¿Qué son y cómo funcionan las opciones financieras?
Las opciones ofrecen a los inversionistas una oportunidad para proteger sus portafolios o buscar rentabilidad.
Las opciones financieras representan herramientas en el ámbito financiero que confieren al comprador el derecho y al vendedor la responsabilidad de llevar a cabo una operación a un precio preestablecido y en una fecha específica. Los brokers las emplean frecuentemente para proteger sus inversiones mediante la cobertura.
Las opciones se clasifican como derivados, lo que implica que su valor proviene de un activo subyacente. Aquí te explicaremos de forma detallada acerca del funcionamiento de las inversiones en opciones, centrándonos principalmente en acciones, índices y Exchange-Traded Funds (ETFs), porque son los activos más ampliamente negociados en este mercado.
¿Qué son las opciones?
En general, las opciones son contratos que confieren al comprador el derecho, pero no la obligación, de adquirir o vender un cierto número de acciones o el propio activo a un precio predeterminado antes de la fecha de vencimiento del contrato.
¿Cómo funcionan las opciones financieras?
En términos generales, los inversores que anticipan un aumento en el precio del activo subyacente adquieren una opción call, la cual se valoriza conforme el activo se eleva. Estas opciones les permiten a los operadores comprar acciones a un precio acordado, ya sea antes o en la fecha de expiración.
En contraposición, aquellos que esperan que el precio del activo disminuya compran una opción put, la cual aumenta su valor cuando el precio del activo cae. Los inversores que adquieren opciones put obtienen el derecho a vender acciones al precio de ejercicio acordado, ya sea antes o en la fecha de vencimiento, siempre y cuando el precio del activo haya caído efectivamente.
El intervalo de precios para operar opciones, conocido como “precios strike”, fluctúa en función del valor del activo subyacente, su rango de operación, el volumen de acciones y su popularidad entre los operadores de opciones. Estos precios strike pueden situarse en un rango de 50 centavos por debajo o por encima del precio actual, o incluso a distancias de 5 o 10 dólares, dependiendo de la liquidez y la demanda de los contratos. Además, existen contratos con diferentes fechas de vencimiento, que pueden ser mensuales, semanales o incluso diarios.
Estas inversiones son más accesibles en mercados como el estadounidense, donde los inversores minoristas pueden operar a través de brokers y concretar las transacciones en la Bolsa de Opciones de Chicago (CBOE). En contraste, en México, contamos con el Mercado Mexicano de Derivados (MexDer), que ofrece un número limitado de activos y presenta una barrera de acceso considerablemente alta para los inversionistas. Para operar en MexDer, al igual que con acciones, es necesario contar con una casa de bolsa que brinde orientación sobre los pasos para participar.
Es importante destacar que las opciones son inversiones de alto riesgo. Dado su apalancamiento, los movimientos de precios pueden amplificar tanto las ganancias como las pérdidas. Aunque se asocian a menudo con movimientos especulativos, las opciones también son herramientas que permiten generar cobertura y protección para un portafolio.
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