Control de precios parece inminente, pero tendrá consecuencias en el sexenio
El Gas Bienestar y el tope a las comisiones de las Afores son los dos antecedentes de esta administración que nos manda señales de lo que pueden hacer para controlar la inflación.
Dado el estilo y la visión muy personal del presidente Andrés Manuel López Obrador en el manejo de la economía del país, el control de precios, que incluso ha señalado ya como una opción para disminuir los efectos del repunte de la inflación entre los consumidores, parece una acción inminente si la inflación sigue su escalada.
Este martes se anunció que en Estados Unidos la tasa de inflación durante marzo se colocó en 8.25 por ciento, la más elevada desde 1981, es decir desde hace 41 años, generaciones de estadounidenses no habían visto en su vida algo así.
Por consecuencia, es posible que en México este indicador también se mantenga al alza, aunque según algunos analistas hay señales de que está por alcanzar su pico en la economía estadounidense, sin que sea una certeza absoluta.
AMLO ya lo utilizó
La presente administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya utilizó los controles de precios como herramientas de política económica para controlar o poner topes a algunos costos. Concretamente, fijó un límite a la tasa de comisión que cobran las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro (Afores), y también puso topes al precio del gas en los meses recientes.
Pero tampoco es una medida extraordinaria para la economía mexicana, sólo que hacía muchos años que no se implementaba. De hecho, es algo que data de los años ochenta del siglo pasado. Lamentablemente por aquellas experiencias históricas, es posible señalar que los resultados no fueron favorables.
Pero, quizás debimos iniciar con lo esencial, definir qué es un control de precios.
El control de precios se refiere a una medida por medio de la cual, un gobierno fija una tarifa para determinadas mercancías o productos, puede también establecer una cotización mínima y máxima para limitar los incrementos al consumidor final.
Según la regulación nacional, el gobierno mexicano puede establecer control de precios para productos y servicios de interés nacional, pero es necesario que no haya condiciones de competencia efectiva. Este último punto es poco claro, porque es el propio gobierno el que determina si hay o no condiciones de competencia efectiva; es decir, se vuelve juez y parte.
Las consecuencias
Los controles de precios son, en realidad, medidas efectistas de corto plazo, que en el largo plazo no resuelven nada sino, por el contrario, empeoran las condiciones de competencia y desarrollo de los mercados.
Monopolio, acaparamiento y especulación, esas son las prácticas que en los hechos se incentivan con el control de precios, la historia de México y de otras naciones es la misma y lleva a lo mismo.
Los controles de precios distorsionan el mercado incentivando prácticas como el monopolio, el acaparamiento y la especulación de precios, dijo a Bloomberg Línea Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero en Black WallStreet Capital (BWC).
Más que control de precios, el gobierno federal debe implementar medidas que fomenten la productividad, más aquellas que hagan más eficientes las cadenas de logística, pero en todo caso si es inminente la medida, debería ser parcial o temporal, no una política pública definitiva, como podría ser el caso y como lo fue por muchos años en el país.
Con el control de precios al final del día las propias empresas estatales, que son por lo general las más beneficiadas, incurren en prácticas como las antes señaladas, si existe alguna duda basta recordar unas siglas muy presentes en este país hasta hace algunos años: CONASUPO (Compañía Nacional de Subsistencias Populares), que inició como una empresa del estado cuyo objetivo era disminuir el incremento de precios, regular el mercado y satisfacer la demanda nacional de productos como los granos, pero terminó cometiendo los mismos errores.
Inflación, cuidado con su componente
En el caso actual, la inflación del país tiene un componente nacional y otro internacional, es decir no es una inflación exclusiva o casi exclusiva de México. Por lo tanto, es importante conocer este factor para no cometer el error de pensar que una medida de control nacional será efectiva y terminará con los efectos provenientes del exterior.
Por ejemplo, en el caso de los alimentos y energéticos, es un hecho que la mayor inflación la sentimos en este momento del exterior, por factores como la guerra Rusia-Ucrania y el aumento general de precios en el mundo.
En conclusión, un control de precios parece inminente si observamos el desempeño de la administración actual en materia económica, quizás los efectos iniciales reflejarán menor crecimiento de precios, pero no hay seguridad de que sea una medida eficaz de largo plazo, la historia nos dice que las cosas así no son.
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