¿Qué dicen las últimas encuestas presidenciales antes de la elección?
López Obrador bajó ligeramente en las encuestas, pero continúa en primer lugar. El segundo lugar se lo disputan Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
A pocos días de las elecciones 2018, se publicaron las últimas encuestas antes de la veda electoral o periodo de “silencio” de las campañas. El candidato Andrés Manuel López Obrador se mantiene en primer lugar; el segundo lugar se lo disputan Ricardo Anaya y José Antonio Meade, mientras que Jaime Rodríguez Calderón logró subir en la intención de voto.
Este miércoles 27 de junio -el último día de las campañas- se publicaron 5 encuestas levantadas en la segunda quincena de junio. En dos de ellas, la de El Financiero y Suasor Consultores, José Antonio Meade supera a Ricardo Anaya como segundo lugar.
En promedio, Andrés Manuel López Obrador bajó ligeramente respecto al mes pasado; sin embargo, se mantiene como puntero con 50% de intención de voto en la mayoría de las encuestas.
Antes de pasar a la explicación de cómo van las encuestas, te recordamos que estos ejercicios estadísticos no determinan a ningún ganador, sino que sirven para medir la intención de voto en momentos muy concretos.
Leer: Si las encuestas no predicen a un ganador, ¿para qué sirven?
¿Cómo van los candidatos en las encuestas antes del día de la elección?
Es importante recordar que cada encuesta que se publica es realizada con una muestra y una metodología distinta, por lo que un simple promedio podría no mostrar un porcentaje confiable de la intención de voto.
Leer: Cómo identificar una buena encuesta electoral
El portal Oraculus incorpora las encuestas en una estimación de tendencias tomando en cuenta potenciales fuentes de error; esto quiere decir que, a través de métodos estadísticos, arroja números más confiables que un simple promedio.
Si estás en un dispositivo móvil, te sugerimos que lo rotes para ver de mejor forma la siguiente tabla.
López Obrador se mantuvo en primer lugar de las preferencias durante todo el proceso electoral. Después del tercer debate, su estimación de tendencias era de 49.6%; sin embargo, en la segunda quincena de junio, bajó a 48.1%. A pesar de esto, la mayoría de las encuestas asegura que mantiene más de 50% de la intención de voto en preferencia efectiva.
Ricardo Anaya subió en intención de voto del primer al segundo debate presidencial, pero bajó casi 2 puntos porcentuales durante el mes de mayo y volvió a caer en la segunda quincena de junio. El candidato del Frente solía abarcar aproximadamente el 30% de la intención de voto, pero a unos días de la elección abarca poco más del 25%. Incluso, algunas encuestas levantadas en mayo y junio arrojan que AMLO le lleva a Anaya el doble de ventaja en las preferencias electorales.
José Antonio Meade logró subir en las encuestas durante el mes de junio: incluso algunas encuestas lo colocan en segundo lugar y por encima del candidato del Frente. Su estimación de tendencias es de casi 21% y la encuesta de Suasor Consultores le otorga el 28% de intención de voto frente a 26% de Ricardo Anaya.
Por su parte, El Bronco logró duplicar su promedio de intención de voto y su estimación de tendencias. El candidato independiente se había mantenido con aproximadamente 2% de las preferencias electorales, pero a pocos días de la jornada electoral, la encuesta de Parametría le adjudica el 7% de la intención de voto y su estimación de tendencias es de 5%.
Preferencia bruta vs preferencia efectiva
Al momento de leer una encuesta es importante distinguir entre preferencia bruta y preferencia efectiva.
La preferencia bruta mide la intención de voto tomando en cuenta a aquellas personas que dijeron “ninguno”, “no sé” o se rehusaron a responder. La preferencia efectiva, en cambio, elimina a estas personas y recodifica para tomar como 100% a todos los encuestados que dijeron que sí simpatizaban con alguno de los cuatro candidatos.
Por ejemplo, en la encuesta del periódico Reforma —levantada del 20 al 24 de junio y publicada el 27 de junio— cuando se toma en cuenta a aquellos encuestados que no reportaron preferencia por ningún candidato, la intención de voto del candidato puntero es de 24%; pero cuando se eliminan a los que no respondieron, la intención de voto del mismo candidato hasta sube 9 puntos porcentuales.