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Economía

En México, por cada hombre que perdió su empleo, 2.5 mujeres perdieron el suyo

18-05-2021, 7:00:00 AM Por:
© Reuters

Previo a la pandemia, las condiciones laborales de las mujeres estaban en desventaja, hoy han empeorado, acentuando la desigualdad laboral.

Las mujeres del país todavía no ven reflejada una política social más inclusiva que les brinde las oportunidades laborales que anhelan. Asimismo, la parte sur de México es la zona más afectada por este fenómeno, el del desempleo.

La estampa no es novedosa, pero a fuerza de repetirse vuelve a mostrar con toda su crudeza una realidad que se empeña en mostrarse una y otra vez, a contracorriente de cualquier discurso.

Previo a la pandemia, las condiciones laborales de las mujeres estaban en desventaja, hoy han empeorado. También los problemas de empleo y falta de oportunidades en el sur del país no son nada nuevo, pero sí algo que refleja insistentemente que cuando menos para terminar con este fenómeno serán necesarios muchos más años, y políticas públicas adecuadas.

Por cada hombre que perdió el empleo, 2.5 mujeres perdieron el suyo

El desempleo ha golpeado con más fuerza a las mujeres, al menos en este periodo de pandemia, las cifras oficiales son contundentes y no dejan espacio a la duda.

En la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el primer trimestre de 2021 con respecto al mismo periodo del año pasado, se observa que en los diferentes tamaños de las unidades económicas (empresas), se perdieron un total de 2 millones 347 mil 321 empleos, toda vez que la cifra de este primer período trimestral fue de 44 millones 167 mil 666 personas ocupadas, contra los 46 millones 514 mil 987 reportados un año antes.

Evidentemente el factor causal de este desplome en el empleo fue la pandemia y sus efectos devastadores en las unidades económicas de todos los sectores productivos del país. Es ya con la frialdad de las cifras cuando se observan las consecuencias de una crisis global como la que hemos a partir de marzo de 2020, o un poco antes.

Sin embargo, en el análisis, la disparidad es brutal. Casi no hay rubro en el que las mujeres no hayan salido perdedoras, lo que echa por debajo cuando menos en este periodo el discurso de la inclusión, la igualdad y la protección de la mujer como un actor fundamental en nuestra sociedad, cuando menos en términos de empleo la realidad es muy diferente.

Así, del total de empleos perdidos en distintas unidades de negocio, el 25.75 por ciento corresponde a los hombres, mientras que el restante 74.25 por ciento fueron empleos perdidos para el género femenino. Las pérdidas de empleos por parte de las mujeres superaron en 2.44 veces a las de los hombres; es decir, por cada empleo masculino perdido las mujeres perdieron casi 2.5 empleos.

Y como siempre, todo indica que fueron las mujeres con menos recursos, las más humildes, las que resultaron más afectadas; las cifras del INEGI señalan que los micronegocios prescindieron de 825 mil 96 empleos femeninos y que por el contrario recortaron solamente 98 mil 503 empleos del género masculino, una disparidad que muestra el dramatismo de lo que es en México el desempleo en la mujer.

Rubro por rubro, el discurso de la igualdad se cae en pedazos, al menos en este periodo de pandemia las mujeres salieron perdiendo en materia laboral, no hay la menor duda.

Por ejemplo, en los micronegocios sin establecimiento, o cuando menos sin un establecimiento oficial, las mujeres perdieron 346 mil 275 empleos, mientras que los hombres sólo 40 mil 354 fuentes de trabajo. Por su parte, los micronegocios con establecimientos, los llamados changarros, dejaron sin empleo a 478 mil 821 jefas de familia, contra solamente 58 mil 149 recortes en el género masculino. En casi todos los rubros la pérdida de empleo femenino fue la constante, en aquellos que no lo fue, no alcanzan para compensar el fenómeno de la pérdida de empleo para las mujeres.

El sur del país no levanta

El sur de México sencillamente no levanta en cuanto a generación de oportunidades, no al menos con la fuerza requerida para las necesidades que existen.

La ENOE también arroja cifras relevantes; de acuerdo con estos datos, el estado de Oaxaca, con una tasa de 79.7 por ciento, seguido de Guerrero con 76.1 por ciento y Chiapas con 74.2 por ciento, son las entidades que reportaron las tasas más altas de informalidad laboral; es un hecho rotundo sustentado en cifras que igualmente contradice cualquier discurso.

En contraste, Chihuahua con 34.3 por ciento, Nuevo León con 34.9 por ciento y Baja California con 35.8 por ciento, son los estados que registraron las tasas más bajas de informalidad durante el primer trimestre de 2021.

Si analizamos las tasas de subutilización de la fuerza de trabajo la tendencia es más o menos similar, las ciudades con mayor tasa de subutilización de la fuerza de trabajo en el primer trimestre de 2021 fueron Ciudad del Carmen, Campeche, con 42.6 por ciento, Ciudad de México con 42.3 por ciento y Coatzacoalcos, Veracruz con 39.1 por ciento. En contraste, Saltillo con 13.1 por ciento, Aguascalientes con 16.4 por ciento y Ciudad Juárez con 17.6 por ciento, reportaron las tasas más bajas en el periodo.

La fotografía no es muy distinta a la de otros años, el sur de México es una región con atrasos significativos y menores oportunidades laborales, al menos según el INEGI. Pero la pandemia agudizó los padecimientos de estos estados en materia laboral.

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