Así eran las finanzas mundiales hace 21 años, la última vez que la tasa de referencia estuvo en doble dígito
Todo indica que este jueves el Banco de México elevará su tasa de referencia en 75 puntos base y la colocará en 10%
Este jueves es casi un hecho que el Banco de México (Banxico) subirá su tasa de referencia en 75 puntos base, se trata ya prácticamente de una decisión tomada en vista de que el Banco de la Reserva Federal (Fed), de Estados Unidos, hizo lo propio la semana pasada.
Banxico deberá incrementar su tasa en la magnitud señalada, para mantener la diferencia de tasas entre los dos bancos centrales, factor que ha sido decisivo para, entre otras cosas, la estabilidad del tipo de cambio en México.
Lo relevante, más allá del incremento en la tasa de referencia, será el nivel que alcance este jueves uno de los indicadores clave para la economía mexicana.
En caso de concretarse el ajuste de la tasa, tal como se espera (decisión que será anunciada a las 13 horas del centro de México), la tasa de referencia del Banco de México pasará de 9.25 a 10%, será la primera vez en la historia desde que nuestro banco central utiliza este indicador como referente para su política monetaria.
También, será la primera ocasión en la que un indicador del precio del dinero en el corto plazo alcanza el nivel de doble dígito. Hace unas semanas la tasa a un año se ubicó en 10 por ciento, pero en este caso se trata de un indicador de largo plazo.
Eran principios de junio del año 2001 y la tasa de los Cetes se acercaba al piso de 10 por ciento; en ese momento Banxico no utilizaba como herramienta de política monetaria una tasa de referencia, la tasa de los Cetes era el referente más relevante en el mercado de dinero y de la economía.
Esto significa que al menos dos generaciones no habían visto lo que este jueves verán, una tasa de referencia en doble dígito, algo que sus padres y abuelos padecieron constantemente.
¿Cómo eran las finanzas mundiales y algunos otros indicadores hace 21 años?, la última ocasión en la que una tasa de referencia de corto plazo alcanzó niveles de doble dígito.
México, entre la estabilidad y las turbulencias
De acuerdo con el Informe anual 2001 del Banco de México (Banxico), la inflación en el país disminuyó y prevaleció un entorno financiero estable. La inflación anual pasó de 8.96 por ciento a 4.40 por ciento entre diciembre de 2000 y el mismo mes de 2001.
En ese año la economía mundial mostró una desaceleración sincronizada en los Estados Unidos, Japón y Europa; el deterioro del crecimiento global a lo largo del año incidió marcadamente sobre el desempeño de la economía mexicana, con efectos negativos en los niveles de exportación, actividad económica y empleo.
Cuando todavía la tasa de los Cetes estaba en doble dígito, no habían ocurrido los históricos ataques a las torres gemelas en Nueva York, tuvieron que pasar tres meses más para que esto sucediera.
La misma fuente señala las grandes virtudes de la economía mexicana en 2001:
(a) los resultados positivos del esfuerzo desinflacionario;
(b) la disciplina en las finanzas públicas;
(c) el régimen cambiario de flotación y la libre determinación de las tasas de interés;
(d) la holgada estructura de amortizaciones de la deuda externa pública en 2001 y 2002;
(e) la estabilidad de la inversión extranjera, producto de las reformas estructurales realizadas; y
(f) la moderación del déficit de la cuenta corriente.
Un mundo raro
En el mundo, además de los ataques a las torres gemelas, que marcaron un antes y un después con la recesión de 2002, el mundo como hoy lo conocemos no existía, podría decirse que comparado con la actualidad, era un “mundo raro”.
Por ejemplo, China no era la segunda mayor potencia económica del planeta, era Japón. Esta nación desbancó del segundo sitio al llamado “imperio del sol naciente” una década después. Además, la mayoría de los grandes corporativos tecnológicos no existían o no eran el referente que hoy son para los mercados (Facebook, Twitter, Amazon, Google).
Las crisis financieras globales ya habían vivido varios episodios, pero estaban lejos todavía los tiempos de las crisis mundiales que amenazaron con llevar al mundo a otra depresión económica, como las de 2008 y 2020; las redes sociales eran prácticamente inexistentes y por lo tanto sin influencia en los mercados, a diferencia de lo que hoy sucede.
En las bolsas de valores no había ninguna acción con un valor de capitalización de 1 billón de dólares y el sector tecnológico estaba hundido en la crisis de los puntocom, que estallara un año antes. En los mercados petroleros el precio del barril se ubicaba en alrededor de 26 dólares y había cierto equilibrio entre la oferta y la demanda.
Las tasas de inflación en todo el mundo estaban a la baja, en Estados Unidos el presidente de la Fed era Alan Greenpsan, quien “enloquecía” a los mercados cada vez que daba un discurso y el gran reto consistía en descifrar lo que había querido decir con sus palabras; el dólar vivía una era de fortaleza en el mundo, una más, cotizaba en alrededor de 0.8960 dólares por euro.
Todo lo anterior por no hablar de las transiciones políticas, los fenómenos climatológicos, pandemias y conflictos bélicos. Dos décadas de cambios, avances y retrocesos. Este jueves dos generaciones verán lo que parecía muy lejano: una tasa de referencia de corto plazo en doble dígito.
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