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Economía

Pemex: ¿Por qué se acabó la gallina de los huevos de oro?

18-03-2021, 6:10:00 AM Por:
© Especial

Un aniversario más de la expropiación petrolera y, una vez más, no hay mucho que celebrar.

Aquel 12 de enero de 2017 el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, expresó una de las frases que a la postre ha sido demoledora para la economía mexicana: “la gallina de los huevos de oro se nos fue secando, se nos fue acabando“, expresó el mandatario mexicano al referirse a la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex), baluarte económico por décadas y para entonces ya convertido en un lastre económico, tal como sigue hasta nuestros días.

El epitafio presidencial fue devastador para el presente y futuro de la compañía, a la que años después le dieron la encomienda de ser palanca del desarrollo nacional, sin reparar en que para jugar tal papel, Pemex debería ser una empresa cuando menos relativamente sana, lo que hoy está lejos de suceder.

La “gallina de los huevos de oro” al parecer tiene años de fallecida si atendemos las advertencias de Peña Nieto, quien en aquella alocución defendía su política de ajuste de precios en las gasolinas, a la postre conocida como el “gasolinazo”, por el hecho de que solamente de esa forma el daño a las finanzas del país serían menores ya que el gobierno solamente tomaría una medida así en caso de que no tuviera otra alternativa de política pública (presupuesto), o que la producción petrolera se redujera de tal manera que fuera imposible mantener los precios y los subsidios, aquel año, desde antes incluso, ambas cosas sucedieron.

Para no entrar en debates sobre quién mató a la gallina de los huevos de oro o por qué no se quiere reconocer lo evidente, vale la pena recordar la serie de factores, hechos y cifras que acabaron poco a poco, o quizás de tajo, con la empresa más importante del país, al grado de que hoy su viabilidad es seriamente cuestionada. Sin considerar por supuesto los discursos oficiales, que dicen otra cosa.

Aquellos años cuando Pemex era la octava petrolera más importante del planeta

De lo anterior no hace mucho, Pemex con todo y su deterioro para entonces evidente, llegó a estar considerada todavía como la octava petrolera más importante del mundo hace menos de una década. En 2012 la empresa mexicana estaba posicionada en el sitio mencionado gracias a una producción diaria estimada de 3 millones de barriles de petróleo, con una facturación aproximada de 100 mil millones de dólares anuales, gracias a lo cual aportaba casi un tercio de sus ventas en impuestos para el gobierno federal, y para el país.

Pero el deterioro era evidente, por eso mismo en el inicio de una nueva administración, justamente la de Enrique Peña Nieto, se empezó a debatir sobre la necesidad de una reforma energética que no solamente fortaleciera a Pemex, sino que permitiera la hasta entonces férrea oposición a la apertura del mercado energético mexicano y con ello el inicio de un nuevo mercado con jugadores que aportaran a la exploración petrolera de México tecnología y recursos. Lo anterior, en previsión a lo que fue sin duda una de las causas directas de la muerte de la “gallina de los huevos de oro”: el agotamiento de Cantarell.

Cantarell, un antes y un después

El complejo de Cantarell llegó a ser en su momento el segundo yacimiento de petróleo más importante a nivel mundial, solamente superado por el de Ghawar en Arabia Saudita. Este complejo fue descubierto en su totalidad en el año 1971, aunque su descubrimiento inicial y accidental se remonta una década antes, por el pescador campechano Rudesindo Cantarell, en la llamada Sonda de Campeche, frente a las costas del estado del mismo nombre.

Durante las décadas de los ochenta, noventa y el primer decenio del Siglo XXI (inició operaciones en 1979), el complejo Cantarell generó las dos terceras partes del petróleo que se producía en el país, una inmensa riqueza. Era, auténticamente, la Gallina de los Huevos de Oro.

Un año antes del inicio de la administración de Enrique Peña Nieto, este complejo todavía producía 2.2 millones de barriles diarios de petróleo, cuando el ejecutivo decretó oficialmente el fin del boom petrolero originado por Cantarell la producción diaria era de solamente 200 mil barriles diarios.

Para dimensionar la relevancia del campo petrolero, podemos señalar que según estimaciones de la compañía Energy Intelligence Group, al cierre de la primera década del siglo, Cantarell había aportado al país alrededor de 15 mil millones de barriles de petróleo, cifra que se dice rápido pero que multiplicada por un precio promedio ponderado de 65 dólares en el mismo lapso, nos da una idea de la enorme riqueza petrolera que disfrutó México en esos años, y la relevancia de Pemex para la economía nacional.

Cantarell fue sin duda un antes y un después para Pemex, para la historia petrolera del país, incluso para la historia petrolera del mundo, y desde luego para la economía mexicana, que dejó de ingresar recursos extraordinarios en todos los sentidos, extraordinarios por ser fuente adicional de riqueza, porque eran muy altos (especialmente en la era del boom de los petroprecios), y porque con esos ingresos las finanzas nacionales tenían menos problemas. Hoy Cantarell está prácticamente en extinción.

Así fue el desplome de Pemex

Pemex no está mal por generación espontánea. Sin duda fueron una serie de errores del pasado, que se han sumado a los de ahora, los que nos explican la delicada situación por la que pasa la empresa.

Diversas estadísticas de meses anteriores dan cuenta de lo que ha pasado con Pemex a lo largo de los años. Con o sin reforma energética, el deterioro ha sido constante. Su papel como palanca de desarrollo es por lo menos muy difícil de lograr en los próximos meses, si es que acaso no se ha cumplido la advertencia del presidente Peña.

De acuerdo con cifras de Energy Intelligence Group y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), hoy Pemex está muy lejos en todos sus indicadores de ser la empresa de otras épocas. Por ejemplo, en cuanto a reservas probadas de petróleo el desplome es notorio al pasar de 24 mil 900 millones de barriles en 1999 a sólo 6 mil 400 millones 20 años después.

La petrolera enfrenta junto con el país el agotamiento de muchos de los campos petroleros que le dieron impulso a su producción; las cifras señalan que entre 1999 y 2019 se agotaron alrededor de 20 campos, entre ellos el más importante, Cantarell, que pasó de una producción diaria de 2.2 millones de barriles a principios de la década pasada, a 140 mil barriles en la actualidad.

Las malas noticias podrían profundizarse pronto ya que el actual campo petrolero más importante del país, Koo-Maloob -Zaap, está por entrar en franco declive, actualmente produce alrededor de 700 mil barriles diarios de petróleo cuando todavía hace tres años rozaba una producción diaria de 1 millón de barriles.

Las cifras más actualizadas ubican a Pemex en el lugar 15,16 o 17 por nivel de producción, según la fuente que se consulte, pero debido a que no son datos cien por ciento actualizados, se teme que incluso la empresa esté más abajo considerando que el año pasado apenas produjo en promedio 1.7 millones de barriles diarios de petróleo.

Y así, en prácticamente todos los indicadores petroleros con los que se pueda medir Pemex, el deterioro es evidente. Rubro por rubro, la petrolera mexicana está en pleno derrumbe desde hace años. Por ejemplo, en ventas de petróleo crudo Pemex se ubica en el sitio 18 cuando en 2013 estaba en décimo sitio y en 2010 ocupaba el noveno lugar. Como productor de gas, Pemex también se hundió hasta el sitio 19, y en reservas probadas de gas ya ni siquiera aparece en los primeros 20 sitios.

Deuda, insostenible

Es inevitable hablar de la pesada loza que carga Pemex: Una deuda de 106 mil millones de dólares al cierre del año pasado, lo que la pone en la nada honrosa distinción como la petrolera más endeudada del planeta. Esta enorme deuda se catapultó durante la década pasada, al cierre del sexenio del presidente Felipe Calderón, la deuda de Pemex era de 60 mil millones de dólares, hoy es casi del doble.

La pregunta del millón

Un breve resumen de cifras, hechos y datos no dejan lugar a dudas de la situación en la que está Pemex, ya no es y no será por mucho tiempo la “gallina de los huevos de oro”, eso ha quedado atrás quizás para siempre. Ante tal situación es inevitable una pregunta más: ¿qué hacemos con Pemex?

Revivir sus viejos tiempos no parece viable, seguir inyectando miles de millones de pesos y/o dólares para su rescate y saneamiento financiero, tampoco es una buena idea porque está visto que se requieren muchos más recursos para lograrlo, que hoy el país no tiene. Pero, decretar su extinción tampoco sería viable porque sumiría al país en una grave crisis. La encrucijada que plantea la pregunta es quizás tan grande como el extinto Cantarell: ¿qué hacer con Pemex una vez que ha muerto la gallina de los huevos de oro?

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