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Economía

Sexenio perdido en ingresos, son iguales a los de 2018: CIEP

13-09-2023, 9:01:53 AM Por:
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La implementación de una reforma fiscal ya no debe posponerse si se quiere solventar el descomunal gasto público y endeudamiento futuro.

México sigue atrapado en un círculo vicioso, caracterizado por incremento del gasto público, pero sin un crecimiento proporcional en los ingresos.Este factor es todavía más preocupante de cara al Paquete Económico propuesto para 2024, en el que se propone un endeudamiento histórico debido al aumento del gasto, sin que haya una contrapartida en los ingresos, señaló el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), al presentar su análisis sobre el programa económico para el año siguiente.

Ingresos, iguales a los de 2018

De acuerdo con el CIEP, las cifras oficiales señalan que para el año siguiente se planea recabar por parte de la hacienda pública alrededor de 7.32 billones de pesos, que son ingresos públicos similares a los de 2018, con lo que es claro que estamos frente a un sexenio perdido en materia de ingresos públicos.

“Si esto no es evidencia de que necesitamos una reforma tributaria, ¿entonces cuál es?”, señaló Alejandra Macías, directora general del CIEP.

De acuerdo con el análisis elaborado por el centro, los ingresos presupuestarios por 7.3 billones de pesos son 1.8 por ciento menos que los de 2023, lo que equivale a 21.3 por ciento del PIB.

Dicho monto y porcentaje es similar al 21.2 por ciento del PIB captado en 2018 y, en términos de PIB, sería la recaudación más baja desde 2019.

El CIEP señala que, en comparación con 2018, los ingresos tributarios crecerían apenas 1.7 puntos porcentuales del PIB y los ingresos por energía disminuirían 1.4 puntos porcentuales; lo que implica mayor dependencia tributaria y menor energética.

Respecto a los ingresos tributarios, se ha observado un fortalecimiento en la recaudación por ISR, pero los gastos fiscales en IVA e IEPS petrolero han limitado este avance.

La caída de los ingresos petroleros esperada para el año siguiente también contribuye a la reducción en los ingresos nacionales. En parte, debido a que la renta petrolera ya no va a entrar a las arcas del gobierno, sino que se quedarán en la bolsa de Pemex, quitándole obligaciones a la petrolera para transferir recursos en el afán de proporcionarle liquidez.

El CIEP dice que ya no debemos postergar una reforma fiscal, ya ni siquiera discutirla, sino llevarla a cabo, ya que las discusiones y los debates se registraron desde hace tiempo, pero no se actúa.

Y urge la reforma fiscal porque no hay fuentes certeras y sostenibles de ingresos de corto y largo plazo que permitan enfrentar los incrementos descomunales al gasto y al endeudamiento que se plantea en el paquete económico para 2024, ni para los compromisos que deberán enfrentar como consecuencia las próximas generaciones.

Por otra parte, el programa económico para 2024, presentado el pasado viernes al Congreso, genera preocupación e incertidumbre por varias razones. Para empezar, es un paquete que no incorpora en lo absoluto la perspectiva intergeneracional; es decir, no existe una visión sobre el futuro de los más jóvenes, e incluso de aquellos que todavía no han nacido, señaló el CIEP.

Los factores de preocupación

  1. Preocupa, y mucho, el excesivo endeudamiento. La deuda que se registrará en el Paquete Económico 2024 preocupa y mucho a la comunidad financiera, sobre todo porque se destina al pago de pensiones, sin que exista una certeza de que crezcamos como se debe (al ritmo que se está suponiendo), para financiar este enorme gasto en los años venideros. Es decir, el aumento del gasto corriente crece sin una contrapartida cierta. El enorme riesgo es que, al final, la deuda o el indicador de la deuda no se mantenga tan estable como nos lo están indicando.
  2. Preocupa que el sector salud, el educativo, el sistema de cuidados y el medio ambiente, siguen sin ser prioridades del gobierno y, entonces, seguimos quedando en deuda con todos esos sectores y con una parte de la población. Sobre todo, con las mujeres y con los más jóvenes.
  3. Preocupa que los ingresos vayan a la baja, con un Impuesto al Valor Agregado (IVA) que no se está recuperando, con una renta petrolera que se va a quedar en Pemex y con Fondos de Estabilización que están muy por debajo de los niveles de como empezamos el sexenio.
  4. Preocupa que estamos gastando mucho en pagar o tratar de reducir la deuda de Pemex sin pensar en que necesitamos hacer una transición energética justa y que tenemos que atender los problemas del cambio climático que todos estamos viviendo.

A partir de estas preocupaciones y el análisis que se hizo, el CIEP considera que el Paquete Económico para el año siguiente presenta deudas que todavía prevalecen y que tendríamos que estar haciendo cambios estructurales, cambios profundos, urgentes, para que se puedan atender estas deudas.

Marco macroeconómico optimista… gracias al sector externo

En lo relativo al marco macroeconómico que se presenta en el paquete económico, el doctor José Luis Clavellina Miller, director de investigación del CIEP, reconoció que es un marco optimista, pero basado en los flujos del exterior que supuestamente arribarán al país, como los generados por la relocalización de inversiones, el nearshoring.

Sin embargo, los supuestos de austeridad y equilibrio con los que se elaboran el presupuesto son en realidad bastante debatibles.

Por ejemplo, el crecimiento esperado de 2.6 por ciento para 2024 está por encima del potencial de la economía, ubicado en 2.39 por ciento, y arriba de prácticamente todas las expectativas del sector privado y de las casas de análisis.

Otro factor en contra consiste en que 19.2 pesos de cada 100 provendrán de financiamiento, contra 14.3 pesos en 2023. Además, el impulso al gasto y el endeudamiento público propuesto para un año electoral ponen en riesgo la sostenibilidad del sistema fiscal.

La próxima administración y las futuras generaciones tendrán que atender el problema que se genera con este paquete económico. Un gasto así no se quiso impulsar ni siquiera en el año de la pandemia.

Endeudamiento histórico

Se propone un endeudamiento histórico de 5.4 por ciento del PIB, cuando hace un año se había propuesto que fuera de 2.7 por ciento, prácticamente se duplica, lo que significará que el Saldo Histórico de los Requerimientos Fiscales del Sector Público (SHRFSP) sea de 48.8 por ciento bajo tres supuestos:

a) Déficit primario a partir del próximo año

b) Peso apreciado frente al dólar

c) Tasas de interés a la mitad de las actuales

Para lograr esta estabilidad, se deben cumplir varios supuestos en los que no hay certeza, por mucho que hoy reflejen cierta trayectoria.

Sin embargo, hace un año se propuso estabilizar el SHRFSP en 49.4 por ciento del PIB y con el cambio de metodología este nivel se debió de ubicar en 48.5 por ciento.

Gasto histórico, pero con deuda

El gasto también será histórico, superará los 9 billones de pesos, arriba en 4.3 por ciento respecto a lo que se aprobó para 2023. Sin embargo, el 80 por ciento del presupuesto está prácticamente comprometido en: aportaciones y participaciones a entidades, Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE, Pensiones y Costo de la Deuda.

Así, queda muy poco espacio para hacer políticas públicas. Uno de los grandes aumentos en el gasto es el de pensiones, por arriba del de salud incluso.

Pero el gasto en pensiones no tiene precedente.

De acuerdo con las cifras del CIEP, el 22% del gasto neto total es para pensiones y, dadas las características el programa, se perpetúa la desigualdad entre la población adulta mayor.

El gasto promedio anual en pensiones per cápita de la CFE equivale a 6.6 veces el gasto promedio anual en pensiones del IMSS y 29 veces la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (PBAM).

Al distribuir los dos billones de pesos propuestos para pensiones con información de la ENIGH 2022, se tiene que el decil de mayores ingresos recibe 4.6 veces más recursos de pensiones que el decil de menores ingresos.

Es necesario realizar cambios profundos al sistema de pensiones para hacerlo más igualitario y con perspectiva de género, así como encontrar fuentes de financiamiento sostenibles.

Implicaciones

  1. Debido a todo lo anterior, hay implicaciones serias para el país:
  2. El espacio fiscal cae 60 por ciento, más de la mitad de lo que teníamos el año pasado, lo que deja prácticamente nada de recursos para realizar políticas públicas realmente innovadoras y transformadoras para el crecimiento y desarrollo del país. Pasamos de 5.4 a 0.9 por ciento del PIB.
  3. Es un paquete económico en el que prevalecen las deudas, que serán heredadas a las siguientes generaciones.
  4. La deuda más grande será en el sistema de salud, de hecho, será uno de los grandes pendientes de esta administración.
  5. La otra deuda es con la niñez y la juventud, especialmente al no abatir las brechas de aprendizaje que se generaron con la pandemia de Covid-19.
  6. La deuda con las mujeres al no reconocer los rezagos históricos en todos los sentidos.
  7. La deuda con el medio ambiente, con sus implicaciones de mediano y largo plazo.

Y desde luego hay un gran riesgo de insostenibilidad ya que, aunque se supone que se mantiene el indicador de la deuda, en realidad se esconden muchas cosas. Cada vez destinamos más recursos a pagar deuda. Hay un claro retroceso en transparencia y eso es muy serio.

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