivel bajo y sostenible.

Las estimaciones de la dependencia que maneja las finanzas nacionales señalan que para 2022 dicho costo financiero podría incrementarse un máximo de 0.1 por ciento del PIB, en relación con su valor esperado.

Asimismo, el calendario de amortizaciones de deuda externa no sólo para 2022 sino al menos para los siguientes años hasta 2026, se encuentran en niveles bajos y distribuidos entre deuda de mercado y deuda con Organismos Financieros Internacionales (OFIs).

Perfil de deuda estable y concentrado en débito interno

La SHCP señala en el reporte publicado que el perfil de vencimientos de la deuda interna se mantiene estable; para el año siguiente las amortizaciones rondan los 808 mil millones de pesos.

¿Dicho monto es mucho o poco? Más que verlo en términos de monto, es importante identificar en qué tipo de débito se concentra dicho endeudamiento, para saber a qué variables está sujeto el pago de la deuda, independientemente del monto que sea.

La información de la SHCP señala que, para el cierre de este año, la deuda interna bruta representará el 31.4% del PIB, equivalente al 77.6% del saldo de la deuda bruta total, mientras que la deuda externa representará el 9.1% del PIB, equivalente al 22.4% del saldo de la deuda bruta.

Igualmente, para el periodo de 2022 a 2026, se espera que el porcentaje de la deuda interna como proporción del total esté en un rango de 77% a 83%.

En otras palabras, más de las tres cuartas partes de la deuda del país estará denominada en pesos, o deuda interna, según la SHCP.

Esto representa una gran ventaja sin lugar a dudas, porque quiere decir que un amplio porcentaje del endeudamiento nacional es sumamente manejable al estar denominado en nuestra moneda, por lo que la SHCP puede diseñar diversas estrategias que van desde recolocaciones de deuda hasta operaciones de swaps para ampliar su plazo de vencimiento (mismas que ya hizo en esta administración), y varias más.

Es decir, las autoridades hacendarias tienen, al menos en teoría, el control de la deuda del país.

Deuda externa, preponderantemente en dólares

Históricamente los gobiernos de México se han endeudado en dólares. Las causas parecen obvias, pero el dato es relevante porque dicho factor, el endeudamiento en dólares ha provocado estragos en las finanzas nacionales en otras épocas.

Ojalá no sea el caso, sobre todo porque se espera que los meses siguientes el dólar registre importantes apreciaciones por el incremento de tasas de parte de la Fed.

Se estima que, al cierre del 2021, el 68.5% de la deuda externa bruta del Gobierno Federal esté denominada en dólares y 21.6% en euros.

Tasas fijas, un gran alivio

Otra se las tareas en las que se han hecho las cosas atinadamente estos años consiste en aprovechar los bajos niveles actuales de las tasas de interés, de hecho, históricamente bajos en el mundo.

Así, la mayor parte de la deuda del Gobierno Federal, interna y externa, se encuentra contratada a tasas de interés fija.

El dato es relevante porque los próximos movimientos en tasas de interés nacionales e internacionales, deben impactar poco o nada en el costo financiero de la deuda interna y externa del gobierno.

“Un aumento en las tasas de interés tiene un efecto acotado en el costo financiero”, dice la SHCP, y explica lo que detallamos líneas arriba.

Para el caso de la deuda interna, el saldo de los valores gubernamentales a largo plazo y tasa fija al cierre de 2021 se estima en 78.6% del total, y para los próximos años se ubicará en un rango de entre 75% y 85%.

Por su parte, la deuda con vencimiento residual (término utilizado por la SHCP para el endeudamiento menor a un año, tanto interno y externo), así como la que tiene tasa de interés revisable para el cierre de 2021, se estima será de 32.4% del total.

En los siguientes años, al menos hasta 2026, se estima una tasa alrededor del 30%.

Otro dato a destacar es la estructura de la deuda interna, que confirma el control sobre la misma.

Dentro de los valores gubernamentales emitidos en el mercado local, la mayor parte corresponde a Bonos M, los cuales son instrumentos a tasa fija y largo plazo.

Finalmente, un dato que confirma la estabilidad de la deuda del país y el hecho de que al menos en el horizonte de corto y mediano plazo no se observen nubarrones, ni visos de tormentas.

El plazo promedio del portafolio en valores gubernamentales en el mercado local se estima será de 7.3 años al cierre de 2021 y de 8.4 años al excluir los instrumentos de corto plazo (Cetes).

Asimismo, para el cierre de 2021, la mayor parte de la deuda externa del Gobierno Federal corresponde a bonos emitidos en los mercados internacionales (73%), seguido de los créditos con Organismos Financieros Internacionales (25%), y, en menor proporción, los créditos bilaterales de comercio exterior.

El último dato relevante, ahora sí, el 100% de la deuda externa de mercado se encuentra a tasa fija mientras que, para el cierre de 2021, el plazo promedio y la duración de la deuda externa sea de 21 y 11.7 años, respectivamente.

Con datos duros y oficiales, todo indica que la deuda interna y externa no será un problema para el país incluso más allá de 2022. Al menos en ese rubro no se observan posibilidades de alguna eventual crisis.

Una buena noticia para la economía mexicana y algo que debe reconocerse sin ambigüedades.

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