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Economía

El petróleo mexicano se acerca a 120 dólares, ¿administraremos la abundancia?

09-03-2022, 9:21:30 AM Por:
© Especial

Estas son las similitudes y diferencias entre las anteriores veces en la que el petróleo ha alcanzado máximos históricos y hoy.

Hace 41 años, en 1981, México “administraba la abundancia petrolera”, al menos eso había “decretado” el entonces presidente José López Portillo, quien orgulloso le decía a los ciudadanos que México sería una nación rica en breve debido al descubrimiento, 10 años antes del mayor yacimiento petrolero en la historia del país, frente a las costas de Campeche, el yacimiento Cantarell, que 8 años después de ser descubierto inició su producción.

Sin embargo, México cayó en la que es la mayor de sus crisis a lo largo de una historia vasta en crisis económicas y financieras.

Años después, para 2008, México recibía ingresos extraordinarios por el aumento de los precios internacionales del petróleo, que llevaron a una cotización sin precedentes de 140.73 dólares por barril, nivel no visto hasta ahora. Pero dichos ingresos extraordinarios de poco sirvieron, la economía de México cayó víctima de la crisis hipotecaria estadounidense y perdió en esa década todo lo ganado.

Hoy estamos en una coyuntura de precios internacionales al alza, tanto que este martes la cotización del petróleo mexicano en los mercados internacionales repuntó 3.42 por ciento frente al cierre de la jornada anterior, para ubicarse en los 119.62 dólares el barril, su cotización más alta desde el 27 de julio de 2008, cuando alcanzó los 121.23 dólares.

Así, en lo que va del año, el precio de la mezcla mexicana promedia 85.43 dólares por barril, lo que supera en 30.33 dólares el objetivo de 55.10 dólares estimados para el presupuesto del gobierno federal para este año.

México recibirá al inicio de 2022 ingresos extraordinarios por venta de petróleo, ni duda cabe. Pero, ¿será un escenario diferente al registrado en los otros dos grandes períodos de alzas en los petroprecios?

Similitudes

  • En los tres casos, México recibe ingresos no esperados, que son administrados por el gobierno federal para ser reasignados presupuestalmente.
  • El país es una nación petrolera, nominalmente hablando, aunque su base de producción es muy distinta hoy respecto a otras épocas y, si hablamos en términos reales, la situación es diferente.
  • Pemex es hoy, igual que hace 41 años, la empresa que en teoría recibirá los mayores beneficios, sin considerar que debe entregar gran parte de esos recursos al gobierno federal.
  • Hablando de Pemex, en 1981 igual que hoy, es una empresa con capital de origen estatal
  • Las alzas en los precios internacionales del petróleo obedecen únicamente a factores y/o coyunturas internacionales que benefician directamente al país.
  • México se mantiene como un país petrolero independiente, en el papel no pertenece a ningún cártel petrolero como la OPEP.
  • Si bien la economía mexicana está menos petrolizada, los ingresos petroleros todavía son esenciales en el presupuesto gubernamental, sin ellos habría graves consecuencias para las finanzas públicas.

Diferencias

  • Cantarell prácticamente ya no existe, llegó a producir por sí mismo 2.3 millones de barriles diarios de petróleo, cifra que supera la producción total estimada en 1.8 millones de barriles diarios para este año. Actualmente Cantarell apenas produce 200 mil barriles diarios de petróleo.
  • Teóricamente, el sector petrolero mexicano está abierto a la inversión privada, tras la reforma energética de 2013, aunque sabemos que está en marcha una contrarreforma que busca regresar el monopolio de Pemex.
  • Pemex es hoy la empresa petrolera más endeudada del planeta, con unos compromisos financieros que ascienden a 110 mil millones de dólares
  • La base productiva del país se ha deteriorado no sólo por el fin de Cantarell, es un problema generalizado para el caso de nuestro país
  • México ha dejado de ser una nación exportadora neta de petróleo para pasar a ser un importador neto; es decir, lo que producimos en petróleo es inferior a lo que consumimos.
  • México no puede “administrar la abundancia” esperada para los próximos meses porque los recursos extraordinarios que recibirá los utilizará para subsidiar el irremediable aumento de los precios internacionales de la gasolina, que México importa.
  • Las finanzas públicas están menos petrolizadas, pero más ligadas a los servicios y las exportaciones no petroleras, lo que expone al país a riesgos económicos ante la desaceleración económica global y/o de sus principales socios.

Tres épocas de “abundancia”

México ha pasado por tres grandes épocas con precios de petróleo inusitadamente elevados, tanto que los beneficios a las finanzas públicas son más que evidentes.

Sin embargo, en los dos periodos previos al actual los recursos se dilapidaron y la posibilidad de financiar con ellos el desarrollo y sentar las bases de una prosperidad a futuro, simplemente se esfumaron. En ambos casos nuestro país cayó en crisis económica.

Y la situación actual amenaza con ser muy similar. De entrada, los recursos extraordinarios que se recibirán serán utilizados para cumplir una promesa de campaña, que no aumenten los precios internacionales del petróleo.

Sin considerar que nuestro país vive uno de sus momentos más bajos en cuestión de producción, lejos quedó aquella promesa de llevar la plataforma petrolera a 2.8 millones de barriles diarios de petróleo, era imposible con todo y la nueva refinería que deberá operar en algún momento antes de que concluya este sexenio.

Pocas, muy pocas posibilidades tenemos de “administrar la abundancia”, porque no habrá tal, incluso con los petroprecios, enfilándose a nuevos máximos históricos.

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