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Economía

Así afecta el peso (demasiado) “fortachón” a la economía y finanzas nacionales

20-02-2023, 9:38:57 AM Por:
© Especial

Hasta ahora, la SHCP y Banxico no se han pronunciado sobre los efectos indeseados de un peso demasiado fuerte, probablemente porque no quieren ser los “aguafiestas” y contradecir el discurso oficial.

El júbilo por el “peso fortachón” que se respira en las altas esferas gubernamentales no necesariamente es compartido por algunos sectores de la economía mexicana. Esta fortaleza ya impacta en varios rubros y amenaza con debilitar más, el ya de por sí crecimiento mediocre que registra nuestro país, cuando crece.

Incluso, dentro de algunas áreas gubernamentales debería existir cierta preocupación; o ya existe, pero no la comparten para no contradecir el discurso oficial que habla de que un peso fuerte, un “peso fortachón”, es supuesto resultado de una política económica exitosa, lo cual no es cierto.

En varios sectores el impacto de un peso fuerte, derivado especialmente del contexto de tasas de interés entre México y Estados Unidos, es visible o no tarda en serlo. En términos generales, esta apreciación cambiaria que ha llevado al peso a su nivel de mayor fortaleza en prácticamente 5 años, tarde o temprano se reflejará en el desempeño general de la economía del país.

Así le pega el “peso fortachón” a las finanzas nacionales

La extrema apreciación del peso, producto en buena medida del diferencial de tasas entre los bancos centrales de México y Estados Unidos. más que reflejo de una exitosa política económica, genera problemas en las finanzas nacionales, algunos de los más evidentes son:

Menos valor por remesas: Unos que no deben estar muy a gusto con “el peso fortachón”, son millones de mexicanos allá en Estados Unidos, que no entienden cómo es posible que mientras por un lado el gobierno celebra con bombo y platillo que cada día manden más dólares al país, asumiéndolo también como un logro de la gestión gubernamental, sus familiares cada vez reciben menos pesos.

En 2022, México recibió 58,497 millones de dólares en remesas, un 13.4% más con respecto a 2021. Los envíos de dólares que los paisanos mandan desde Estados Unidos a sus paisanos siguen batiendo récords. El año pasado, la remesa promedio fue de 390 dólares, 3.28% más que el año anterior. Pero con un peso demasiado fuerte, las familias reciben cada vez menos pesos al cambiar sus dólares.

Golpe a exportadores: México es un país con vocación exportadora; solo en 2022 el comercio entre México y Estados Unidos alcanzó la cifra histórica de 779 mil 308 millones de dólares, lo que representó un crecimiento de 17 por ciento respecto al monto registrado en 2021, de acuerdo con el Buró de Censos de Estados Unidos. Sin embargo, de esa cifra México exportó a Estados Unidos un monto de 454 mil 930 millones de dólares, al tiempo que importó 324 mil 378 millones.

La excesiva apreciación del peso tiende a abaratar las exportaciones y encarecer las importaciones, lo que tarde o temprano se refleja en la balanza comercial del país al reducirse los ingresos ya que, en términos de pesos, cada día se reciben menos por el abaratamiento del dólar.

Impacto en Pemex: Otro impacto de la apreciación cambiaria que se celebra casi a diario, se refleja en la petrolera nacional, cuyos ingresos básicamente se denominan en dólares y al convertirlos a pesos resienten un deterioro considerable. En otras palabras, el “peso fortachón” reduce los ingresos de Pemex, debido a que estos se denominan principalmente en dólares al provenir de las exportaciones de crudo.

Ingresos públicos a la baja: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimó un tipo de cambio promedio de 20.60 pesos por dólar para este año y con esa base calculó los ingresos públicos, muchos de ellos denominados en dólares, como los ya mencionados ingresos petroleros y los provenientes por impuestos sobre la exportación.

Pero, tanto los ingresos petroleros como los derivados de las exportaciones van claramente a la baja debido al “peso fortachón” o fuertemente apreciado. Se estima que de mantenerse la situación actual, en las mismas condiciones habría una caída de hasta 100 mil millones de pesos en los ingresos públicos.

Tasas de interés: El alza de las tasas de interés encarece el servicio de todo tipo de deudas, incluyendo las del estado. Más tasas es igual a más costos financieros y el gobierno mexicano está incluido. En suma, se considera un impacto de entre 200 mil y 250 mil millones de pesos; la cifra se dice rápido, pero es un golpe severo a las finanzas públicas.

Ante la situación, el gobierno mexicano debe tomar medidas, que bajo su contexto actual podría incluso no compartir mucho con los medios; pero no hay demasiadas opciones.

Una de estas medidas podría ser disminuir el gasto; es decir, recortando egresos en diversas áreas para ahorrar recursos. Pero, como sabemos, no habrá recorte a los programas sociales.

El problema es que financiar estos programas le costará cada vez más al país, con graves repercusiones en el transcurso de los años, es una historia que se repite.

La otra opción es elevar los ingresos; pero, en este rubro específico tampoco hay demasiadas opciones y, como sabemos, el gobierno actual no tomará la decisión de crear nuevos impuestos, saben que eso sería como un “suicidio político”.

¿Y qué dicen SHCP y Banxico?

Es curioso que las dos principales autoridades financieras del país no se hayan pronunciado sobre la fortaleza extrema del peso; tanto el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, así como la titular de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, no dicen nada. El primero sin duda es testigo de cómo un “peso fortachón” está impactando en las finanzas nacionales en general, y en organismos ya de por sí con finanzas deterioradas, como la petrolera nacional Pemex.

En el caso de la segunda, concentrada en su trabajo, junto con el resto de la junta de gobierno del banco central, ha quedado un tanto rebasada por la creciente inflación, que no muestra signos de querer retroceder de manera permanente hacia el objetivo de 3 por ciento y sube la tasa de interés, a sabiendas de los efectos perniciosos que sí o sí caerán sobre la economía del país.

De hecho, hay mecanismos que la Comisión de Cambios de Banxico, integrada por miembros de Hacienda y Banxico, puede poner en marcha para detener la extrema apreciación del peso, celebrada jubilosamente en instancias gubernamentales, sin que las autoridades respectivas les expliquen que se debe al “regocijo” de los capitales llamados hace unos años “golondrinos”.

El banco central mexicano sabe que un peso excesivamente fortalecido no es el mejor de los escenarios para el cumplimiento de sus objetivos, pues impacta en dos vertientes:

Flujos de capitales golondrinos que crean “espejismos cambiarios”, haciendo creer que el peso es una moneda cuya apreciación obedece a condiciones internas ligadas a su economía, cuando sabemos que en realidad esta fortaleza obedece preponderantemente a un factor financiero relacionado con la tasa de interés entre México y Estados Unidos.

Golpe al mercado exportador, con reducción en ingresos que tarde o temprano se refleja en las condiciones de las empresas; como siempre sucede, los gigantes de cada sector están en condiciones de “aguantar” la tormenta. Sin embargo, alrededor del mercado giran miles o millones de microempresas y muchas de ellas podrían no soportar esa fortaleza del peso, que tanto celebran todas las mañanas.

El “peso fortachón” está generando severos dolores de cabeza, pero tal parece que quienes deberían advertirlo prefieren ignorar o dejar pasar, en aras del júbilo de las conferencias mañaneras. ¿Y el país?

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