Las razones del “pequeño” ajuste en la producción petrolera de México
La fragilidad de las finanzas mexicanas es de tal magnitud, que un recorte como el solicitado hubiera sido un golpe devastador.
México recortará a partir del próximo 1 de mayo su producción de petróleo en 100 mil barriles diarios, de acuerdo con el pacto alcanzado con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros países productores en el mundo, además de contar con el apoyo adicional de 300 mil barriles que Estados Unidos aportará en su propio recorte para apoyar a su socio comercial que no pudo, o no quiso, asumir el recorte total de 400 mil barriles diarios que le pedía el mercado petrolero para estabilizar los precios globales.
Al margen de conocer en algún momento los costos que tendrá para México con Estados Unidos este gesto, que de ninguna manera es únicamente solidario, algunas causas de fondo están detrás del recorte de sólo 100 mil barriles que, si bien es favorable para México, también demostró la fragilidad que el sector energético nacional tiene en estos momentos.
El recorte pedido al país era excesivo
México aporta actualmente solamente el 1.7 por ciento de la producción total de petróleo con 1 millón 700 mil barriles diarios de los 100 millones que se producen todos los días. Nuestro país ha perdido en ese sentido influencia en el concierto energético nacional, lejos están aquellos años en los que el país estaba en el top ten mundial de los productores de petróleo.
Este recorte de 400 mil barriles de petróleo que le pedían al país, representaba el 23.52 por ciento de su producción total diaria, casi una cuarta parte que, desde luego, impactaría sobremanera a las ya de por sí afectadas finanzas nacionales que, pese a las coberturas petroleras, reportarán efectos negativos sí o sí. En la ya famosa negociación de los días pasados, México intentó sin éxito una treta al pedir que se realizara el recorte con base en la expectativa de producción, que según las autoridades sería en el caso del país de 1.9 millones de barriles diarios, lo que llevaría a una producción de 1.5 millones diarios, que para efectos prácticos habría sido un recorte de solamente 200 mil barriles respecto a la producción diaria certificada.
Como sea, el recorte deja al país con una producción diaria de 1.6 millones diarios, 100 mil barriles más que el monto al que se hubiera comprometido si la OPEP y otros países le hubieran aceptado su propuesta. Además, producirá 300 mil barriles adicionales respecto a los que hubiera tenido que producir en caso de haber aceptado el pacto en sus términos iniciales.
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Aunque el país “no pinta” entre los productores, en lo interno el golpe habría sido devastador para las finanzas mexicanas
A pesar del deterioro de los petroprecios globales, se dejarían de ingresar alrededor de 240 millones de dólares mensuales (400 mil barriles diarios x 20 dólares en promedio x 30 días), ingresos que en estos momentos son vitales para el país, aunque en lo público no se acepte como tal.
Habría sido un golpe muy duro para el gobierno
De lograr alcanzar al final de la administración una producción diaria de 2.64 millones de barriles diarios de petróleo. Los problemas para impulsar la producción ya son evidentes desde hace meses, serían mayores si tuviera que partirse de una base menor. El recorte era algo que no podrían permitirse la administración actual y por eso tuvo que acudir a la negociación con Estados Unidos, con un costo que tardaremos en conocer.
Aunque México pudiera producir más, el país ahora enfrenta varias disyuntivas más:
El problema para los países productores de petróleo radica en el crecimiento económico, mientras no haya un verdadero dinamismo en este rubro los recortes a la producción de petróleo mantendrán bajos los precios. En el país podría llegar el momento en el que saldrá más barato importar petróleo que producirlo, por no hablar sobre los costos de operar refinerías que siempre son las más afectadas en un contexto de precios bajos.
Aparentemente, el objetivo de 2.64 millones de barriles diarios de petróleo no está lejos
Sería cosa de aumentar a partir de 2020 esta misma producción a razón de 200 mil barriles diarios. El punto es que la soberanía energética no pasa solamente por la producción, sino por la eficiencia energética y los beneficios que pudiera tener el país en su actividad exportadora. Cuando México produjo más de 3 millones de barriles de petróleo tampoco era un país autosuficiente en términos energéticos, se trata solamente de una meta sin muchos justificantes técnicos, más bien de discurso.
El papel jugado por México en esta negociación no fue el mejor, aunque se diga lo contrario
Pese a que se califique de una gran negociación y una gran muestra de respeto para nuestro país. Lo cierto es que mostró una extrema fragilidad, su producción petrolera es tan baja (así se recibió y tampoco en estos meses se ha podido impulsar), que un recorte de la magnitud que le pedía al país la comunidad petrolera internacional afectaría como a pocos países por las condiciones en las que se encuentra la industria nacional.
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