Banxico cumple 30 años de autonomía como garante de estabilidad económica
Formalmente, nuestro banco central inició su vida autónoma el 1 de abril de 1994, en la que se destacan varios logros y tareas pendientes.
El 1 de abril el Banco de México (Banxico) estará de manteles largos, se cumplen los primeros 30 años de su autonomía, un hecho trascendental para la economía de nuestro país.
Hace tres décadas, el 1 de abril de 1994, formalmente le fue otorgada la autonomía al banco central mexicano, que con los años ese hecho ha sido determinante en la construcción de la estabilidad económica y financiera del país, especialmente durante periodos de volatilidad. También ha sido un factor decisivo en la era de la alternancia política que vive México, especialmente a partir de este siglo.
Pero ubiquemos la magnitud de la trascendencia del evento, decir que Banxico es autónomo no es una simple frase, se vuelve algo de relevancia capital cuando ponemos el contexto de lo que sucedía antes.
Las decisiones económicas se tomaban desde… la Presidencia
El Banco de México fue fundado el 25 de agosto de 1925 y, desde su inicio, recibió el mandato de preservar el valor de la moneda nacional a lo largo del tiempo y, de esta forma, contribuir a mejorar el bienestar económico de los mexicanos. Eso significa que el próximo año Banxico celebrará después de 30 años de autonomía, su primer siglo de vida.
Lo anterior también significa que, si bien los primeros 70 años del banco central fueron muy relevantes al proporcionar estabilidad y sobre todo, orden monetario al país, al Banxico le hizo falta algo que muchos otros bancos centrales tenían desde años antes, incluso previo al fin de la Segunda Guerra Mundial: la autonomía.
Durante años, las decisiones de política económica y monetaria en el país se tomaban desde la presidencia de México. Quizás no las tomaba solamente el presidente en turno, es muy probable que su decisión siempre estuviera influenciada por los consejos de sus asesores económicos, entre los que seguramente tenía mucho peso el secretario de Hacienda. Sin embargo, era un hecho que la política tenía mucho peso en la conducción económica, contaminándose así el mandato constitucional del banco central, en el sentido de preservar el poder adquisitivo de nuestra moneda.
Esta situación se volvió particularmente insostenible en la década de los años ochenta del siglo pasado, con las brutales devaluaciones de nuestra moneda, claramente contaminada por decisiones ajenas a la conducción de la economía, o por una mezcla de economía y política. Las voces que pedían un banco central autónomo crecían cada vez más.
En aquellos años, la devaluación de la moneda fue de 3,000 por ciento, las tasas subieron a doble dígito, la economía decreció pese a que tuvo un marginal avance de apenas 0.36 por ciento entre 1982 y 1988. Fue el peor periodo de la historia reciente de México, además de que el desempleo y la informalidad se volvieron la constante en el país. El caos económico y monetario estaba a la vista.
Tras un largo proceso no exento de debate, finalmente el 1 de abril de 1994 Banxico obtuvo su autonomía a través de una reforma a la Constitución que dotó al banco central de la capacidad de tomar decisiones de política monetaria sin intervención directa del gobierno. Así inició la construcción de la estabilidad que hoy tenemos.
Autonomía de Banxico, no exenta de sobresaltos
La autonomía de Banxico no estuvo exenta de sobresaltos y riesgos, solamente ocho meses después de iniciada su vida autónoma, el banco central enfrentó la que hasta ahora ha sido la mayor crisis para el país y para la naciente institución: la devaluación del 21 de diciembre de 1994 (crisis del tequila, como se le conoció internacionalmente), que sacudió a la economía mexicana hasta lo más profundo de sus cimientos.
Y así la historia ha registrado diversos eventos de crisis financiera y/o económica que han puesto a prueba la solidez de la institución. Su resiliencia y la calidad técnica de los miembros de su junta de gobierno le han permitido a Banxico navegar por aguas turbulentas.
¿Cambiará mandato de Banxico? No por ahora
Desde el inicio de su autonomía, el Banco de México tiene como mandato único el de preservar el poder adquisitivo de nuestra moneda, de ahí su férrea lucha contra la inflación, aunque esta tarea es inherente a casi cualquier instituto monetario central.
En entrevista con Alto Nivel, Jorge Gordillo, director de análisis económico y bursátil de CIBanco, nos platica a pregunta expresa sobre este viejo debate, respecto a cambiar el mandato único del Banco de México por uno dual, así como el de la Fed, que consiste en preservar el poder adquisitivo de la moneda y, al mismo tiempo, impulsar el crecimiento económico.
El experto señala que en algún momento sucederá, pero todavía es demasiado temprano para eso.
“Es un debate que se presenta de vez en vez, yo creo que en algún momento sucederá, pero no en el corto plazo. Lo que sucede es que a la economía de México le falta, por un lado, un mayor nivel de bancarización, de inclusión financiera, para que la tarea de nuestro instituto central sea más eficiente. Pero además, el propio Banxico todavía tiene más camino por recorrer en el logro de su meta de inflación, está cerca pero le falta, el promedio de inflación de los últimos 10 años es de 4 por ciento y su objetivo es de 3 por ciento”, explicó.
Sin duda Banxico ha hecho las cosas bien, es un garante para la estabilidad económica, pero todavía hay cosas por hacer antes de que en algún momento, que finalmente llegará con el tiempo cuando le sea modificado su mandato.
No obstante, Jorge Gordillo destacó el papel relevante de la autonomía del banco central y dejó claro que, sin esa autonomía, México no hubiera tenido la fortaleza para enfrentar las crisis provenientes del exterior como las que se han registrado a lo largo de estas tres décadas, a excepción de la crisis del tequila.
“Todos sabemos cómo funcionaba antes: la impresión de dinero sin sustento económico llevó al país a graves problemas y la autonomía de Banxico fue la solución. Definitivamente un Banxico autónomo es un factor de estabilidad y un pilar fundamental para la economía del país”, señaló el directivo.
Por su parte, Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, también destacó la autonomía de Banxico como un factor para la estabilidad económica en el país.
“La autonomía del Banco de México es uno de los grandes pilares que sostiene a la economía mexicana. Por ejemplo, sin esa autonomía no sería posible un régimen cambiario de libre flotación y no se tendría confianza sobre la economía del país para invertir o en instrumentos del gobierno (bonos), no en otras opciones como lo es actualmente el Nearshoring”, explicó.
Otro analista bursátil, que pidió omitir su nombre, dijo que la autonomía de Banxico explica el “Mexican Moment” actual, desde el superpeso hasta los niveles de consumo que mantienen con cierto crecimiento al país y la han colocado en entre las mejores 15 del mundo. “Fue una decisión trascendental que incluso no se ha dimensionado del todo por factores políticos“, señaló.
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