¿Cuánto pagan en impuestos las grandes empresas en México?
La batalla entre Ricardo Salinas Pliego y el gobierno sobre los impuestos que debe pagar el corporativo revive el debate sobre cuánto contribuyen las grandes empresas en el país.
Uno de los éxitos de esta administración ha sido el incremento en la recaudación, sin duda hubo un avance importante que no debe menospreciarse.
Buena parte de este incremento en recaudación se debe a los actos de fiscalización y auditorías que hace el Servicio de Administración Tributaria (SAT) a grandes empresas, es decir, a corporativos de gran tamaño y cuyas actividades están en industrias estratégicas para el país.
Evidentemente, estas fiscalizaciones provocan diferendos entre los grandes contribuyentes y la autoridad tributaria sobre cuál es la cantidad correcta a pagar en impuestos. El ejemplo más conocido es el enfrentamiento entre el presidente de México Andrés Manuel López Obrador y el empresario Ricardo Salinas Pliego, que lleva una batalla de años sobre los impuestos que le cobra el SAT sobre ejercicios pasados de sus empresas.
De acuerdo con cifras del Servicio de Administración Tributaria (SAT), el año pasado la hacienda pública mexicana logró una captación histórica de impuestos con un total de 4 billones 517 mil 730 millones de pesos, lo que representó un incremento real de 12.3 por ciento, equivalente a 705 mil 210 millones de pesos respecto a 2022.
Para dimensionar, podemos señalar que la cifra recaudada en 2023 por las autoridades fiscales representa el 54.4 por ciento del Presupuesto de Egresos autorizado para ese mismo año, y que suma un total de 8 billones 299 mil 648 millones de pesos.
¿Las grandes empresas pagan muchos menos impuestos en México?
No necesariamente. Quizás otra de las cosas positivas del sistema contributivo fiscal de México es el equilibrio que se observa respecto a quiénes contribuyen.
Según las cifras del SAT, el año pasado los grandes contribuyentes (empresas con ingresos anuales superiores a los 1,500 millones de pesos) aportaron un total de 2 billones 292 mil 409 millones de pesos a la hacienda pública; es decir, la mitad de toda la recaudación, mientras que el resto correspondió a los pequeños contribuyentes.
Lo anterior significa que la carga fiscal en este país es equilibrada, contrario a lo que se señala sobre la supuesta evasión de impuestos generalizada que practican los corporativos mexicanos.
Si ese equilibrio fiscal se alcanzó en la presente administración habría que analizarlo con cifras y datos de otras administraciones, este gobierno afirma haber incrementado en 57 por ciento la recaudación entre los grandes contribuyentes, para un total acumulado de 502 mil 216 millones de pesos, mediante auditorias.
De cualquier manera, este equilibrio en la recaudación hablaría de un sistema más o menos robusto.
Pero el sistema tributario de México también tiene muchos problemas, algunos de ellos severos.
¿Qué tan caros son los impuestos en México?
México no es tan caro en impuestos comparado con otras naciones.
Nuestro país tiene, de hecho, una de las tasas de impuestos sobre la renta más competitivas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de América Latina.
Como sabemos, la tasa máxima de Impuesto sobre la Renta (ISR) en México es de 35 por ciento y para los corporativos es del 30 por ciento, frente a un promedio de los 34 países de la OCDE de 42.5 por ciento.
En América Latina, únicamente es superada por las de Chile (40%), Colombia (39%), Ecuador (37%) y Uruguay (36 por ciento).
De acuerdo con las cifras, los países de la OCDE con las mayores tasas son Japón y Dinamarca, ambos con una tasa máxima de ISR de 55.90 por ciento. Mientras que la tasa más baja se cobra en Hungría y es de apenas 15 por ciento.
El problema de México es la eficiencia, y no solamente la eficiencia recaudadora, sino lo que es peor, la eficiencia y transparencia distributiva.
Recaudación y distribución, el gran talón de Aquiles del sistema fiscal mexicano
Un análisis elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), a la cuál México pertenece, señala que el país tiene uno de los cinco sistemas tributarios más deficientes de los países miembros.
El análisis señala que en México un 36.4 por ciento de los ingresos provienen de los gravámenes al consumo, mismos que son considerados por organismos internacionales y otras asociaciones no gubernamentales como los más regresivos, pues afectan más a las personas con menos ingresos.
Y también se aporta un dato que es revelador: el 80.9 por ciento de la recaudación en México proviene del gobierno central, mientras la proporción de ingresos a cargo de las administraciones locales es la más baja de la OCDE, con apenas 1.6 por ciento.
Es decir, el sistema tributario mexicano está altamente centralizado y, por lo tanto, es muy ineficiente.
Pero no basta con recolectar impuestos, el ciclo completo se cierra cuando estos impuestos se regresan a la sociedad en servicios e incluso devolución de los mismos en efectivo.
El debate sobre los impuestos en México no es nuevo, tiene años y cada parte destaca lo que le conviene.
Pero sin duda, hay mucho camino por recorrer porque el sistema tributario mexicano es altamente injusto, basta con señalar que en el país, un 53 por ciento de la población que trabaja lo hace en la informalidad.
Lo anterior significa que, en realidad, la carga tributaria del país descansa en un porcentaje cautivo desde hace muchos años; pasan y pasan las administraciones federales y esa realidad no cambia.
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