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Yasmín Esquivel reclama que la UNAM viola su derecho al honor

20-02-2023, 6:15:00 AM Por:
© Especial

La ministra de la Corte pidió limitar la libertad de expresión de las autoridades universitarias, y detener cualquier resolución sobre el plagio de su tesis.

La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, ha iniciado la que -previsiblemente- será una larga y complicada batalla legal en contra de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución a la que la togada acusa de violar sus derechos al honor y dignidad, por el procedimiento que se le sigue al presuntamente haber plagiado, en 1987, su tesis de licenciatura.

El centro de la demanda de amparo que la ministra promovió en contra de la UNAM, con la que ya obtuvo una suspensión provisional, versa sobre el supuesto grave daño moral y afectación a su honor que le han causado las resoluciones de la casa de estudios.

Por ello, de entrada, Esquivel Mossa pidió que se limitara la libertad de expresión de las autoridades universitarias, y que se suspendiera cualquier resolución de estas en torno al plagio.

De acuerdo con el expediente del amparo consultado por ALTO NIVEL, los hechos indebidos que se le adjudican a Esquivel, no tendrían fundamento alguno, según la funcionaria, además de que tampoco existirían pruebas que acreditaran lo que ya señaló el Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores Aragón.

Esa instancia concluyó, el pasado 12 de enero, que la entonces alumna de la FES Aragón, Yasmín Esquivel Mossa, “copió (en 1987) parte sustancial del contenido de la tesis presentada un año atrás por el alumno de la Facultad de Derecho, Édgar Ulises Báez”.

Esta determinación, junto con el procedimiento que lleva a cabo el Comité Universitario de Ética, así como las declaraciones a los medios de comunicación hechas por el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, habrían afectado el honor y la buena reputación de la ministra, derechos cuya trasgresión -en conjunto- se incluyen en el concepto jurídico de daño moral.

Con este argumento, la ministra considera que la UNAM ha violado los artículos 1, 14 y 16 de la Constitución, el numeral 17 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, así como los artículos 8 y 11 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, conocida como Pacto de San José.

No más declaraciones

Yasmín Esquivel solicitó a la jueza Sandra de Jesús Zúñiga, titular del Juzgado Quinto de Distrito en materia Administrativa de la Ciudad de México, que le concediera el amparo de la justicia federal porque la UNAM, además de presuntamente violar su derecho al honor, le habría privado de los derechos a una adecuada defensa, legalidad, seguridad jurídica, y debido proceso, todos contemplados en las normas ya citadas.

Al dolerse de esas afectaciones, a través de sus abogados, la ministra instó se suspendiera cualquier determinación que vaya a tomar en su contra el Comité de Ética de la UNAM. En tanto que también pidió a la jueza ordenara a las autoridades universitarias, en especial al rector Graue Wiechers, se abstengan de emitir comunicados, conferencias de prensa, desplegados, o información relacionada con su caso.

En ese tenor, la jueza Sandra de Jesús Zúñiga ordenó a todas las autoridades de la casa de estudios que tengan intervención en el asunto, abstenerse de informar sobre este tema, pues con ello se estaría atentando en contra de la presunción de inocencia de Esquivel.

En el auto en el que se concedió la suspensión provisional, la jueza aclaró que esa medida cautelar no debe considerase una afectación a la libertad de expresión de las autoridades de la UNAM, pues estas deben “actuar con moderación cuando expresen sus opiniones y puntos de vista”.

Ante esto, la UNAM lamentó en un comunicado la determinación de la juzgadora, señalando que “no puede estar de acuerdo con el mandato judicial que busca silenciarla, coartando su libertad y el derecho a la información de los universitarios y de la sociedad”.

Aunque obviamente la Universidad cumplirá con lo ordenado por la jueza en la suspensión provisional que beneficia a la ministra de la Corte, también adelantó que “hará uso de los recursos jurídicos a que tiene derecho”, entre los que se incluyen la Queja en contra del fallo provisional, o el Recurso de Revisión, en caso de que a Esquivel también se le otorgue la suspensión definitiva.

Ambos recursos deben ser resueltos por un Tribunal Colegiado de Circuito en materia Administrativa en la Ciudad de México.

La UNAM añadió que, al ser un espacio de libertades, la pluralidad de las ideas se expresa y confronta “sin restricciones ni cortapisas”, pues en la Universidad “no se acallan las voces; por el contrario, es donde se alienta el debate y se cultiva el pensamiento crítico”. Por lo que “la censura siempre será contraria a la esencia” de la institución.

En contraste, al conceder la suspensión provisional, la jueza Sandra de Jesús Zúñiga advirtió que todos los órganos del Estado mexicano “tienen la obligación de no condenar informalmente a una persona o emitir juicio ante la sociedad, mientras no se acredite su responsabilidad”.

El problema aquí es que una instancia universitaria, en específico el Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de donde Yasmín Esquivel es egresada, ya determinó, tras investigar el caso, que esta sí copió su tesis de licenciatura.

Se trata de una resolución que también combate la ministra en su demanda de amparo, junto con los lineamientos que permiten la creación y funcionamiento de los Comités de Ética de la UNAM.

Es decir, Esquivel Mossa, pretende que el Poder Judicial de la Federación, del que ella misma es parte, declare inconstitucionales todas las normas, actuaciones y resoluciones de las autoridades universitarias con las que se ha estudiado el plagio de su tesis.

El tema no es menor si consideramos, primero, que la ministra tiene un conflicto de interés al ser integrante del Poder Judicial de la Federación, y pedir que sea ese mismo poder del Estado el que la proteja, sin antes -al menos- haber pedido licencia al cargo.

Y en segundo lugar, no hay que olvidar que la misma Esquivel Mossa declaró ante la Fiscalía de la Ciudad de México contar con pruebas que demostrarían que ella no copió el ensayo que le sirvió para titularse como licenciada en derecho. Incluso, el pasado 2 de enero, en la sesión de la Suprema Corte en la que se eligió a la ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, Yasmín Esquivel afirmó que los señalamientos de plagio en su contra eran falsos.

Entonces, si tiene las pruebas de que incorrectamente se le acusa de plagio, resulta por demás controvertido que demande en amparo a la UNAM para que la institución educativa repare el daño moral que presuntamente le ha causado al investigar lo que constituye la máxima falta en el ámbito académico: apropiarse indebidamente de las ideas de otros, y presentarlas como propias para obtener un beneficio.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
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