Juez niega prisión domiciliaria a Jesús Murillo Karam pese a problemas de salud
A pesar de que se encuentra hospitalizado y ha sido intervenido quirúrgicamente, se mantiene el riesgo de fuga del exfuncionario.
El exprocurador Jesús Murillo Karam, quien permanece hospitalizado en la Torre Médica del penal de Tepepan, al sur de la Ciudad de México, deberá permanecer privado de su libertad al menos lo que resta del año, luego de que un juez de control le negó al exfuncionario la prisión domiciliaria que había solicitado a través de su defensa.
Marco Antonio Fuerte Tapia, juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio norte capitalino rechazó el cambio de medidas cautelares en favor de Murillo, debido a que se mantiene el riesgo de fuga, a pesar de que ha sido intervenido quirúrgicamente y, según su abogado, debe seguir recibiendo tratamiento médico especializado.
Después de una audiencia que duró cerca de 8 horas, en la que el exfuncionario compareció vía remota a través de videoconferencia, el juzgador determinó que, por el momento, la atención y observación médica que requiere “se le está dando”, y para ello “no es el mejor sitio su domicilio”.
En contraste, Javier López García, uno de los abogados del detenido, afirmó que parece “increíble que una persona de 74 años, que tiene todas estas enfermedades que se pudieron demostrar con todas las evidencias que se mencionaron, pudiera tener intenciones de fugarse”, como lo argumentó el Ministerio Público federal en la audiencia.
Ante esto, el penalista López García informó a la prensa que apelarán la decisión del juez, aunque la resolución de ese recurso podría llegar hasta 2023.
Salud deteriorada
Los defensores de Jesús Murillo Karam, quien fue detenido en agosto pasado y está acusado de delitos contra la administración de justicia, desaparición forzada y tortura, pidieron en un inicio la libertad provisional del exfuncionario, con la portación de un brazalete electrónico y la entrega de su pasaporte.
En la misma solicitud, los litigantes López García y Elvia Marina Vázquez Mendoza, apuntaron que, si no eran concedidos estos beneficios, entonces se impusiera la prisión domiciliaria.
La petición se fundamentó con varios dictámenes periciales y reportes médicos que demostrarían que la salud de Murillo Karam hace inviable la posibilidad de fuga, debido a su deterioro, a lo que se añade que sus cuentas bancarias se encuentran bloqueadas por orden de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.
Los penalistas agregaron a la documentación que se le entregó al juez los informes del personal del Reclusorio norte, en los que se indica que el exprocurador fue atendido médicamente en 11 ocasiones desde que llegó a ese centro penitenciario, incluyendo una en la que tuvo una crisis de hipertensión.
Asimismo, seis veces tuvo que ser trasladado a un hospital público, en tanto que en noviembre pasado permaneció 27 días en terapia intensiva, luego de que fue intervenido quirúrgicamente por una enfermedad cardiaca.
En ese tenor, el Ministerio Público federal le dijo al juez que el estado de salud de Murillo “es mejor que el que tenía el 24 de agosto, cuando se le impuso la prisión preventiva justificada”.
Luego de escuchar las posiciones de la defensa y de la Fiscalía, el juez Marco Antonio Fuerte Tapia determinó que las condiciones que justificaron la prisión preventiva del exservidor público no han cambiado.
“Las enfermedades ya se conocían desde la audiencia inicial”, apuntó el togado, y de igual forma, se le ha dado tratamiento médico, incluyendo una operación quirúrgica que “fue exitosa”, por lo que “no es procedente que lo interne en un centro hospitalario porque ya lo está”, concluyó el juzgador.
El penal de Tepepan es un Centro de Readaptación Social exclusivo para mujeres, aunque cuenta con un área médica en la que también se atiende a hombres privados de su libertad que requieren los servicios especializados de los facultativos que laboran en esa institución.
El extitular de la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR) fue detenido en agosto pasado, debido a las numerosas irregularidades con las que se desarrolló la indagatoria de la desaparición -en 2014- de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
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En esa investigación se habrían ocultado e inventado hechos, desaparecido pruebas, y torturado a decenas de imputados, a fin de llegar a una conclusión que no se apega a lo que realmente sucedió con los estudiantes, de acuerdo con la actual Fiscalía General de la República, y la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa de la Secretaría de Gobernación.
De ser encontrado responsable de los delitos por los que se le acusa, Jesús Murillo Karam podría ser sentenciado a penas de entre 10 y 60 años de prisión.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.