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Free Fire, el videojuego que debe poner en alerta a padres de familia

19-10-2022, 1:57:47 PM Por:
© Especial

La CNDH advirtió que adolescentes han sido enganchadas por delincuentes para salir de sus casas, y ser víctimas de desaparición y abuso sexual.

Además de que se comparten datos personales que, sin supervisión de los adultos, pueden ser utilizados de manera fraudulenta, algunos videojuegos pueden poner en riesgo la vida e integridad de niños, niñas y adolescentes en México, advirtió la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), señalando en especial a la plataforma Free Fire.

Este videojuego de sobrevivencia ya ha ocasionado “diferentes casos de desapariciones” de menores de edad, de acuerdo con un pronunciamiento de la Ombudsperson mexicana.

Las afectadas son niñas y adolescentes de entre 13 y 17 años que incluso “han sido enganchadas por delincuentes para salir de sus casas y ser víctimas de desaparición y de abuso sexual”, remarcó la CNDH.

Definido como un juego en internet que cada 10 minutos ubica al usuario en una isla remota con otros 49 jugadores que, en conjunto, deben buscar sobrevivir, Free Fire ha sido utilizado por delincuentes en México para contactar a menores, por lo que se requiere, además de la supervisión de adultos, que las autoridades implementen un plan integral para evitar la comisión de delitos a través de esta plataforma.

La Ombudsperson solicitó que, “de manera urgente, vinculada y en su calidad de garantes, las autoridades implementen las acciones necesarias para velar por la seguridad e integridad física y psicológica de estas poblaciones”, desde una perspectiva de derechos humanos y de género, atendiendo a su interés superior y “tomando en cuenta el acceso a las nuevas tecnologías y el buen ejercicio de su uso”.

Mejor usuarios anónimos

Cualquier videojuego que requiera, en el caso de niños, niñas y adolescentes, la creación de un usuario, debe ser supervisado por un adulto, con el fin de que no sean compartidos datos personales y/o sensibles que permitan la plena identificación del jugador.

Los nombres de los menores, su edad, domicilio, y cuentas de correo, son los datos que deben ser cuidados de manera especial, ya que esa información puede ser utilizada de manera fraudulenta por parte de la delincuencia.

Lo más recomendable en este tipo de interacciones en internet es, en primer lugar, que los menores estén supervisados por sus padres, quienes podrán determinar qué datos deben ser introducidos en este y en cualquier otro videojuego.

Como segundo paso, una opción es crear cuentas de usuarios con datos que no se relacionen con la verdadera identidad de los niños, niñas y adolescentes. Por ejemplo, se puede abrir un correo electrónico con un seudónimo que también puede utilizarse en el videojuego, garantizándose el anonimato de los menores.

De igual forma, aunque se trate de largos documentos, los adultos deben leer los términos y condiciones de los videojuegos, con el objetivo de valorar si realmente es segura la participación de menores de edad, y al mismo tiempo, se deben cuidar las posibles compras que se realicen en estas plataformas, toda vez que los datos de las tarjetas de crédito o débito que se usen también pueden ser blanco de la delincuencia.

De hecho, debido a que los videojuegos también son un pasatiempo de adultos, los padres de familia pueden optar por abrir ellos mismos una cuenta para que sea utilizada por sus hijos, sin que se corra el riesgo de que estos sean identificados justo por ser menores de 18 años.

Urge intervención de autoridades

En su pronunciamiento en el que advierte sobre los casos delictivos que se han presentado a través de Free Fire, la Comisión Nacional de Derechos Humanos pidió además a las autoridades de los tres niveles de gobierno implementar una política pública, especialmente diseñada para la niñez y adolescencia que ha sido víctima de desaparición forzada, “y de otros delitos, a través del uso de videojuegos en línea”.

Lamentablemente, en nuestro país han sido poco efectivos los programas para prevenir la desaparición de personas adultas y de menores de edad, a pesar de que en todas las entidades federativas se aplica la llamada Alerta Amber en el momento en el que se denuncia la desaparición de niños, niñas y adolescentes.

De acuerdo con datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), desde 1964 a la fecha han desaparecido 87,436 menores de edad, lo que significa que cada día se hayan registrado al menos 14 desapariciones.

Tan solo el año pasado, reportó ese colectivo, 1,896 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de desaparición, sin que hayan podido ser localizados hasta agosto de 2022.

Justo porque es grave el problema de las desapariciones que afectan a menores de edad, la CNDH concluye que es urgente que los gobiernos federal y de los estados proporcionen una “intervención oportuna y eficaz” que permita la localización de niños y niñas víctimas de este delito.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
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