AMLO pretende transferir a la Marina el manejo completo del AICM
A través de un acuerdo que fue enviado a la Conamer, el presidente alista la militarización de la terminal aérea de la capital del país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador planea que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) sea manejado al completo por la Secretaría de Marina, eliminando la actual coordinación que ejerce la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), revela un Acuerdo del mandatario que fue enviado -como anteproyecto- a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer).
La transferencia, y por ende militarización de la terminal aérea de la capital del país, se concretaría sesenta días después de que la medida presidencial sea publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), precisa el documento que puede ser consultado en la página de internet de la Conamer.
En este plazo, la SICT “debe llevar a cabo la actualización del capital social” de las empresas paraestatales que son propietarias del aeropuerto capitalino, y realizar “la transferencia de la totalidad de las acciones representativas del Gobierno federal” a la Marina.
La disposición del Ejecutivo federal, cuya próxima publicación en el DOF aún no tiene una fecha definida, transgrede varios artículos de la Constitución, principalmente el numeral 129 que es claro y tajante: “En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”.
Sin embargo, el anteproyecto ordena que todas las acciones que realice la Secretaría de Infraestructura, para la transferencia del aeropuerto a la institución castrense, “deben ser informadas a la persona titular de la Secretaría de Marina” dentro del citado período de sesenta días.
Es decir, el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño Lara, debe informar al almirante secretario José Rafael Ojeda Durán, como si este último fuera su superior jerárquico, cuando en realidad ambos están subordinados -en el mismo nivel- al presidente.
El aeródromo de la metrópoli es una de las pocas terminales aéreas que pertenecen al Estado, y no a la iniciativa privada, a través de las empresas paraestatales Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Servicios Aeroportuarios de la Ciudad de México, y la firma Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Se trata del aeropuerto más importante del país, pues -hasta mayo de este año- había movilizado a 19.6 millones de pasajeros, 10.9% más que los viajantes usuarios del AICM en el mismo periodo de 2022, de acuerdo con datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
El año pasado, esta terminal atendió a poco más de 46 millones de pasajeros, de los cuales 14.5 millones se trasladaron al extranjero y 31.6 millones lo hicieron dentro del territorio nacional.
Aprovechar a la milicia
Actualmente, también por disposición presidencial, la Marina presta servicios de vigilancia en el Aeropuerto de la Ciudad de México, a través de 1,500 elementos que no solo realizan funciones de seguridad, sino que también están a cargo de las aduanas del recinto. De hecho, estas fueron militarizadas en todo el país desde septiembre de 2020.
El mismo documento reconoce que la Marina ya “coadyuva en las operaciones de vigilancia, inspección, apoyo y control en el recinto aeroportuario para neutralizar el tráfico de armas, drogas, divisas, mercancía ilegal y evitar el tráfico de personas”.
No obstante, estas labores de supervisión desarrolladas por los marinos no son suficientes para el titular del Poder Ejecutivo federal, quien justifica su intención de transferir todo el manejo del aeropuerto a la Secretaría de Marina para “aprovechar los recursos humanos, materiales e infraestructura que pueden aportar las Fuerzas Armadas en favor de la seguridad del país”.
El anteproyecto del Acuerdo de López Obrador argumenta que en años anteriores “se generó un descuido sistémico” no solo en el AICM: “En las terminales se prestó un servicio con deficiencias y con áreas y equipamiento mal aprovechados, lo que generó vulnerabilidades que propiciaron actos de interferencia ilícita”.
Ante esto, en vez de que se refuercen la vigilancia, y el combate a la corrupción y la impunidad, el presidente estima que la terminal aérea capitalina coincide, en el ámbito de seguridad del Estado mexicano, con las competencias de la Secretaría de Marina, “razón por la cual es necesario proceder a su resectorización”.
Es factible impugnar
De publicarse esta nueva disposición presidencial en el Diario Oficial de la Federación, y tras su entrada en vigor, los legisladores de oposición en el Congreso están facultados para impugnar su constitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues el manejo y administración de esta y cualquier otra terminal aérea no tiene ninguna conexión con la disciplina militar.
De facto, el que personal castrense esté a cargo de las aduanas y puertos de México, así como del Aeropuerto Felipe Ángeles, no solo trasgrede el artículo 129 constitucional, sino también los numerales 14, 16, y 21 de la carta magna, pues las actividades de revisión e investigación que llevan a cabo integrantes del Ejército y la Marina en realidad le corresponden de manera exclusiva a las autoridades civiles.
En ese tenor, el pasado 28 de junio, el máximo tribunal del país ya admitió a trámite dos Acciones de Inconstitucionalidad promovidas por diputados y senadores de oposición a Morena, en las que se impugna que el Ejército maneje el Tren Maya de manera indefinida, y que el gobierno federal considere como obras de seguridad nacional a ese transporte y al corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.