¿Está dando resultados el modelo económico de AMLO?
El presidente López Obrador dice que el modelo económico vigente se llama: “social, democracia, participativa y humanista.”
El pasado lunes, México se enteró del nombre que tiene el modelo económico que está vigente en el país y que, desde el punto de vista del gobierno en funciones, sacará a la nación del atraso en el que se encuentra.
El modelo económico del país se llama “social, democracia, participativa y humanista“, y fue definido por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el mandatario, este modelo económico se sustenta en destinar el presupuesto al pueblo, y en especial a los más pobres, también aseguró que no es un modelo copiado de ninguna parte, que es mexicano y que está dando resultados.
Modelos económicos, sujetos al escrutinio histórico
A lo largo de la historia, los modelos económicos en cualquier parte del mundo deben superar el escrutinio de la misma. Ningún modelo económico puede evaluarse en un periodo de tiempo tan corto como lo es el actual, que tan solo cumpliría 4 años de ser implementado, mucho menos con un factor económico tan determinante como lo fue la pandemia.
Como gobierno, el actual está en todo su derecho de implementar políticas públicas, que eventualmente derivan en modelos económicos, para mejorar la situación económica, impulsar el crecimiento y el desarrollo de la economía. Pero sus resultados siempre deben ser evaluados por otras instancias, guste o no. Decir que el modelo económico actual está dando resultados y que es el adecuado para nuestro país, es además de prematuro, actuar como juez y parte, como si se temiera al juicio de la historia. Pero evaluemos los tres factores que, según el gobierno, conforman el modelo económico actual.
Modelo social, no es el primero
El desarrollo social y la inclusión social como modelo económico no es nada nuevo; de hecho, es un concepto muy arraigado en la política económica mexicana. Quizás el gobierno actual dirá que hoy se reparte el dinero como nunca y que ya no hay corrupción, una vez más es importante decir que todo el accionar gubernamental deberá ser evaluado por la historia.
Este tipo de modelos económicos han sido la constante en el país al menos desde hace cuatro décadas. Por ejemplo, el Modelo de Desarrollo Compartido fue la política económica que siguió el presidente Luis Echeverría a partir de diciembre de 1970. Su política fue de expansión económica, tenía como objetivo (cuando menos ese era el planteamiento), mejorar la distribución del ingreso de los habitantes, este último factor, la falta de una distribución adecuada del ingreso, era considerado como una causa de inestabilidad social. Las políticas sociales han estado presentes desde antes, desde entonces y hasta nuestros días. Un modelo económico con dimensión social no es novedad ni en México ni en muchas otras partes del mundo.
Modelo participativo, una aportación sin mucho sustento económico
Impulsar la participación de la sociedad en la vida política y económica del país será una buena aportación. Sin embargo, también debería evaluarse con el tiempo dadas las características que rodean a la economía y, sobre todo, la política de nuestro país.
En México, el asistencialismo social es una herramienta de chantaje político y económico, en este sentido, la participación o la economía participativa está a años luz de alcanzar el desarrollo que se registra en otras naciones en las cuáles la sociedad participa de verdad, sin chantajes, no sustentado en dádivas. Este modelo de participación ciudadana no es nuevo, es un buen paso, aunque tampoco novedoso del todo en nuestro país, pero a final de cuentas falta mucho por avanzar.
Modelo humanista
Una democracia en la que se respetan los derechos humanos es sin duda un gran paso. Solo habría qué preguntarse si bajo la excusa de los “derechos humanos” puede aplicarse la ley a discreción, o no aplicarse.
¿El modelo está dando resultados?
Como señalamos anteriormente, todo modelo económico y sobre todo sus resultados, deberán ser evaluados por la historia, ser juez y parte no es lo idóneo.
Evaluemos lo que sucede en la actualidad con este modelo económico, con la frialdad de las cifras. Para ello, el indicador clave es el Producto Interno Bruto (PIB), a pesar de que la presente administración ha señalado en diversas ocasiones que, desde su punto de vista, ya no debería tomarse como indicador de crecimiento y desarrollo.
Este indicador señala que el sexenio actual, en el que se implementó el modelo económico llamado “social, democracia participativa y humanista“, tiene el peor crecimiento económico de la historia moderna.
De hecho, se trata del sexenio con el menor crecimiento económico de 1982 a la fecha, es decir en 40 años, con un promedio anual de 0.30 por ciento, abajo del periodo sexenal de Miguel de la Madrid Hurtado (MMH), quien gobernó en México entre 1982 y 1988.
México vive hoy un nuevo modelo económico, cuyos artífices dicen que sacará al país del atraso, ojalá la historia así lo consigne.
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