Stablecoins, ¿una amenaza para la estabilidad monetaria? La Fed cree que sí
La Fed dice que las stablecoins deberían ser reguladas como lo están los depósitos bancarios.
Hace unos meses nació el MMXN o ‘Moneta’, primera stablecoin vinculada al peso. Hubo escasos pronunciamientos al respecto por parte de los protagonistas financieros en el país, el banco central de México se mantuvo al margen y un comunicado de la SHCP advirtiendo sobre estos activos.
Pero este fin de semana quien se pronunció sobre el mercado global de stablecoins fue nada más y nada menos que el banco central más influyente del planeta, el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos.
La Fed, como se le conoce, fue tajante al señalar que, pese a las ventajas competitivas de las stablecoins, estas son una amenaza potencial para la estabilidad monetaria del planeta.
Se refirió a las ‘stablecoins’ en general, aunque destacó que la gran preocupación se centra en aquellas que están ligadas al dólar, que son el 95 por ciento de todo el mercado de stablecoins que existe. Dicha postura se alinea con lo reportado en algún momento por el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la amenaza de este mercado.
Lo mismo, pero menos transparentes
Para los principales funcionarios de la Fed, entre ellos el presidente del banco central, Jerome Powell, estos mecanismos tienen exactamente las mismas vulnerabilidades estructurales en materia de liquidez y vencimientos que los principales fondos monetarios que operan en el mundo, pero con menos transparencia.
Es tal la preocupación que la Fed reconoció este mismo fin de semana que es de “suma importancia” vigilar de cerca el mercado de las ‘stablecoins’, además de trabajar urgentemente porque es necesario desarrollar un marco regulatorio que permita abordar futuros riesgos para la estabilidad económica derivados de la operación de estos mecanismos.
¿Qué ve la Fed que otros no ven en las stablecoins?
Rara ocasión la Fed pone en su radar algún factor de riesgo que no considere potencialmente peligroso, el pronunciamiento en contra de las stablecoins llama la atención porque no se había posicionado, o cuando menos los funcionarios lo hacían por su parte a título personal.
De hecho, la Fed advierte que fijará una postura más concreta en su próximo informe sobre los beneficios y los riesgos de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC por sus siglas en inglés), así como de las criptodivisas y las ‘stablecoins’ en general, aunque el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha mencionado en varias ocasiones su escepticismo al respecto.
Las criptomonedas atadas al dólar aparentemente cumplen la misma función que los mercados monetarios u otros activos, es decir, sí tienen influencia en los mercados.
Por esta causa, la Fed dice que las stablecoins deberían estar reguladas como lo están los depósitos bancarios por las principales autoridades en todo el mundo.
Si lo anterior no sucede, la falta de regulación en las stablecoins podría dar lugar a la manipulación del mercado o a la evasión fiscal, o bien a otros factores como el delito y el terrorismo. Asimismo, estima necesario someter a sus emisores a las mismas condiciones que otras empresas financieras.
Y no es la única institución que lo considera de esta manera, el Fondo Monetario Internacional (FMI) avisa de los peligros asociados con el uso de criptodivisas como una moneda de curso legal, lo que principalmente afectará a la estabilidad macroeconómica y monetaria.
De acuerdo con el FMI, esta adopción de stablecoins provocaría que los hogares y las empresas dediquen mucho tiempo y dinero, dejando de lado otras cuestiones, además de que los ingresos de los gobiernos estarían expuestos al riesgo del tipo de cambio si los impuestos se cotizan por adelantado en una criptodivisa, mientras que los gastos permanecen mayoritariamente en la moneda local, o viceversa.
La propia Fed no se ha pronunciado sobre la posibilidad de emitir un ‘criptodólar’ oficial respaldado por el propio banco central, pero algunos analistas consideran que el principal incentivo para que esto suceda sería terminar con el uso de las criptomonedas y ‘stablecoins’ en Estados Unidos.
La Fed se tendría que adaptar para ser capaz de competir con la rapidez de pagos y transferencias que ofrecen las ‘stablecoins’ y las casas de cambio que las operan. Pero, sin duda los efectos la implantación de este tipo de criptomonedas en la economía son todavía impredecibles en una buena proporción de manera especial, porque darían lugar a una reducción del papel de los bancos, mismos que no contarían con la liquidez que les dan los depósitos.
Por si los principales bancos centrales del mundo no tuvieran temas de relevancia, las ‘stablecoins’ se han vuelto un dilema porque amenazan con convertirse en una especie de mercados paralelos al forex (el mercado global de divisas físicas), que puede poner en un predicamento al mundo.
