PIB global tendrá desaceleración abrupta en 2023: Banco Mundial
Sin contar las dos grandes recesiones de este siglo, el planeta enfrentaría uno de sus peores escenarios económicos, los países con amplio mercado exportador resultarían muy afectados.
El martes pasado, el Banco Mundial revisó a la baja las expectativas de crecimiento para la economía global en este año. Hay malas noticias, los escenarios negativos previstos desde 2022 empiezan a cristalizarse, al menos ese es el primer panorama que nos dibuja esta institución.
El escenario es negativo, eso lo sabemos desde el año pasado, pero existía alguna expectativa favorable y la verdad de las cosas lo que consignó el Banco Mundial en su reporte es para preocuparse. Sobre todo, condena a un crecimiento casi inexistente a varias regiones del planeta, al tiempo que habla de la probable recesión.
Sin referirse por nombres específicos, el Banco Mundial asegura que las economías en desarrollo literalmente “se las verán negras”, y cómo no, si los países industrializados tendrán un año muy malo, aquí lo más destacado:
Desplome económico generalizado
Según el reporte del Banco Mundial, en este año la economía global crecerá a una tasa promedio de 1.7% por ciento, lo que significa un 1.3 por ciento menos respecto a lo que la institución proyectaba en junio del año pasado. De confirmarse la proyección del Banco Mundial, se trataría del tercer crecimiento más bajo en los últimos treinta años sin considerar los períodos de las grandes recesiones del presente siglo, es decir los años 2009 y 2020. Se trata de una abrupta desaceleración económica para el planeta.
Los especialistas del organismo financiero multilateral consideran que, debido al endeudamiento y también a los aumentos en costos y tasas de interés, hay poco espacio fiscal para la mayoría de los países, lo que impactará de manera especial en los países con menos recursos económicos.
Recesión si los gigantes caen
El debilitamiento económico en China, Estados Unidos y la Eurozona, podría ser un factor determinante para una eventual recesión en el planeta, aunado a la vigencia de tensiones geopolíticas y la política monetaria restrictiva. El Banco Mundial advirtió que, ante un contexto de elevada deuda y más aumentos en las tasas de interés, podrían verse varios defaults corporativos. Evidentemente la disminución de la dinámica económica en los países desarrollados impactará en las naciones emergentes, sobre todo en aquellas en las que las exportaciones juegan un papel importante.
Eso es desde luego un aviso para México, no de forma directa, pero nuestro país podría estar en riesgo, no por nada la proyección del Banco Mundial ubica en PIB de la nación azteca en menos de 1 por ciento. Si los gigantes caen, registran menor crecimiento, que todo indica así será, la recesión en la mayor parte del mundo será inevitable, y afectará más a los países más débiles.
Gigantes con pies de barro
Lamentablemente, las proyecciones en torno a los países o regiones más importantes no son del todo favorables; de hecho, se aprecia un desplome económico excepto en China, aunque tampoco será como para festejar.
Así, las proyecciones de los especialistas del Banco Mundial señalan que el crecimiento para Estados Unidos se ubicará en 0.5 por ciento para este año, lo que representa un ajuste considerable tomando en cuenta que el año pasado el PIB de la mayor economía del planeta se ubicó en 1.9 por ciento.
Para el caso de la Eurozona, las previsiones son todavía más negativas; de hecho, se habla de que la región prácticamente está en recesión desde los últimos meses del año pasado. El PIB proyectado se ubicará en cero por ciento; es decir, no habrá crecimiento en esta parte del mundo, algo que representa una caída significativa respecto al crecimiento de 3.3 observado en 2022.
El caso de China es diferente, este país sí tendrá crecimiento; según el Banco Mundial, el PIB chino crecerá 4.3 por ciento en este año, arriba del 2.7 por ciento que registró en 2022, sin embargo, no estamos frente al mejor de los años en materia de crecimiento para China, considerando que el país ha llegado a registrar incrementos en su PIB de hasta 15 por ciento anual. Este crecimiento del PIB de China es apenas moderado y le alcanzará para influir poco en el mundo.
Algunas buenas noticias ayudarán a disminuir las presiones globales, por ejemplo, el retroceso de la inflación; también las cadenas de suministro podrían mejorar su condición en los próximos meses. En este marco, el aumento de las tasas de interés y una eventual pausa de los bancos centrales en sus niveles más altos, sería un factor para presiones adicionales en el mundo corporativo.
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