¿Cómo te afectará la próxima cancelación de 35 Normas Oficiales de salud?
En los próximos meses el gobierno alista la desaparición de los estándares mínimos que deben seguirse en la atención de enfermedades como el cáncer.
El gobierno federal está decidido a cancelar en los próximos meses 35 Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) que regulan la calidad, y diversos estándares que deben seguirse en todos los servicios de salud que se prestan en México, tanto en instituciones públicas como privadas, con lo que -en términos generales- no se descarta que pudiera haber un mayor deterioro en este sector.
Las NOMs son disposiciones jurídicas de carácter técnico, de observancia obligatoria, cuyo objetivo es regular la forma en la que deben llevarse a cabo ciertos procesos o servicios. Cuando se trata de las normas que rigen en el sistema de salud, estas garantizan criterios homogéneos para la atención de enfermedades.
En este caso, las normas que la Secretaría de Salud pretende cancelar, según se anunció en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 1 de junio, son aquellas que establecen cómo debe prestarse la atención médica para padecimientos como la diabetes, la hipertensión arterial, el cáncer de próstata, la osteoporosis, el cáncer cérvico uterino, el cáncer de mama, el cólera, y las infecciones de transmisión sexual, entre otras dolencias.
En entrevista con ALTO NIVEL, el médico y abogado Ángel Gutiérrez considera que el problema en sí no es la eliminación de estas normas, que incluso están desactualizadas, sino el hermetismo mostrado por la autoridad, pues la Secretaría de Salud no ha justificado si las NOMs serán sustituidas.
“El que se vayan a eliminar así per se, sin ningún plan, está mal, pero si se van a eliminar previendo otros mecanismos para garantizar la atención de la salud entonces está bien, el problema que yo veo es que la situación en ese sentido no está del todo clara, simplemente se propone su eliminación sin decir cómo se van a subsanar ciertos detalles de regulación”, enfatiza.
Posiciones encontradas
La mayoría de los Colegios y Academias médicas mexicanas, así como expertos en políticas de salud, han alertado que estas normas sí son necesarias, pues las NOMs que se quieren cancelar aseguran que todos los pacientes del país tengan el mismo tipo de diagnóstico y tratamiento, sin importar que la persona acuda al sector público o a la medicina privada.
El galeno y analista Xavier Tello apuntó que el actual gobierno federal quiere pasar de una medicina basada en evidencias, a una que se fundamenta en las existencias. Es decir, “se quiere institucionalizar esto, que la medicina se haga con lo que hay, y que al hacerse con lo que hay no exista una normatividad sobre la cual alguien pueda tener una responsabilidad”.
“Sin normas de atención, el diagnóstico y tratamiento que reciban los pacientes serán los que (el subsecretario de Salud Hugo López Gatell) decida”, ya que estas NOMs, al establecer una obligatoriedad mínima, por costos, las instituciones de salud públicas “no son capaces de ofrecer en este momento”, lamentó Tello.
Ciertamente, si solo se toma en cuenta el contenido de las 35 NOMs cuya cancelación se anunció el mes pasado, cuando el proceso de eliminación se concrete, las personas que no tienen posibilidades de atenderse fuera de la sanidad pública podrían ser afectadas,al dejar de existir los lineamientos mínimos para diagnosticar y tratar enfermedades graves.
Por ejemplo, la norma sobre el cáncer de mama aborda desde los métodos de detección, hasta los tratamientos que deben aplicarse según el tipo de tumor que se presente por este padecimiento que, en 2021, causó la muerte de 7,973 mujeres mexicanas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Cabe aclarar que esto no significa que las instituciones y/o los médicos vayan a dejar de tener una responsabilidad jurídica en cuanto a los servicios que prestan, ni que no se les pueda demandar en caso de alguna negligencia, pues la Ley General de Salud que -jerárquicamente- es superior a cualquier Norma Oficial Mexicana, así como el artículo 4 de la Constitución, seguirán siendo los fundamentos para exigir una atención sanitaria de calidad.
Empresas vs política pública
Las 35 normas oficiales que intentan suprimirse “son las que regulan alrededor de 90% de la carga de enfermedad que hay” en nuestro país, detalló por su parte el médico y legislador Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
“Con esta medida el gobierno de López Obrador se sacudirá la obligación de darle atención reglamentada a los pacientes que padecen las principales enfermedades, como diabetes, cáncer, hipertensión u obesidad”, añadió el diputado del Partido Acción Nacional.
Cuando se le preguntó al subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, sobre el fundamento del gobierno para cancelar estas NOMs, el funcionario dijo que “no se necesita tener Normas Oficiales o los equivalentes para regular la prescripción, la terapéutica, (y) el diagnóstico de cada una de las enfermedades”.
Según López Gatell, en México siempre se ha brindado “atención médica de forma integral para cubrir estas 35 o más enfermedades, y para atender en forma integral a las personas”.
El subsecretario de Salud agregó, en una de las conferencias matutinas del presidente, que la cancelación de las normas “es un asunto que lo han querido hacer grande los mercaderes de la medicina, hay verdaderas mafias en todo lo relacionado con el sector médico, no solo en México, en el mundo, son intereses muy poderosos los de los laboratorios, los que trafican con las enfermedades y con el dolor de la gente”.
Por su parte, en una reciente conferencia virtual organizada por la Academia Nacional de Medicina, el doctor en derecho Carlos Fernando Matute González apuntó que hay“un evidente desprecio” de parte de la actual administración federal para aplicar las normas que no necesariamente están hechas al 100% por el gobierno.
Al tratarse de regulaciones técnicas, la NOMs del sector salud requieren no solo la intervención de las autoridades, sino también los aportes y el consenso de otros actores, entre los que se incluyen científicos y empresas.
A diferencia de las leyes generales que se hacen de forma abstracta en los poderes Legislativos, las normas técnicas -como las NOMs- se elaboran a partir de la experiencia y opiniones profesionales del sector que regulan, y de la aplicación práctica de los conocimientos científicos en contextos sociodemográficos específicos. Por eso las NOMs deben revisarse periódicamente.
De hecho, su cancelación, en algunas ocasiones no es del todo negativa, reiteró Ángel Gutiérrez, quien como médico practicante asegura que los galenos en el sector público cumplen con su obligación de diagnosticar y tratar los padecimientos, sin importar que existan o no las Normas Oficiales.
“La sobrerregulación tampoco es positiva, pues nosotros vemos personas y no enfermedades, y cada paciente debe ser atendido según sus particulares condiciones”, concluyó Gutiérrez.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.