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Finanzas

Los factores que explican la actual fortaleza del peso

30-05-2022, 6:15:00 AM Por:
© Depositphotos

Como ha sido la constante a lo largo de la administración, la fortaleza de la moneda está más ligada a factores externos que a internos.

La cotización del peso mexicano sigue dando de qué hablar. La moneda mexicana se ha fortalecido y ya está muy cerca de llegar a 19.5 pesos por dólar. Es el mejor nivel desde enero de 2020, prácticamente antes de la pandemia que desató una recesión global.

Dado que la presente administración aduce que la fortaleza cambiaria es signo de una exitosa gestión económica, lo que seguramente se volverá a señalar en cualquier momento, es importante consignar, una vez más, en dónde estamos y, sobre todo, a qué se debe la inusitada fortaleza del peso mexicano.

Lo interno ayuda, en parte

Por supuesto que debemos reconocer que algunas cosas se han hecho bien y que los mercados lo han premiado, lo que beneficia a la divisa mexicana.

Sin embargo, lo que se ha hecho bien en los hechos es mantener las bases de lo que se fincó en administraciones pasadas. En ese sentido, el gobierno en turno no ha jugado con los indicadores, como se temía, y eso debe reconocerse.

En términos generales, los mercados perciben que, si bien el clima de negocios se ha enrarecido, sobre todo en cuanto a la certidumbre jurídica, y de manera especial para sectores como el energético, otros factores permanecen estables, o cuando menos sin grandes variaciones.

Esto juega a favor del peso, un escenario diferente con toda seguridad tendría impacto en la divisa mexicana.

También debemos señalar que, en lo interno, factores como el crecimiento económico, la inseguridad y la certidumbre jurídica ya señalada, no abonan a la fortaleza del peso, pero hasta ahora no han sido determinantes para una depreciación cambiaria, debido a que en el mundo hay fenómenos de mucho mayor dimensión que los superan por el momento.

Un factor decisivo es el movimiento en los mercados de capitales y de dinero de miles de millones de dólares, por los ajustes presentes y potenciales que hacen los bancos centrales en sus políticas monetarias.

Lo externo es determinante

Es el factor externo, con sus vasos comunicantes en lo interno, lo que determina en total medida lo que sucede con el peso mexicano en estos momentos.

No dejan de ser buena noticias desde luego, pero tampoco puede ni debe olvidarse que pesa más lo que sucede en el exterior que lo que pasa dentro de la economía mexicana para explicar esta fortaleza cambiaria.

Muchas cosas pueden señalarse, veamos algunas:

Las remesas siguen dando de qué hablar. Al cierre del primer trimestre del año, el total de remesas hacia México fue de 12 mil 521.39 millones de dólares, un crecimiento de 18 por ciento frente al mismo periodo del año anterior y una nueva cifra histórica.

Se dice fácil, pero recibir más de 12 mil 500 millones de dólares en tres meses representa una cantidad muy importante de recursos, capaz de apreciar a cualquier divisa de un país en desarrollo como el nuestro.

Son recursos que ya los quisieran muchos más países y que, sin duda, funcionan como una válvula de escape a la economía mexicana que, incapaz de generar las condiciones de bienestar y desarrollo para millones de sus ciudadanos, expulsa cada vez más migrantes.

En los hechos, si bien las remesas significan una buena noticia y un bastión económico, tampoco son para celebrarse ni considerarse como un éxito, sino lo contrario.

Exportaciones suben y fortalecen al peso

Por otra parte, debemos recordar que, con todo y los altibajos, la recuperación económica global está en marcha, aún con la amenaza de una eventual recesión.

En el primer trimestre del año en curso, el valor de las exportaciones totales sumó 132 mil 146 millones de dólares, lo que significó un crecimiento anual de 18.1 por ciento.

Nuevamente, este ingreso de divisas por miles de millones de dólares se explica por la posición estratégica de México en el mundo, al estar al lado del mercado más grande. Si Estados Unidos no estuviera en expansión en este momento (pese a que su PIB declinó en el primer trimestre del año), la historia del peso sería otra.

Los capitales y el diferencial de tasas, razón contundente

Pero, si algunas cifras relacionadas con el sector externo de México son determinantes para explicar la fortaleza cambiaria, el factor tasas de interés y la diferencia que existe entre México y Estados Unidos es contundente, explica todo incluso sin necesidad de acudir a las cifras relacionadas con la economía de México.

Además, lo explica por partida doble.

Por un lado, mientras México mantenga ese diferencial de tasas con Estados Unidos, le beneficiará en épocas de expansión monetaria (tasas en cero absoluto), desde donde venimos. Por otra parte, también le ayuda en así en periodos de restricción monetaria, en donde nos encontramos, ya que el país sube su tasa de rendimiento para hacerla más atractiva a los capitales foráneos.

El caso actual es más que evidente, las tasas en México están en 7 por ciento, mientras que en Estados Unidos están en 1 por ciento, son 600 puntos base de diferencia, una verdadera “joya” para los capitales de corto plazo.

Esto se liga con el hecho de que, hasta ahora, las autoridades financieras y monetarias del país han mantenido las políticas “neoliberales” de otras épocas, pero que le han dado estabilidad a las finanzas mexicanas.

En este sentido, los capitales de corto plazo perciben que al menos sí hay relativa garantía de que no pasará nada con sus recursos, como resultado aprovechan y dirigen una parte de sus inversiones al mercado mexicano, para aprovechar este diferencial de tasas vigentes entre las economías de México y Estados Unidos.

Mientras siga la diferencia en tasas y se mantengan las relativas condiciones de estabilidad en la economía mexicana pero, sobre todo, en las políticas hacendarias y monetarias, es probable que la apreciación del peso sea una constante. Sin olvidar que todo descansa en inversiones de corto plazo, volátiles y que por lo tanto pueden “corregir” en cualquier momento.

Una vez más, la fortaleza del peso está mayormente ligada a las condiciones externas más que a un éxito económico poco visible en el país. Por cierto, por el momento tampoco estamos ante el regreso del “superpeso”, pero esa será otra historia.

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