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Finanzas

Las mujeres sostienen el sistema de salud pese a brecha económica y de liderazgo

31-03-2023, 6:00:00 AM Por:
© Reuters

A pesar de que las mujeres componen el 70% del personal sanitario a nivel mundial, ocupan únicamente el 25% de los puestos de liderazgo superior en salud.

Por: Karime Jiménez Limas*

Marzo es considerado el mes de la mujer; momento del año en que la protesta pública y masiva hace visible la situación de inequidad que las mujeres viven a diario. Hoy nos es familiar escuchar que las mujeres se encuentran sujetas a situaciones de desigualdad; sin embargo, es importante profundizar y conocer las múltiples maneras en que se vulnera y violenta más allá de lo físico-sexual y más allá del espacio familiar. La violencia económica, laboral y el poco acceso a la toma de decisiones son algunas otras formas de violentar.

El sector salud es claro ejemplo de cómo la desigualdad permea en el ámbito laboral-económico. La mayoría del personal sanitario son mujeres (70%); sin embargo, ellas poseen únicamente el 25% de los puestos de liderazgo superior en salud (WGH). Es importante cuestionarnos el porqué de esta distribución, cuando las cifras nos permiten confirmar que hay más mujeres que hombres en la línea de liderazgo en salud; el problema es que en pocas ocasiones se les permite acceder a puestos de alto mando.

Las mujeres se encargan de prestar servicios de salud aproximadamente a 5 mil millones de personas anualmente. En cuestiones económicas, se estima que su aporte representa 3 billones de dólares por año; no obstante, la mitad de esta contribución la realizan a través de trabajos no remunerados (Lancet, 2015). Se estima que son seis millones de mujeres quienes realizan trabajos mal pagados o no remunerados en funciones esenciales de los sistemas de salud.

Para las mujeres en salud que sí reciben alguna remuneración económica existe una diferencia salarial del 28% comparada con lo que ganan sus compañeros hombres, esta brecha es más elevada que en otros sectores económicos (OMS, 2019). Sin tomar en cuenta que la diferencia salarial entre mujeres y hombres dentro del personal sanitario sería considerablemente mayor si en la estadística se incluyera el trabajo de aquellas trabajadoras no remuneradas.

¿Por qué las mujeres aceptan trabajos no remunerados en salud?

La mayoría de mujeres con trabajos no remunerados en salud, aceptan trabajar “gratuitamente” ya que tienen pocas oportunidades sociales y económicas dentro de su comunidad. Algunas reciben incentivos no monetarios derivados de su trabajo, como obtener un estatus, la confianza y el respeto de su grupo social. Algunos otros ejemplos de remuneraciones no económicas son: donaciones y acceso a regalos eventuales como uniformes o bicicletas, los cuales pueden vender y ganar una pequeña cantidad de dinero (WGH,2022)

Fuente: Women in Global Health, La seguridad sanitaria mundial depende de las mujeres, 2020

¿Esta situación me afecta de alguna manera?

La respuesta es . Todos requerimos tener acceso a la salud y que los servicios que se nos brinden sean de calidad. Se ha visto que los sistemas de salud se debilitan al tener trabajadores no remunerados; aumentando las deficiencias y la corrupción dentro del mismo (WGH, 2022).

¿Si tengo una empresa, qué puedo hacer para acortar la brecha económica y de liderazgo que sufren las mujeres?

Te presentamos algunas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, enfocadas en la situación de desigualdad en las áreas de trabajo:

  • Construir una base legal para la igualdad en el lugar de trabajo
  • Buscar estrategias para la eliminación de los estereotipos
  • Incluir la problemática de brecha salarial y de liderazgo en la cultura organizacional
  • Permitir que las mujeres lideren

Marzo se termina, pero las mujeres luchan contra la desigualdad todo el año.

Garantizar equidad en el salario y en el acceso a puestos de liderazgo para todas las profesionales, incluyendo aquellas que trabajan en la salud, es una responsabilidad compartida.

*Karime Jimenez es licenciada en Enfermería, cuenta con un diplomado en Metodología de la Investigación y tiene experiencia laboral en clínica, investigación y docencia. Actualmente es asistente de investigación en la Universidad Panamericana.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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