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Economía

¿Crecimiento o bienestar? Ambos se complementan y así lo demuestra la historia

04-02-2022, 9:35:24 AM Por:
© EFE

Tratar de elegir solamente uno es un debate estéril: No hay bienestar sin crecimiento.

La historia de la economía mundial es contundente: no hay bienestar sin crecimiento, y sin la existencia del primero es imposible aspirar al segundo de manera sostenida.

Si uno fuera excluyente del otro, bastaría con fomentar cualquiera de ellos para tener un mundo menos desigual, con la mayoría de los países con los recursos suficientes para otorgar una vida digna a su población. Pero entrar en un falso debate no lleva a ningún lugar. Es loable fijarse como objetivo procurar el bienestar de la población, pero sin un crecimiento económico sostenido eso es prácticamente imposible.

Tres ejemplos de crecimiento y bienestar, o viceversa

Sin entrar a otro falso debate sobre qué es primero (evidentemente primero debe existir crecimiento económico para que se sienten las bases del bienestar), aquí tenemos tres ejemplos de cómo la relación crecimiento-bienestar es indivisible, nacen juntas y mueren juntas.

Japón

Después de la Segunda Guerra Mundial Japón era una economía destruida, condenada a la pobreza generacional porque no tenía los recursos suficientes, estaba sometido a los impuestos de guerra, más el hecho de ser una nación con recursos escasos (recordemos que es una serie de archipiélagos), junto a la destrucción masiva de sus fuentes de producción, dejaron a la economía japonesa “en el suelo”. ¿Entonces por qué hoy es la tercera mayor economía del planeta si estaba destruido hace poco más de 75 años?

La clave fue el crecimiento constante; Japón registró de 1946, es decir sólo un año después del final de la guerra, hasta 1985, prácticamente 40 años, un crecimiento económico constante y a veces espectacular. Ese crecimiento le permitió generar dos cosas: desarrollo y bienestar para su población. Después ha pasado por baches, pero mayormente con periodos de desarrollo.

¿Japón es un ejemplo muy lejano? Perfecto, vayamos unos kilómetros al norte del país, pasemos el Río Bravo.

Estados Unidos

Con 246 años de vida independiente Estados Unidos es la primera potencia global desde finales del siglo XIX, le costó llegar a tal sitio prácticamente un siglo desde su independencia en 1776. En el camino tuvo una cruenta guerra civil, la mayor depresión económica en la historia de la humanidad, ha participado en dos guerras mundiales, y como toda nación, tiene y tuvo un sinnúmero de conflictos sociales.

¿Por qué a unos cuántos kilómetros está la primera potencia del mundo y México vive un atraso generacional?

Estados Unidos vive constantes periodos de crecimiento; cuando le va “mal” registra 4 o 5 años de avance en su economía antes de entrar en un periodo de recesión; pero en sus mejores momentos tiene varios periodos de casi una década de crecimiento constante y suficiente. No es lo mismo que una economía como la de Estados Unidos crezca 2 o 3 por ciento a que lo haga una como la de México. Sin esas eras constantes de crecimiento, Estados Unidos no sería lo que hoy es, ya ni hablemos del estado de bienestar para su población.

Pero, en un acto de malinchismo, digamos que ellos crecieron porque son gringos. Perfecto, vayamos al caso más espectacular de crecimiento y bienestar de finales del siglo 20 y lo que llevamos del siglo 21.

China, el dragón que creció

China sacó de la miseria a 750 millones de habitantes en menos de 4 décadas. No sólo eso, a muchos de ellos los llevó a niveles de bienestar imposibles de aspirar antes de 1978 cuando la cerrazón de la economía para evitar las “malas influencias capitalistas” los tenía condenados a ser pobres de por vida, y muchos de ellos estaban condenados a la pobreza extrema.

Una serie de reformas económicas pusieron en marcha la maquinaria del dragón asiático, fue un despegue inmediato, pero crecimiento desde el inicio. China ha llegado a crecer hasta un estratosférico 15 por ciento en su PIB anual, algo que ninguna potencia ha logrado hasta el momento.

El resultado está a la vista, China es la segunda mayor economía del planeta y se estima que de seguir la misma tendencia a más tardar en el año 2030 será la primera, rebasando a Estados Unidos.

La China actual no se explica sin décadas de crecimiento económico, un año sí y otro también, es una política de estado, incluso con sanciones para los gobernantes si no logran ese objetivo, no hay el menor pretexto, tanto así que el año de la pandemia, 2020, con todo y ser el país de origen, fue de las pocas naciones que registraron crecimiento económico.

Estos ejemplos y varios más nos dejan claro que debatir sobre el crecimiento y el bienestar, querer sustituir uno por otro, o incluso decir que estamos frente a un nuevo paradigma, es totalmente estéril.

La economía tiene leyes universales muy claras, incluso antes del siglo XX que es el inicio de la era moderna, aquellas naciones con crecimiento eran las que mejores condiciones de bienestar tenían para su población.

Ojalá México empiece a crecer para que con el paso de los años genere bienestar para su población, repartir el presupuesto no es precisamente algo que refleje ni crecimiento ni bienestar.

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