Un caníbal declarará en juicio contra Genaro García Luna
Un hombre que cometió actos de canibalismo asegura contar con información sobre las presuntas actividades delictivas de Genaro García Luna.
Un hombre que cometió actos de canibalismo, cuya identidad no ha sido revelada, y que asegura contar con información sobre las presuntas actividades delictivas del exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, figura entre los testigos que declararán en contra del exfuncionario en el juicio por narcotráfico que se le sigue en una Corte de Nueva York.
Además de este sujeto en cuyos antecedentes está el haber comido carne humana, esta semana dio inicio el desfile de delincuentes colaboradores de la Fiscalía estadounidense, quienes afirman haberle entregado fuertes sumas de dinero a García Luna, provenientes de los carteles de la droga.
En contraste, en sus argumentos de apertura, la defensa del exservidor público enfatizó que los fiscales no tienen ningún tipo de evidencia física con la que puedan probar los cargos de conspiración internacional para distribuir cocaína, participar en una empresa criminal, y hacer declaraciones falsas.
“No hay dinero, no hay fotos, no hay videos, ni textos, ni correos electrónicos, (…) no hay evidencia plausible y creíble de que el señor García Luna ayudó a los carteles” del narcotráfico en México, dijo Cesar de Castro, el litigante que encabeza la defensa del mexicano.
Según el abogado, la Fiscalía de Estados Unidos ha basado su acusación en rumores, especulaciones, y en “las palabras de los más grandes criminales del mundo, muchos de los cuales fueron arrestados y extraditados” por Genaro García, cuando este era funcionario.
Esto último, añadió el letrado, prueba que en realidad el expolicía mexicano no habría aceptado ningún soborno, pues tanto el cartel de Sinaloa, como la organización delictiva de los hermanos Beltrán Leyva, fueron perseguidos por el hoy acusado, ergo, “el cártel no obtuvo lo que supuestamente pagó” con los embutes alegados por la Fiscalía, enfatizó el defensor.
De Castro añadió que los testigos de cargo que declararán en contra del también extitular de la Agencia Federal de Investigación (AFI), en realidad estarían cooperando con las autoridades estadounidenses para vengarse de García Luna, al haber sido perseguidos y procesados por este, pues se trata de delincuentes convictos que obtienen beneficios por su cooperación en este juicio.
Para reforzar su defensa y tratar de demostrar que Genaro García Luna era un buen funcionario que combatía a los narcotraficantes, César de Castro mostró a los jurados diversas fotografías en las que el hoy procesado se encuentra con el expresidente Barack Obama; la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton; y el exfiscal estadounidense Eric Holder.
El caníbal acusador
Entre la lista de testigos de cargo que ya autorizó el juez Brian M. Cogan, figura un hombre al que la defensa de García Luna pretendió descalificar debido a que cometió actos de canibalismo, lo que haría -según Cesar de Castro- que su testimonio no fuera confiable.
Sin embargo, el juez no accedió a la petición del abogado, y dio su anuencia para que este sujeto declare en contra de García Luna, aunque nadie en la Corte, ni el mismo defensor, podrán hacer alguna referencia de los actos de canibalismo que se le atribuyen al testigo.
“En consecuencia, la defensa no puede preguntar acerca de actos previos de canibalismo por parte de testigos del Gobierno o su negación de los mismos”, estableció el juez Cogan en un documento de respuesta a una de las mociones de la defensa, cuya copia posee ALTO NIVEL.
Según el juzgador, aunque el testigo cooperante de la Fiscalía haya mentido “sobre actos previos de canibalismo, el valor probatorio marginal de ese hecho se ve sustancialmente superado por la naturaleza altamente incendiaria y de distracción de la conducta subyacente”, es decir, en la Corte no se deberá mencionar que el acusador comió carne humana, pues ese tema puede distraer a los jurados.
Así, este testigo solo podrá ser interrogado por Cesar de Castro en relación a los delitos que habría cometido García Luna, de los que el caníbal estaría enterado, y por los que figura en la lista de acusadores presentada por los fiscales.
Millones de dólares entregados
El primer testigo interrogado el lunes por el fiscal Philip Pilmar fue el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, alias el “Grande”, quien formó parte de los carteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
El “Grande”, quien ya había dicho en una Corte de Chicago, Illinois, que Genaro García recibió diversos sobornos del narcotráfico, reiteró ante el juez Brian M. Cogan que él mismo atestiguó la entrega de millones de dólares al exsecretario de Seguridad Pública.
Villarreal Barragán, detenido en México en 2010 y extraditado a la Unión Americana en 2012, explicó que hay dos formas de sobornar a funcionarios en México: “Una es cuando le pagas a un oficial para que mire hacia otro lado para dejar pasar algo. El otro tipo es cuando (el servidor público) participa en las actividades de la organización” delictiva. En este caso, según el delincuente, Genaro García operaba de la segunda forma.
A cambio de los millonarios sobornos, el acusado “nos daba información sobre operaciones contra el cártel”, dijo el “Grande”, quien aseguró que García Luna también les ayudaba compartiendo información para que el cartel de Sinaloa pudiera agredir a sus rivales.
“Con la ayuda del gobierno, el cartel creció en territorio, (y) en la cantidad de droga que movíamos”, afirmó el narcotraficante, hoy convertido en testigo colaborador de la Fiscalía en contra de Genaro García.
De manera específica, Sergio Villarreal Barragán detalló haber estado presente en una reunión sostenida entre Arturo Beltrán Leyva y García Luna. En ese encuentro, que se habría celebrado en una casa en la Ciudad de México, el extitular de la AFI habría recibido un soborno de 1.5 millones de dólares, cifra que solo se sumaría a otros pagos ilícitos que en el exfuncionario habría recibido entre 2001 y 2012.
El acusado no declarará
El juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública de México, que se prevé dure unos dos meses, por el momento no incluye que este declare o responda algún interrogatorio de la Fiscalía, toda vez que -en el país vecino- ningún abogado defensor se arriesga a subir al estrado a su cliente. De hacerlo, abre la puerta para que los fiscales lo confronten severamente, lo que de ninguna forma beneficia al acusado.
Por lo pronto, César de Castro ha dicho a la prensa que se mantiene la declaración de inocencia de García Luna, por lo que su defensa se centrará en probar que los testimonios en contra del exfuncionario son falsos, producto de los beneficios que obtienen los delincuentes al colaborar con la Fiscalía.
Sin embargo, el problema para el mexicano no solo son los más de 70 testigos de cargo que citará el gobierno estadounidense, sino los cerca de 10,000 documentos que los fiscales aseguran tener como pruebas del contubernio entre García Luna y el narcotráfico. Si el exfuncionario es encontrado culpable, su condena puede ser de entre 20 años de prisión y cadena perpetua.
Cabe aclarar que los jurados en Estados Unidos no son los que imponen la sentencia, pues esta le corresponde al juez. Las siete mujeres y cinco hombres que forman el jurado del proceso penal contra Genaro García Luna solo deberán decidir si el acusado es culpable o inocente en cada uno de los cinco cargos que pesan en su contra.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.