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Finanzas

Así fue el desastre financiero cuando el gobierno manejaba los bancos

24-05-2023, 12:42:27 PM Por:

No fue casualidad que la "década perdida" en la economía mexicana coincidiera con la época de la banca en manos del gobierno.

El drama de la venta de Banamex parece que ya llegó a su punto final… por ahora.

Citigroup anunció este miércoles que pondrá a la venta al icónico banco mexicano a través de una Oferta Pública Inicial (OPI) en Bolsa. Esta era el plan B del corporativo estadounidense si no tenía una oferta que le convenciera y que fuera de un postor con las condiciones que puso el presidente López Obrador.

El conflicto entre Grupo México, de Germán Larrea, con el gobierno por las concesiones ferroviarias ocupadas parece haber convencido a Citi de que lo mejor era poner al banco en Bolsa, buscando el máximo valor posible por la venta.

Pese a que Banamex se volverá una empresa que cotizará en el mercado de valores, según los planes de Citi, el mandatario mexicano reiteró su oferta para comprar al menos una parte de Banamex. Inclusive, dijo hoy que pedirá al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que prepare una propuesta de compra a Citi.

Lo que parecía una ocurrencia ya se vuelve más serio. Esta no sería la primera vez que se nacionaliza Banamex, ya ocurrió en la década de los ochenta del siglo pasado, lo que dejó amargas lecciones para México en materia financiera.

Este fue el desastre financiero que registró nuestro país cuando los gobiernos de épocas pasadas controlaban los bancos.

Nuevo modelo económico, crisis recurrentes

Fue a partir del año 1982 cuando se empezó la sustitución del modelo económico hasta entonces vigente por otro donde la asignación de los recursos se hacía a través de los mecanismos del mercado.

Como consecuencia de las crisis recurrentes y por una medida desesperada en un afán de pasar a la historia como un gobierno que trascendía por sus acciones, la administración del entonces presidente José López Portillo (1976-1982), decretó la nacionalización del sistema bancario el 1 de septiembre de 1982.

Así, se iniciaba un periodo de administración bancaria en manos del estado mexicano. La banca en México y su manejo por parte del estado implicó, entre otras cosas, que se proporcionaran grandes cantidades de créditos al sector público y privado, sin tomar en cuenta sus niveles de riesgo.

La banca se hizo pequeña, no creció a la par del país y sus necesidades; es decir la banca no cumplió una de sus principales funciones que es la de ser “resorte” del desarrollo nacional.

La decisión tomada generó un efecto multiplicador y negativo en la confianza de los capitales, mismos que se erosionaron en primera instancia y enseguida se radicalizaron. La “fuga de capitales” fue cosa de todos los días; en los hechos, no era más que la reacción natural de los grandes inversionistas a las medidas y errores de política económica, con lo que se anticipó un escenario de crisis de largo plazo para la economía mexicana, que fue la constante.

El estado manipulador de la política cambiaria y monetaria

También en los hechos, el estado mexicano era el manipulador de la política cambiaria y monetaria; a través de las instituciones de banca comercial en sus manos fijaba el tipo de cambio y los niveles de tasa de interés, la banca era un agente ampliamente dominante del mercado, bastaba con la participación de las mesas de cambios de los bancos más grandes (en ese entonces Banamex, Bancomer, Serfín ya desaparecido y la banca de desarrollo, por medio generalmente de Nafinsa), para darle no sólo nivel al tipo de cambio, sino además sustentar la entonces política cambiaria bajo régimen estatal.

Lo mismo sucedía en materia de tasas de interés, el estado era tan dominante que no necesitaba decretar los niveles de tasas de interés por medio de boletines, sino que le bastaba con intervenir mediante la banca comercial en el mercado.

Al final, reconocido por propios y extraños, las crisis recurrentes que azotaron a México en esas épocas tuvieron estrecha relación con un sistema bancario mal gestionado por parte del gobierno, y sobre todo con total dominancia.

A través del sistema financiero del país (mercado de valores, cambiario red bancaria) se obtuvieron los recursos que generaron el sobrecalentamiento, la volatilidad y la vulnerabilidad de la economía del país. Asimismo, estos choques macroeconómicos deterioraron significativamente a la banca nacional. El sistema financiero fue principio y fin de la crisis económica de aquellos años.

Década perdida, reflejo de un sistema financiero enfermo

No fue casualidad que la “década perdida” en la economía mexicana coincidiera con la época de la banca en manos del gobierno, ambos eventos están totalmente relacionados.

La pésima gestión gubernamental bancaria llevó a excesos que se reflejaron en la economía; sin un sistema bancario sólido, que se administrara bajo regulación estricta y con estándares globales de rentabilidad, el desastre era inevitable, el derroche, las malas decisiones, la falta de crédito productivo y el exceso del mismo a proyectos de gobierno sin futuro, llevaron a la economía al desastre.

Banca mixta, otro fracaso

Las palabras de ayer del mandatario, en el sentido de buscar una Asociación Público-Privada (APP) para comprar Banamex, es decir para renacionalizarlo, son serias y deben de evaluarse a la luz de los resultados de otras épocas. No son nuevos tampoco, el año pasado hizo comentarios más o menos similares en algunas ocasiones, al parecer es una idea que no desagrada en el gobierno.

La eventual compra de Banamex por medio de una APP, en la que indudablemente el gobierno llevaría la “voz cantante”, es igual a lo que en otros lados se conoce como Banca Mixta, y que ha resultado en auténticos fracasos, sobre todo en Europa.

El punto final es el mismo: el gobierno es mal banquero, su concepto de banca es muy distinto y por más mecanismos de control que existan, siempre serán insuficientes. El eventual regreso de Banamex al manejo gubernamental, que ahora se ve como una declaración más, será una mala señal para el sistema financiero del país, distorsionará muchas cosas en el mercado local, ya que el banco a pesar de que ya no es el más grande del sistema desde hace varios años no deja de ser un gigante local. Y todos sabemos lo que sucede cuando los mercados se distorsionan, el desastre es inminente.

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