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¿Es legal la transferencia del la AICM a la Marina?

08-08-2023, 6:08:37 PM Por:

La militarización de la terminal aérea de la capital del país, que trasgrede la Constitución, se formalizó a través de un acuerdo firmado por el presidente.

Es oficial, el principal aeropuerto de México será manejado por personal militar, en específico -en un plazo de 60 días naturales- los recursos humanos, financieros y materiales de la terminal aérea capitalina pasarán a la Secretaría de Marina (Semar), institución que tendrá el control de las empresas paraestatales propietarias del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

La militarización del aeródromo, anunciada este martes a través de un acuerdo que firma el presidente Andrés Manuel López Obrador, publicado en el Diario Oficial de la Federación, se suma a las decenas de actividades civiles que durante la actual administración han pasado a manos de personal castrense.

Esto transgrede diversas disposiciones de la Constitución, principalmente su artículo 129 que establece que, “en tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”.

Una justificación endeble

La transferencia para que sea el personal de la Marina el que maneje al completo la terminal aérea de la capital mexicana se justifica como parte de la “Estrategia Nacional de Seguridad Pública” del gobierno federal, política que, según el acuerdo, “busca preservar la seguridad interior del país”, y “aprovechar los recursos humanos, materiales e infraestructura que pueden aportar las Fuerzas Armadas en favor de la seguridad”.

El documento agrega que también se quiere “reorientar” a las Fuerzas Armadas “para impulsar la colaboración entre la población civil al enfatizar el papel de estas como parte de la sociedad”.

El problema es que -en cualquier democracia- los estamentos militares, que obviamente se integran por miembros de la sociedad, están claramente separados de la población y actividades civiles.

La razón de esto es muy simple: Poseen el poderío de las armas, por lo que necesariamente solo deben realizar acciones normadas por la disciplina castrense y no intervenir en las áreas que, en el caso de México, están claramente reservadas a los civiles, de acuerdo con la Constitución.

La obligada separación del Ejército y la Marina de las actividades civiles se ratifica en nuestro régimen jurídico con la subsistencia del fuero de guerra, figura contemplada en el artículo 13 constitucional con la que los elementos militares, en caso de que cometan faltas y delitos estando en servicio, son juzgados por tribunales distintos a los civiles, a menos que en el ilícito se vea involucrada una persona que no sea miembro de las Fuerzas Armadas.

Descuidos que subsanará la Marina

Para nadie es un secreto que el AICM padece desde hace décadas severas deficiencias. Al transportar cada año a varias decenas de millones de pasajeros, su infraestructura es insuficiente desde finales de los años noventa.

Justo por eso desde la administración del presidente Vicente Fox (2000-2006) se intentó construir una nueva terminal aérea, mucho más grande, que permitiera dar un mejor servicio para la capital del país.

Los problemas de saturación que cotidianamente se experimentan en este aeródromo son explicados -en el acuerdo presidencial- con el argumento de “que en años anteriores hubo un descuido sistémico en las terminales aeroportuarias”, considerando sobre todo que el AICM es una de las pocas terminales aéreas que pertenecen al Estado mexicano, y no a la iniciativa privada.

El descuido que señala el documento añade que este “generó actos destinados a comprometer la seguridad de la aviación civil y del transporte aéreo”, a pesar de que se cuenta con sistemas para monitorear amenazas y riesgos, cuyos “reportes no eran atendidos con prontitud”.

Por ende, la transferencia del aeropuerto capitalino a la Marina, según el gobierno federal, servirá para “facilitar los medios para el traslado de personas con seguridad y calidad”, lo que en realidad puede hacer el personal civil, siempre y cuando se tenga el presupuesto para ello.

Bajo esta perspectiva, aunque no se menciona en el acuerdo firmado por el presidente, con la militarización del AICM podemos suponer que la saturación cotidiana, los constantes retrasos, y las fallas de seguridad, se reducirán o incluso desaparecerán en los próximos meses.

No obstante, al menos en lo que respecta a la seguridad, esto ya debería notarse en el aeropuerto, pues la Marina lleva más de un año encargándose de este rubro en la terminal aérea.

En contraste, por poner solo un ejemplo, los escáneres corporales para revisar a los pasajeros en el AICM están fuera de servicio porque no se ha podido encontrar a una empresa que les dé mantenimiento, lo que obliga a todos los usuarios a levantar sus manos y separar las piernas, para someterse al chequeo manual que realizan elementos de seguridad con dispositivos portátiles para la detección de metales.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
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