Buscador
Ver revista digital
Economía

El factor que impulsó el crecimiento en economías asiáticas, y México no tiene

26-10-2022, 9:38:08 AM Por:
© Especial China

Este factor hizo que estos países salieran del subdesarrollo y la pobreza en unas cuántas décadas. ¿Por qué ellos sí pudieron y nosotros no?

Lo mejor de 2022
Alto Nivel

Ahora que México tiene un nuevo modelo económico, valdría la pena revisar qué es lo que se ha hecho bien en otros países para impulsar el desarrollo y crecimiento económicos.

La auténtica transformación económica

Hace 44 años China era un país empobrecido, con un Producto Interno Bruto (PIB) de solamente 150,000 millones de dólares, insuficiente para sus más de 800 millones de ciudadanos. 40 años después, alcanzó una economía de 12.2 billones de dólares y actualmente registra 16 billones de dólares de PIB, según cifras de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Singapur, Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur eran naciones poco consideradas en el escenario económico global hace 40 años, juntas las cuatro apenas superan el tamaño de México, Singapur por sí mismo no alcanza ni la cuarta parte del territorio nacional. Hoy son los “tigres asiáticos”, con estándares de vida muy superiores a los de otros países, entre ellos México.

El PIB de la India es el tercero más grande del mundo, según el Fondo Monetario Internacional, mientras que otras instancias lo ubican entre el 6 y el 7. Como sea, hace 40 años la economía del país no figuraba ni siquiera entre las primeras 20 del planeta.

¿Qué factor es el que ha impulsado a estas economías mientras que la nuestra sigue estancada?

El factor único

Podemos explicar a grandes rasgos y con un breve resumen qué fue lo que hizo que estos países salieran del subdesarrollo y la pobreza en unas cuántas décadas. ¿Por qué ellos sí pudieron y nosotros no?

Sin embargo, el factor principal de impulso para el desarrollo económico tiene dos componentes que a su vez se resume en uno solo.

Diagnóstico: En China el crecimiento económico iba a ser imposible con una economía rural en su mayoría, tal como existía hasta mediados de la década de los años setenta del siglo pasado, cuando el 80 por ciento del ingreso en el país provenía del campo. China generaba para comer, no para desarrollarse.

Los tigres asiáticos se dieron cuenta que de nada servía estar junto a un gigante del consumo y ser puente geográfico con otras regiones, si no tenían nada que ofrecer.

En la India el activo humano estaba desperdiciado, el 80 por ciento de la población habla inglés además de algún dialecto materno, pero estaban desvinculados del mundo.

Trabajo: Una vez con el diagnóstico correcto, casi unánime, empezó el trabajo para incorporar el desarrollo y crecimiento de largo plazo con políticas públicas adecuadas.

Pero, ningún diagnóstico ni trabajo sirven si no hay un factor determinante. En todos esos países y regiones hubo algo en común, algo que, lamentablemente, en México y en muchos países de este continente es muy difícil de lograr, a veces parece que será incluso imposible: ponerse de acuerdo en un objetivo común.

En México, para no hablar de otros países, un día la prioridad es sacar al campo del subdesarrollo, al otro día es industrializar al país, el día inmediato se trata de impulsar el consumo, otro más nos “ocupamos” de acabar con los pobres, o bien de abatir la desigualdad.

ANÁLISIS: Así le ha ido a México cada vez que cambia de “modelo económico”

No hay diagnóstico, el trabajo se queda a medias y ya ni hablemos sobre qué ponernos de acuerdo.

Por eso, ahora que México tiene un nuevo modelo económico de acuerdo a la administración en turno, una vez que se acabó el neoliberalismo con todos sus males, valdría la pena preguntarse si este nuevo modelo tiene o tuvo las características de la metodología que, está probado, impulsan el desarrollo y bienestar económicos.

Es decir, este nuevo modelo económico ¿parte de un diagnóstico unánime sobre el principal problema económico del país para crecer?, ¿hay un trabajo para sustentado en este mismo diagnóstico?

Pero lo más importante, ¿hay un acuerdo nacional para que con base en este diagnóstico y el trabajo adecuado vayamos todos como país hacia un objetivo común?

Si esto es así, seguramente en unos años más nuestro país empezará a ver los frutos del desarrollo económico.

Si no es así, lamentablemente será un nuevo fracaso, uno más.

MÁS NOTICIAS:

Comentarios