Buscador
Ver revista digital
Economía

La estanflación llega a China, y ese es un problema para el mundo

03-11-2021, 6:10:00 AM Por:
© Depositphotos

No es un asunto menor; en algunos sentidos el país asiático es más influyente que EU, por ejemplo en los mercados de commodities.

¿Cuál podría ser la palabra más utilizada por los economistas durante los siguientes meses y, por lo tanto, en gran parte del mundo?

Muy probablemente esa palabra sea estanflación, sobre todo, porque ya surgen una serie de evidencias que, a decir de las casas de análisis, muestran que la segunda mayor economía del planeta, China, se encuentra en dicha situación.

No es poca cosa: En muchos aspectos, China es incluso más influyente que Estados Unidos, por ejemplo en los mercados de commodities, de modo que una eventual estanflación en este gigante global prende las alarmas en prácticamente todos los frentes económicos.

Los temores no son únicamente relacionados con esa posibilidad. De confirmarse el fenómeno, este país será uno más de los que pasarán a formar parte de la lista de naciones en estanflación. El problema radica en que erradicarla es muy complicado, según dicen los analistas, pero debe ser todavía más complejo hacerlo en una economía tan grande como la de China.

Señales de estanflación

De acuerdo con las cifras, durante octubre la actividad de las fábricas chinas se contrajo más de lo previsto, lo que de hecho representó su segunda reducción en forma consecutiva. Así lo mostró el índice oficial de gestores de compras (PMI en el argot de economía) del sector manufacturero de octubre, al situarse en 49.2 puntos, por debajo del nivel de 50 unidades que separa la expansión de la contracción, de acuerdo a la teoría económica.

Los analistas señalan que el indicador de producción ha caído al nivel más bajo desde que se publicó en 2005, excluyendo la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de covid-19 en febrero del año pasado.

En combinación con esto, el índice de precios de producción (IPP) ha subido al nivel más alto desde 2016.

Es decir, se dibuja el escenario en este gigante asiático temido por todos los analistas del planeta: bajo o nulo crecimiento, con inflación.

“Es muy probable que la economía de China probablemente ya está atravesando una estanflación, aseguraron a nuestras fuentes analistas en ese país”, señalaba la cadena CNBC al exponer el asunto como uno de los que más deben preocuparnos en este momento a nivel mundial.

Los análisis son rotundos, no es lo mismo hablar de estanflación en muchas economías importantes, que hacerlo en relación a China y Estados Unidos. Ni siquiera Japón, que en la práctica ha pasado por varios periodos estanflacionarios en los últimos 25 años, preocupa tanto como las otras dos potencias.

Las señales son todavía más alarmantes porque en octubre también se registró un importante aumento en el índice de precios de producción, que incluso se llegó a calificar como alarmante.

¿Y por qué esto prende los focos amarillos?, porque a decir de los economistas, es señal inequívoca de que la presión inflacionaria se ha trasladado de las empresas de la fase inicial a las de la fase final y, por lo tanto, a los consumidores.

Si algo preocupa en extremo, es el panorama que dibuja esta eventual estanflación en China, debido a que de mantenerse, no será fácil sacar al país del proceso en el que presuntamente se encuentra.

Analistas de Capital Economics, una consultoría y casa de análisis que sigue de cerca la evolución de la economía asiática, señalan que la producción de las fábricas chinas se ha visto frenada por la reducción del suministro eléctrico, la escasez de materiales y los elevados costos de los insumos.

Todo esto consecuencia directa también de la grave y ya inocultable crisis energética que atraviesa China ante la escasez de carbón.

¿En qué podría afectar a México?

La posibilidad de que China entre en un proceso de estanflación afectaría a todo el mundo de diferentes maneras, pero especialmente las naciones en desarrollo, que en gran medida dependen de China, recibirían fuertes impactos directa o indirectamente.

Quizás el mayor de ellos sería el de la ralentización del crecimiento, es decir un crecimiento más lento y bajo, o incluso periodos de decrecimiento.

China influye en todo el mundo, también en Estados Unidos, pese a que este país sigue siendo el mayor motor económico del planeta.

Para México y muchos países más que quizás no tengan lazos económicos tan directos con China, el problema sería un crecimiento más bajo, mismo que se presenta justo en momentos en los que si algo se requiere es lo contario, un gran impulso económico que saque al planeta y sobre todo a las siempre rezagadas economías emergentes del hoyo en el que cayeron en 2020.

MÁS NOTICIAS:

Comentarios