Prepa Ibero, una década transformando al mundo
Hace diez años se creó Prepa Ibero para ofrecer una alternativa de educación integral que forma a los mejores hombres y mujeres para el mundo.
La Prepa Ibero celebra su primera década de existencia y se manifiesta orgullosa y agradecida por la confianza hacia la institución y su modelo pedagógico de excelencia académica, de acompañamiento cercano y de formación integral, que permite a sus estudiantes crecer con valores de solidaridad, paz y justicia social, que los convierte en agentes de cambio.
La institución basa su modelo en una educación jesuita y una tradición pedagógica de 450 años, el Paradigma Pedagógico Ignaciano, y en el trabajo realizado durante más de 75 años por la Universidad Iberoamericana.
El “sello ignaciano”, que es el pilar de la institución, se refiere al legado jesuita, que siembra en las personas la semilla que los aliente a transformar la sociedad, contribuyendo a que sea más justa, incluyente, libre y pacífica. Se trata de un paradigma accional, que invita a seguir estos pasos: situar la realidad en su contexto, experimentarla vivencialmente, reflexionar a partir de la experiencia, actuar consecuentemente para transformar el entorno según las posibilidades del sujeto y por último, evaluar la acción y la totalidad del proceso.
Este paradigma busca explicar la realidad sin prejuicios, contemplar el mundo como es y permite dejarse afectar por él para estar en la realidad como principio de posibilidades. Esto mantiene al paradigma vigente e ilimitado al incentivar la creatividad, la imaginación, la profundidad en el aprendizaje y el análisis crítico, incorporando el rigor teórico con la reflexión y acción para construir un mundo más humano, justo y lleno de esperanza.
Un proceso de acompañamiento
Al aplicar este paradigma, Prepa Ibero acompaña al estudiante en su proceso de exploración, discernimiento y ordenamiento de todas dimensiones de la persona, a través de un nutrido plan de estudios, tutorías, acompañamiento psicopedagógico, experiencias sociales, campamentos, actividades y talleres artísticos y deportivos.
Con esta formación integral, mantiene el legado jesuita de la cura personalis o cuidado de las personas que ha sido un importante desafío y uno de los mayores logros alcanzados: traducir este cuidado a todo el estudiantado distingue este modelo educativo de otros y permite formar estudiantes afectivamente integrados, críticos, responsables de su entorno y realidad, en búsqueda de transformar el mundo para el bien común.
Es esta formación la que ha permitido a Prepa Ibero superar cualquier adversidad, particularmente el desafío de la pandemia, pues en menos de una semana, académicos y personal administrativo estaban listos para continuar todas las clases a distancia sin descuidar la excelencia académica y el cuidado de las personas.
Además, en poco tiempo se posibilitó un espacio de mediación educativa que simbólicamente rompió el aislamiento y la soledad compartida brindando un refugio seguro, de crecimiento y transformación. La comunidad entera se volcó a apoyar más enfáticamente a los grupos más desfavorecidos y golpeados por la pandemia generando redes de ayuda, que incluso se tradujeron en dos proyectos ganadores de la convocatoria Ibero frente al COVID-19.
A 10 años de existencia, Prepa Ibero se consolida como una formación transformadora que permite continuar la misión de formar personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas que se conviertan en los y las mejores para el mundo. Sigue impulsando a las nuevas generaciones de la mano de esta institución educativa.
