Este es el saldo de Díaz de León en Banxico y los retos de Victoria Rodríguez
Este jueves termina una era en nuestro banco central; ¿Díaz de León será el último gobernador “neoliberal”?
Este jueves 16 de diciembre termina una era en Banco de México (Banxico), o quizás sólo se interrumpirá, eso nadie lo sabe. Lo que sí es un hecho es que el actual gobernador, Alejandro Díaz de León dirigirá, su última junta de política monetaria, acto con el que en los hechos se termina su gestión. Posteriormente tendrá 15 días para “guardar sus cosas” y “entregar las llaves” a Victoria Rodríguez Ceja, quien lo sustituirá.
Se termina así la era de los “neoliberales” en Banxico y, teóricamente, iniciará la de los “economistas con dimensión social”. Sin embargo, dichos términos, “neoliberales” y “de dimensión social”, son altamente debatibles cuando hablamos de nuestro banco central, porque si alguna institución debe permanecer al margen de ideologías de todo tipo, incluyendo las económicas, ese debería ser precisamente Banxico.
Expliquemos por qué Banxico no puede estar sujeto a ideologías, o por qué cuando menos estas no deben estar por encima de su mandato, no sin antes hacer un breve balance del que se va.
El saldo de Díaz de León
El 28 de noviembre de 2017 el entonces presidente Enrique Peña Nieto designó como gobernador sustituto de Banxico al subgobernador Alejandro Díaz de León, toda vez que el gobernador titular, Agustín Carstens, renunció al cargo para ocupar la dirección del Banco de Pagos Internacionales, denominado el Banco de Bancos.
La tarea principal de Alejandro Díaz de León al frente de Banxico era igual que la de todos los banqueros centrales que han pasado por la institución: preservar el poder adquisitivo de la moneda, es decir, mantener a raya la inflación.
Es difícil evaluar su tarea sólo con las cifras de inflación actuales, ya que como sabemos éstas tienen un elevado componente externo. solamente el tiempo dirá si sus acciones fueron adecuadas para disminuir las presiones al respecto.
Sin embargo, su balance es favorable a la luz de las acciones emprendidas antes de la pandemia. Entre los puntos más destacados podríamos mencionar el de la transparencia, ya que durante su mandato en los comunicados de política monetaria se empezó a consignar cómo y por qué votaban los subgobernadores y él mismo como gobernador, en las reuniones de política monetaria.
Antes de la pandemia, logró anclar la trayectoria de la inflación en el rango objetivo de 3 por ciento +/- un punto porcentual, digamos que su desempeño era exitoso hasta entonces, al grado de ser reconocido en el año de la pandemia, es decir 2020, como el “banquero central del año”, distinción que no es cualquier cosa en el mundo de los banqueros centrales.
Alejandro Díaz de León tiene una amplia trayectoria en el sistema financiero mexicano, es evidente que inició su carrera en otras administraciones y, por ese simple hecho, no fue ratificado en Banxico,
Al margen de eso, es complicado saber si Díaz de León es un economista neoliberal o tiene alguna otra ideología. Haber trabajado con otras administraciones no es suficiente para etiquetarlo.
Pero, ¿es el neoliberalismo una característica del Banxico que existirá todavía hasta el último día de este año? ¿El gobernador de Banxico debe tener ideología?
El mandato de Banxico
Para responder la pregunta, simplemente basta con remitirse al mandato constitucional de Banxico, como institución autónoma.
El mandato de nuestro banco central se resume en una frase simple: “preservar el poder adquisitivo de la moneda”. En ese sentido, cualquier funcionario que llegue al banco central mexicano está obligado a cumplir con dicho mandato y, por lo tanto, a mantenerse aislado de una posición ideológica ya que los mecanismos para lograr los objetivos tampoco están vinculados a ideologías, a menos que se decidan por implementar algunos otros en cuyo caso los agentes económicos tendrían que opinar.
Más todavía, cualquier gobernador de Banxico, que sigue el mandato constitucional, al que además está obligado, sería más bien un economista o funcionario con “dimensión social”, porque no existe mayor beneficio que pueda generar un banquero central a la sociedad, que mantener la estabilidad de la economía, y para ello la propia estabilidad de la divisa es esencial.
Banxico, en este sentido, se aparta de una definición clásica de neoliberalismo y se inserta más en la economía social, justo lo que ahora se demanda. Luchar contra los choques de oferta y demanda, como los que hoy padecemos, es la tarea esencial de un banquero central en un país como México.
Victoria Rodríguez Ceja, ¿dimensión social o neoliberalismo?
El próximo 1 de enero de 2022 inicia una nueva era en Banxico, al menos eso se supone. El punto es que no se sabe de qué manera la nueva gobernadora “apartará” a Banxico del neoliberalismo, debido principalmente a que las herramientas de política monetaria que deberá utilizar para preservar el poder adquisitivo de la moneda, es decir el mandato constitucional que está obligada a cumplir, no serán muy distintas a las que utilizaron sus antecesores.
De hecho, son las mismas herramientas, a reserva de que se implementen algunas verdaderamente novedosas.
Pero tan pronto se siente en la silla de gobernadora de Banxico, Rodríguez Ceja tendrá el primer gran reto de su tarea; dicho reto viene desde fuera, desde la Fed de Estados Unidos, institución que ya dejó claro una cosa: vendrán alzas de tasas de interés en su país, y por lo tanto en México habrá una tendencia similar aunque mayor, amén de las presiones para el peso.
¿Como contrarrestar eso, con herramientas neoliberales o con medidas económicas de dimensión social?, ¿reinventará Rodríguez Ceja la política monetaria de Banxico para generar mayores beneficios al margen del mandato que está obligada a cumplir? y, en todo caso ¿cuáles serán estos beneficios y cómo se lograrán?
De ser así, ¿en algún momento de los próximos cuatro años se modificará el mandato de Banxico? Toda vez que de reinventarse la política monetaria orientada a la economía de dimensión social estará claro que Banxico ha ido más allá de preservar el valor de la moneda.
Quizás lo que quedará claro en los próximos meses es que la labor de Banxico es justamente llevar a cabo una tarea de dimensión social. Para ello, quien esté al frente de la institución no puede ni debe tomar partida ideológica sino ceñirse estrictamente al mandato consignado en nuestra carta magna, nada más, pero nada menos.
MÁS NOTICIAS:
- Estos temas económicos marcaron el segundo debate presidencial en México
- Segundo debate presidencial: Estas fueron las propuestas de los candidatos
- Profeco llama a revisión a 13 mil autos VW por falla en bolsa de aire
- ¿De vacaciones? Estos son los 5 mejores hoteles del mundo, según TripAdvisor
- Peso argentino, la moneda más ganadora frente al dólar en primer trimestre
