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Economía

Pemex: El enfermo mejoró ligeramente, pero sigue en estado (financiero) delicado

29-07-2021, 9:41:18 AM Por:
© Especial

Su deuda externa volvió a crecer, las ganancias del segundo trimestre apenas representan 2.99% de todo lo que perdió en 2020, y tiene fuertes pérdidas por refinación.

En sólo unas horas Petróleos Mexicanos (Pemex), protagonizó dos noticias totalmente contrastantes una de otra.

Primero, la agencia calificadora de valores Moody´s Investor Services “hundió” más la calificación de la petrolera mexicana al bajarla de Ba2 a Ba3 con perspectiva negativa, profundizando más el deterioro en la calificación crediticia de Pemex en la escala de “grado basura”, como le llaman al tipo de calificaciones que tiene la mayor empresa pública del país.

“Esta decisión se basa en los riesgos por los altos niveles de vencimientos de deuda y al menor flujo de efectivo operativo derivado de la expansión de su negocio de refinación, que ha generado pérdidas en los últimos años”, dijo la calificadora.

Estas pérdidas no son cualquier cosa. De acuerdo con Moody’s, la cifra acumulada entre 2018 y 2020 ronda los 17,000 millones de dólares, tendencia que se prevé se mantenga en el corto y mediano plazo.

En pesos, las pérdidas acumuladas son de 3.4 billones de pesos al tipo de cambio promedio de 20 pesos por dólar, un monto “monumental” para llamarlo de alguna manera, que explica por sí mismo la decisión tomada por Moody’s.

Unas horas después, Pemex reportó que durante el segundo trimestre del año en curso reportó una ganancia neta de 14,412 millones de pesos. Dicha cifra se compara favorablemente con los 44,331 millones de pesos que perdió en el mismo periodo del año pasado.

A todas luces son noticias contrastantes y ambas reflejan la realidad que vive la mayor empresa pública del país, pero lamentablemente en el fondo no se trata de buenas noticias.

El enfermo tuvo cierta mejoría, pero con pronóstico reservado

Lo que pasa con Pemex es muy similar a lo que sucede con un enfermo que está en terapia intensiva, que tiene mucho tiempo sumamente grave y, de repente, muestra algunos signos de mejoría, que no significan en modo alguno la recuperación, cuando mucho una ligera esperanza.

Las ganancias de Pemex del segundo trimestre de este año, por 14,412 millones de pesos, son buenas noticias, pero a fuerza de ser sinceros, poco significan con respecto a lo que ha perdido desde hace tiempo. Veamos.

Estas ganancias del segundo periodo trimestral del año representan haber recuperado apenas el 32.5 por ciento de las pérdidas registradas un año antes, cuando la petrolera mexicana perdió 44,331 millones de pesos.

El año pasado las pérdidas acumuladas por Pemex totalizaron la cantidad de 480,966 millones de pesos. Es decir, en este segundo trimestre del año, apenas se recuperó el 2.99 por ciento del total de lo perdido en 2020, lo que representa un porcentaje mínimo, Pemex sigue hundida en las malas cifras financieras.

Las ganancias reportadas el segundo periodo trimestral obedecen a las alzas en las cotizaciones del precio del petróleo, es decir, se basaron en un factor volátil, además de un modesto incremento en la producción, este segundo factor es positivo, aunque no necesariamente será de forma permanente.

Pérdidas por refinación, ¿hacia dónde va Pemex?

Moody’s puso la lupa en las pérdidas por refinación, y no sólo reportó cifras pasadas, sino también advirtió que la racha negativa en este rubro se mantendrá.

Haber perdido 17,000 millones de dólares entre 2018 y 2020, es decir en gran parte de la presente administración, refleja la situación crítica por la que pasa la empresa.

Una mala expectativa al respecto se torna más grave considerando que el enfoque de negocio para la empresa, al menos los próximos tres años, es de refinación para el consumo interno, en la búsqueda de la soberanía energética, lo que podría condenar a Pemex a pérdidas constantes, ya que parte del plan consiste en dejar de exportar petróleo.

Lo anterior es grave porque hay un elemento que no se elimina fácilmente, la abultada deuda de la petrolera, de hecho, la mayor del mundo en su sector. Esta deuda pasó de 113,900 millones de dólares al cierre del primer trimestre a 115,100 millones de dólares.

La pregunta sin respuesta hasta el momento es: ¿De dónde va a sacar Pemex para pagar su enorme deuda externa?; ¿de dónde va a sacar México para pagar esta deuda de su petrolera? Parece que Pemex no va a ninguna parte.

La crisis en Pemex sigue y el futuro es incierto. La degradación de la calificación es sólo una consecuencia de lo que refleja la crudeza y frialdad de los números de sus finanzas; Pemex sigue en la sala de terapia intensiva y su pronóstico se mantiene como “de suma gravedad”, sin la fortaleza que debería tener a estas alturas la empresa que iba a ser palanca del desarrollo nacional.

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