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Economía

Primero los pobres… en sufrir la inflación de la canasta alimentaria

05-04-2022, 8:54:38 AM Por:
© EFE

El costo de la canasta alimentaria rural y urbana demuestra la injusticia de este impuesto para las clases más desprotegidas.

La inflación es el impuesto más injusto porque afecta a todos. Por lo tanto, es totalmente regresivo.

Palabras más, palabras menos, es lo que dicen quienes saben de estos temas.

Y es cierto. Este impuesto es totalmente injusto porque afecta a todos, pero el impacto no es igual, existe una marcada diferencia entre quienes menos ganan y aquellos que tienen más recursos.

La inflación no es selectiva, es decir, no elige ser menos elevada para los pobres, y más alta para los ricos. Lo más que llega a suceder es que los precios pueden ser más altos en algunos lugares que en otros por cuestiones de logística u otros factores, pero al final del día se trata de precios altos.

Lo que sí es posible medir, es el impacto que tiene la inflación en los diferentes estratos sociales, por los ingresos que se conocen.

Los pobres pagan los platos rotos

Lamentablemente el discurso de protección a los pobres y la búsqueda de su beneficio y bienestar, una vez más se estrella con la dura realidad de las cifras y los datos.

Un estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) demuestra la injusticia de la inflación y cómo es que afecta a quienes menos recursos tienen.

En el análisis, se evalúa el precio de la canasta alimentaria rural y urbana.

Antes, es importante señalar que, de acuerdo con la agenda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), conoceremos el 7 de marzo el dato de inflación correspondiente a marzo.

El dato seguramente no variará mucho del 7.28 por ciento del mes previo, incluso podría ser mayor y hacia abajo habría poco espacio y sería toda una sorpresa, pero tampoco bajaría considerablemente.

Luego entonces, la canasta alimentaria debería tener una tasa de inflación más o menos en línea con la cifra que cada mes conocemos.

Una inflación alta sin duda alguna, que afecta siempre a los más pobres porque son los que menos recursos tienen para comprar los alimentos básicos.

Pero el estudio del Coneval nos dice que hoy por hoy, la canasta alimentaria dista mucho de tener una cifra de inflación similar al dato oficial del INEGI.

Así, al cierre de febrero pasado la canasta alimentaria urbana se ubicó en 1,950.26 pesos; está cifra representa un incremento anual nada más y nada menos que de 12.8 por ciento.

Lo anterior significa que los pobres que viven en las grandes ciudades absorben una inflación adicional de hasta 5.52 por ciento más que la tasa de inflación general.

De modo que, en efecto, la inflación es muy injusta porque mientras que para millones de mexicanos ese 5.52 por ciento es un golpe devastador para su economía, para otros el golpe es menos relevante.

Imposible decir, por ejemplo, en el caso de la Ciudad de México, que el impacto en la canasta alimentaria es igual en una colonia como Lomas de Chapultepec, comparada con cualquiera otra de Iztapalapa.

Lo anterior sin considerar que es en las zonas urbanas donde se asienta la mayor cantidad de pobres del país.

Pero los pobres de las zonas rurales de México no están mejor. De hecho resienten un golpe mayor porque, pese a que dicha canasta alimentaria es más barata, la tasa de inflación que absorben supera a la que se paga en las grandes ciudades.

Según las cifras de Coneval, el precio promedio de la canasta alimentaria en las zonas rurales del país es de 1,496.32 pesos, al cierre de febrero pasado.

Como sabemos, los ingresos en el campo y la ciudad también son desiguales y muchas veces el fenómeno está conectado al tipo de actividad que se realiza.

Este precio de la canasta alimentaria rural durante febrero tuvo una tasa anualizada de crecimiento de 13.9 por ciento.

Lo anterior significa que la gente de bajos recursos en el campo mexicano y todas las zonas rurales o las pequeñas ciudades, absorben un golpe adicional de hasta 6.62 por ciento sobre la tasa oficial de inflación reportada en México.

Control de precios en canasta básica, experiencia fallida

Hace unos días el presidente de México señalaba que el gobierno analizaba controlar los precios y fijarlos en una canasta básica.

De inmediato surgieron las voces que señalaban la medida como equivocada.

Es cierto, de hecho, no sería la primera vez que en México se intenta controlar el precio de los productos de una canasta básica para que accedan a ella los más necesitados.

El problema es que, además de los subsidios que deberán utilizarse para ello, con el correspondiente espacio fiscal, están las leyes del mercado, que son inflexibles

Factores como los costos de producción y las cadenas logísticas, hacen poco viable la medida en el mediano y largo plazo, afectando más que beneficiando a los más pobres de este país.

Sin duda, la inflación es muy injusta y urge su control, es de hecho un tema que igual que otros debería estar en la agenda del país.

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