¿Qué debo considerar al elegir mi primera tarjeta de crédito?
Existen muchos productos financieros presentados como plásticos bancarios que pueden resultar sencillos de tramitar. Sin embargo, debemos seleccionar con cuidado y conocer como usar el crédito a nuestro favor.
Aunque no lo parezca, puede ser sencillo que nos otorguen una tarjeta de crédito, ya que solamente tenemos que acudir a una sucursal bancaria y solicitarla, incluso al tramitarla en diversas tiendas de autoservicio o departamentales. Cada una tiene sus características propias como producto financiero, con beneficios que pueden ser convincentes para tu estilo de vida, pero antes tienes que conocer tu propio perfil y hallar cual encaja con tus intereses o necesidades.
En caso de que sea la primera vez que tramites una, tienes que analizar cual se acomoda mejor a ti, por ende, aquí te damos cinco sugerencias que debes tomar en cuenta al decidir:
1. Capacidad de pago
Siempre debes que comprender que una tarjeta de crédito no representa para ti tener un “ingreso extra”, es más bien dinero prestado que tienes que regresar y que funciona como medio de pago alternativo al efectivo. Lo ideal no es sobrepasar el 25% de lo que percibes en tu sueldo mensual. Así que descubre tu capacidad de pago restando a tus ingresos tus gastos fijos mes con mes, además, descontando tu ahorro y el resto debe ser equivalente a tu capacidad de pago.
Si después de obtener tu tarjeta de crédito en algún punto ya no puedes pagarla, te recomendamos informarte sobre qué pasa si no pagas tu tarjeta de crédito.
2. Hacer una comparación
Probablemente te la extienda una institución bancaria donde ya poseas una cuenta de depósito para nómina, pero no es el único factor a tener presente. Analiza cual se ajusta más a tus necesidades y capacidad para pagar, considerando la anualidad, tasa de interés y beneficios o servicios que estos puedan brindarte con la tarjeta que vayas a seleccionar.
3. Investiga la Tasa de Costo Efectiva Anual
El TCEA o Tasa de Costo Efectiva Anual hace referencia al costo total de cualquier forma de crédito, mismo que posibilita hacer una comparación de costo entre distintos créditos, independientemente de si cuentan con plazos o productos diferentes. En dicho dato se incluye la suma del crédito, interés del IGV y comisiones, aparte de cualquier otro concepto que se cargue al cliente.
4. Haz compras responsables
¡No te confíes! Si adquirirás algo a meses sin intereses, siempre debes pensar si es un producto que valga la pena y si tendrá la duración suficiente como para seguir pagándolo por algún plazo significativo. No te sobrepases y conoce cuales son tus límites, porque en dado caso podrías generarte deudas.
5. Mejor crédito
Si pasó un año y tuviste un buen comportamiento crediticio, es probable que la institución bancaria te ofrezca extender tu línea de crédito. Estás en el derecho de aceptarla, pero detente un momento a pensar si tus ingresos aumentaron tanto como tu crédito. ¿Tus gastos fijos son iguales?, ¿Desenvuelves sin problemas el manejo de tu crédito? Si crees que es prudente incrementarlo, adelante, pero si consideras que sería un conflicto que te generaría deudas, lo mejor es reconsiderarlo.
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