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Economía

Pobreza en México: aumentaron ingresos… y también las carencias sociales

11-08-2023, 9:07:42 AM Por:
© Reuters

Si bien se observó una disminución en el número de pobres, según Coneval, en realidad es producto del aumento en los programas sociales y no del abatimiento de las causas estructurales de este mal.

Según las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población en situación de pobreza multidimensional a nivel nacional pasó de 41.9% a 36.3%, lo que representó una disminución de 51.9 a 46.8 millones de personas que padecen este flagelo a nivel nacional.

Efectos de los programas sociales

De acuerdo con estas cifras, en los dos últimos años un total de 5.2 millones de personas salieron de la pobreza en el país; los datos serían para celebrarse si se toman así, sin olvidar que seguramente tiene mucho que ver el efecto de los programas sociales que, de cualquier modo, siempre serán insuficientes y, de mantenerse vigentes y sin sobresaltos económicos, serían necesarias muchas décadas para terminar con la pobreza.

En este sentido, los programas sociales sí paliaron la pobreza, aunque no es nada novedoso ya que igual efecto registraron en otros sexenios en los que se implementaron o aumentaron estos esquemas de apoyo a los más pobres.

Sin embargo, la pobreza tiene muchos matices y como lo dice el comunicado del Coneval, muchas dimensiones: en realidad el incremento de los apoyos sociales cubre una parte del espectro de la pobreza y se registra este fenómeno por el aumento en el ingreso, pero es la parte de las carencias la que suele reflejar con mayor amplitud y certeza la situación verdadera de quienes menos tienen.

Carencias sociales crecieron

Las carencias sociales en economía se definen como la falta de recursos para disfrutar de algunos otros satisfactores como: alimentación, rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda y/o de servicios básicos de la vivienda, entre otros.

De acuerdo con las cifras de Coneval, las carencias sociales son el gran rezago en el combate a la pobreza. En ese sentido, es imperativo disminuirlas ya que, de lo contrario, el riesgo de que en los próximos años regresen a la pobreza esos millones que salieron, según el Coneval, es muy alto.

A reserva de desmenuzar las cifras, un dato proporcionado por el propio Coneval lo dice todo, en el rubro denominado “Población vulnerable por carencias sociales”, entre 2018 y 2022 el porcentaje de la población pasó de 26.2 a 29.4 por ciento, es decir un incremento de 5.2 millones de personas.

Si bien algunos rubros destacan por su mejoría, con toda seguridad es consecuencia del aumento en los ingresos de los hogares, con lo que cubren algunas carencias, pero en los hechos este indicador sigue muy alto.

Por ejemplo, el reporte del Coneval señala que la población con al menos una carencia social disminuyó al pasar de 68.3 por ciento en 2018 a 65.7 por ciento en 2022. Sin embargo, la población con al menos tres carencias sociales pasó de 20.2 por ciento en 2018 a 24.9 por ciento dos años después.

Un rubro muy preocupante es el del rezago educativo, mientras la sociedad mexicana no mejore sus niveles de educación será difícil abatir el subdesarrollo por completo; en este sentido el Coneval señala que entre 2018 y 2022 el rezago educativo pasó de 19.0 a 19.4 por ciento de la población.

Otros indicadores muy relevantes igualmente muestran un marcado deterioro, el de los accesos a servicios de salud es de capital relevancia, ya que la salud es el único y más valioso activo de cualquier ser humano, indispensable si se encuentra en situación de pobreza.

Así, de acuerdo con las cifras de Coneval, la carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 por ciento en 2018 a 39.1 por ciento en 2022, lo que significó un incremento de 30.3 millones de personas con esta carencia durante la presente administración, reflejo de las condiciones en las que se encuentra el sector salud en cuanto a atención médica y desabasto de medicamentos, evidenciado también por la pandemia.

También hay que reconocer que otros indicadores de carencia han mejorado, pero seguramente derivado del incremento en el gasto personal y familiar que impulsó la política social, aunque sus tasas de crecimiento son bajas.

Por ejemplo, la carencia por acceso a la seguridad social bajó de 53.5 a 50.2 por ciento, mientras que la carencia por calidad y espacios de la vivienda disminuyó de 11.0 a 9.1 y la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad se redujo de 22.2 a 18.2 por ciento.

Así, los programas sociales cumplieron una labor muy importante al disminuir el número de pobres en México, mismos que se incrementaron con la pandemia. Sin embargo, la pobreza tiene muchos matices y uno de los más importantes es el de las carencias, son como las cadenas que mantienen atada a la gente la pobreza. En este rubro, el de las carencias, se observaron pocos o nulos avances, lo que nos dice que el combate a la pobreza deberá ser constante y con resultados permanentes para cumplir con la tarea generacional de acabar algún día con este mal.

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