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Economía

Latinoamérica, de nuevo una fábrica de pobres

28-01-2022, 6:10:00 AM Por:
© Especial

Toda la región se parece cada vez más a aquella de la "década perdida"; pobreza luce imparable y la pobreza extrema peor.

Cada vez más Latinoamérica y el Caribe se parecen más a la región que era en aquella década perdida de los años ochenta del siglo pasado, se trata de una situación que puede ser incluso trágica, considerando que aquellos años determinaron la pérdida de millones de fuentes de trabajo en la región y, en los hechos, fue el inicio de la desigualdad que hasta la fecha padecemos. No es casualidad que aquellos años hayan pasado a la historia con el nombre de “La década perdida”, en efecto eso fue.

Décadas después, luego de que esta parte del planeta ha transitado por diferentes esquemas económicos y tras ajustes constantes y crisis, incluyendo la más reciente, Latinoamérica podría regresar al punto de partida, con muchos más habitantes que en aquellas épocas, un bono demográfico que de poco le ha servido.

Las cifras más recientes ponen a Latinoamérica en condiciones de deterioro. Algunos países más que otros, pero hay un evidente retroceso en prácticamente todos los indicadores y el resultado está a la vista medido por dos factores que, al final del día, reflejan el avance o el retroceso de alguna nación o región: pobreza y pobreza extrema.

El reporte emitido ayer por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), al que denominó Panorama Social de América Latina 2021, es contundente, las cifras no dejan espacio para dudar de lo que sucede.

El riesgo es que, de enfrentarse a otra década perdida, las generaciones actuales sufrirán las consecuencias, tal como las sufrieron las de aquella época, y los datos son cada vez más desalentadores.

En el reporte emitido por la CEPAL quedan pocos espacios para la duda, asegura que la región experimentó un notorio retroceso en 2020. La tasa de pobreza se ubicó en un nivel similar al de finales de la década de 2000, mientras que la pobreza extrema también se elevó a niveles registrados 20 años atrás, dos décadas perdidas en los años recientes, aunque el deterioro no fue causa directamente de la pandemia, o no únicamente, en realidad el retroceso es producto de un proceso que lleva más años.

Así, en el año 2020, el 33 por ciento de la población de América Latina se encontraba en situación de pobreza y un 13.1 por ciento vivía en condiciones de pobreza extrema; lo anterior significa que aproximadamente 204 millones de personas en la región no tuvieron ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, de ellas, 81 millones carecieron de los recursos incluso para adquirir una canasta básica de alimentos, al encontrarse en pobreza extrema.

Dimensionemos las cifras anteriores para darnos cuenta de la magnitud del reto que enfrenta Latinoamérica; el total de los habitantes que están en pobreza, es decir 204 millones de habitantes, equivalen al 61.91 por ciento de la población total de la mayor potencia global, Estados Unidos registrada también en el año 2020.

Esa misma población latinoamericana que se ubica en la línea de pobreza, equivale al 45.53 por ciento del total de quienes habitaban el continente europeo también en 2020, es decir casi la mitad.

La tasa de pobreza se ubicó en un nivel similar al de finales de la década pasada y, como hemos señalado, la pobreza extrema está en sus niveles más altos en 20 años, algo que marca la consolidación de un incremento en los índices de pobreza en la región cuyo inicio se remonta al año 2015, especialmente en el caso de la pobreza extrema.

Sin duda alguna, la CEPAL explica que el aumento de la pobreza habría sido mayor de no haberse implementado medidas para transferir ingresos de emergencia a los hogares.

Pero, además de que estos ingresos se redujeron durante la pandemia con respecto al inicio de la presente década, no dejan de ser una sangría constante, permanente para las economías de la región. Latinoamérica también lleva décadas transfiriendo recursos a los más pobres, no se diga a quienes se encuentran en pobreza extrema, pero los avances son a cuentagotas y retrocesos como los reportados en este informe no hacen sino manifestar el atraso permanente en que se encuentra.

Aumento generalizado de la pobreza en la región

A diferencia de otras épocas, la CEPAL asegura que en esta ocasión el aumento de la pobreza en la región ha sido generalizado; así, de los 13 países analizados por sus datos disponibles al cierre de 2020, en 9 de ellos se registraron aumentos de la tasa de pobreza extrema de al menos un punto porcentual, mientras que en 11 naciones los aumentos de la pobreza fueron superiores a dicho umbral.

Aquellos países en los que se registraron los mayores incrementos de la pobreza fueron Argentina, Colombia y Perú, con crecimientos que excedieron los 7 puntos porcentuales. Asimismo, la tasa de pobreza creció entre 3 y 5 puntos porcentuales en Chile, Costa Rica, Ecuador y Paraguay. Todos estos países también registraron aumentos de al menos 2 puntos porcentuales en la pobreza extrema. Las excepciones son Costa Rica, donde la pobreza extrema varió 0.6 puntos porcentuales, y Paraguay, donde el indicador se mantuvo prácticamente sin cambios.

¿Y México?

México “destacó”, si es que eso se puede decir, como uno de los países donde menos creció la pobreza y la pobreza extrema. De acuerdo con la CEPAL las naciones donde menos crecimiento se registraron en estos indicadores fueron: Bolivia, México y República Dominicana, naciones donde crecieron menos de 2 puntos porcentuales, y El Salvador, donde el aumento de la pobreza extrema excedió los 2 puntos porcentuales, pero la tasa de pobreza prácticamente no varió. El único país de la región que registró una disminución de la pobreza y la pobreza extrema en 2020 fue Brasil. En ese país la pobreza disminuyó 1.8 puntos porcentuales y la pobreza extrema, 0.7 puntos porcentuales. Sin embargo, no obstante ser la mayor economía de la región, el descenso de la pobreza y la pobreza extrema fue tan modesto comparado con el desempeño del resto de los países, que no apoyó en un descenso real para el resto de Latinoamérica,

La región latinoamericana enfrenta un reto de grandes dimensiones, porque además resultó ser la más afectada por la pandemia en términos sanitarios, que inevitablemente repercutirá en el ámbito económico. Salir de este camino y dejar de parecerse a lo que era en la “década perdida” será una tarea titánica y de muy corto plazo, para todos los países sin excepción.

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