En cuatro años con AMLO, el PIB de México promedia -0.175%
Los presidentes siempre hacen promesas de crecimiento que se quedan muy lejos de la realidad, y este sexenio va muy por debajo de las expectativas.
Aunque ahora se pide que ya no se usen solamente los indicadores tradicionales para medir los resultados de un gobierno, lo cierto es que las cifras siempre son frías, pero concretas y reflejan con contundencia la realidad.
A cuatro años de la actual administración, el balance dice que uno de sus roles principales no se ha cumplido: impulsar el crecimiento de la economía, sin el cual no hay desarrollo.
Al final, el objetivo ha terminado por estrellarse con la dura realidad de la economía mexicana, una historia cíclica a lo largo de este siglo y, de hecho, desde el último tercio del siglo anterior.
Si no es una gran crisis cambiaria o financiera, es una serie de malas políticas públicas, alguna crisis mundial o una pandemia, lo cierto es que el crecimiento de México es el gran pendiente de la actual administración, y de muchas anteriores.
Promesas versus realidad
Sexenio tras sexenio, también desde hace mucho, las promesas de crecimiento económico surgen al por mayor, cifras de incremento en el PIB que generan expectativas que no se cumplen.
Como señalamos, es un mal endémico, algo que se ha vuelto recurrente y que ya no sirve más que para la anécdota, y en todo caso para comparar los objetivos que “alegremente” son planteados frente a la realidad.
En este siglo, por ejemplo, la promesa de mayor crecimiento económico la hizo el entonces candidato Vicente Fox Quesada, quien aseguró que su gobierno y sus ajustes en políticas públicas llevarían al país crecer a una tasa máxima de 7 por ciento al cierre de su administración.
Como sabemos, Vicente Fox inauguró la alternancia en el poder, derrotó por primera vez al PRI luego de prácticamente 70 años.
Pero, la promesa no se cumplió, el presidente Fox llegó a su cuarto año de gobierno con una tasa promedio del PIB de 1.31 por ciento, misma que no tuvo gran variación al final de su mandato.
Llegó “el presidente del empleo”, Felipe Calderón Hinojosa, cuyas políticas públicas divulgadas en sus promesas de campaña generarían el crecimiento económico suficiente para crear millones de empleos; su expectativa en el programa de gobierno planteaba un PIB promedio de 5 por ciento en el sexenio. La realidad en el cuarto año de gobierno arrojaba una cifra de 1.24 por ciento, que apenas se incrementó al final del sexenio.
En el sexenio anterior el entonces candidato Enrique Peña Nieto prometió un PIB de 6 por ciento, mismo que quedó totalmente fuera de la realidad, en el cuarto año de gobierno apenas rebasaba el 2.14 por ciento y finalmente no tuvo mayor variación.
Los comparativos anteriores nos sirven para mostrar que la economía mexicana arrastra desde hace décadas un grave problema, que en esta administración tampoco se corregirá, no al menos en sus resultados, toda vez que se ha dicho que se “atacan las causas que provocan este tipo de problemas en el país”, el tiempo lo dirá.
Lo cierto es que el sexenio pinta para ser igual a los demás, salvo que rompa con la tendencia de los otros periodos presidenciales, lo que hoy no se ve factible.
La promesa de crecimiento en el PIB de México fue de 5 por ciento durante la campaña presidencial, e incluso se ha llegado en algunas ocasiones a señalar un objetivo de 7 por ciento, basado en el “optimismo” gubernamental, según ha señalado el propio mandatario.
Las cifras hacen a este periodo una copia exacta de los demás: muchas expectativas y resultados que no corresponden.
Este 1 de diciembre cuando la administración en curso cumpla 4 años en el cargo, el promedio de crecimiento del PIB es de menos 0.175 por ciento. Si la misma tendencia se mantiene y sucede lo mismo que los periodos anteriores, es decir, que la tasa del PIB del cuarto año de gobierno no registre grandes variaciones respecto al cierre de la administración, México crecerá muy poco, menos de 1 por ciento, que es el promedio en el que varían los resultados finales.
¿Economía de México está enferma?
En otros análisis se ha señalado cómo el país ha transitado por diversos “modelos económicos” y cuando menos desde hace 40 años los resultados son los mismos; desde finales de la década de los años setenta del siglo pasado, nuestro país no crece a tasas suficientes; de hecho, desde entonces ya se gestaba este periodo de escaso crecimiento.
La economía mexicana está “enferma”, muchos han sido los diagnósticos y muchos los remedios aplicados, pero nada logra mejorarla.
¿No será que, más que un asunto de modelos económicos, es por falta de organización, eficiencia, talento y autoridad suficiente para sacar al país de esta “trampa de crecimiento” en la que se encuentra?
PIB, indicador por excelencia de la tarea gubernamental
En el mundo existen desde hace varios años algunas tendencias que hablan de ya no tomar en cuenta el PIB como indicador exclusivo del crecimiento, pero sin aportar mayores elementos o bases sólidas teóricas y prácticas que ayuden a medir el desarrollo del país, mismo que resulta del crecimiento de la economía.
Mientras eso no suceda, el PIB se mantendrá como el indicador por excelencia de los resultados en la gestión gubernamental, sin importar el color del gobierno.
Producto Interno Bruto de México en el Siglo XXI
Promesa de campaña vs promedio al cuarto año de gobierno de cada presidente
Presidente Promesa (%) Promedio (%)
Vicente Fox Quesada 7 1.31
Felipe Calderón Hinojosa 5 1.24
Enrique Peña Nieto 6 2.14
Andrés Manuel López Obrador* 5 -0.175
*PIB estimado de 2.5% al cierre del año
Fuente: Elaborado con cifras del INEGI, y de las ofertas de campaña de cada mandatario.
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