¿Más sucursales? Los bancos prefieren menos ladrillo y más tecnología
Pese a la petición del presidente López Obrador a que los bancos abran más sucursales, una oficina es muy costosa, sobre todo en municipios y/o comunidades lejanas que muchas veces ni siquiera cuentan con infraestructura.
El gobierno federal y el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador esperan que, en los próximos años, los bancos incrementen el número de sucursales en el territorio nacional y con ello la cobertura bancaria, especialmente en sitios en los que no hay presencia de estas oficinas.
Esos buenos deseos se topan con la realidad: en México y en el mundo la banca deja poco a poco pero irreversiblemente de concentrar sus esfuerzos de cobertura mediante las sucursales, y se enfoca más en el mundo digital. El planeta ha cambiado, la irrupción de las Fintech y las BigTech en el ámbito financiero abrió una veta de oportunidades que los bancos no podían descuidar, o se modernizaban y enfocaban en seguir la tendencia o muchos de ellos quedarían fuera del mercado.
Si bien es cierto que hoy día en el país perduran las sucursales bancarias y son utilizadas por muchos usuarios de todas las edades, es un hecho que su expansión es cada vez menor. En 2018 se abrieron solamente 173 sucursales nuevas en el país, incluyendo a las de banca múltiple y las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAP), de acuerdo con el Panorama de la Inclusión Financiera 2019, de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los bancos en México y en el mundo están concentrados cada vez más en impulsar la llamada banca por internet, banca digital, banca móvil o como se le quiera llamar. La clave está en los costos y desde luego en las ventajas de accesibilidad que proporcionan las tecnologías.
Los nuevos tiempos son implacables, la banca lo sabe
El expresidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), Marcos Martínez, dijo en su discurso de entrega del puesto el año pasado que los bancos invierten anualmente cerca de 70 mil millones de pesos en innovación tecnológica. Aunque la cifra varía entre cada institución, lo que sí es un hecho es que grandes cantidades de dinero se van a esta categoría cada año de parte de los bancos.
En efecto, es una cifra creciente que se ha multiplicado año con año todo este siglo ya que en los albores se invertían entre 2 mil y 3 mil millones de pesos, lo que significa que en aproximadamente 17 años las inversiones en banca digital se han multiplicado por 23 veces. Así de relevante es la inversión para una futura conversión de las instituciones bancarias en la que las sucursales seguirán existiendo, pero no serán ni de lejos la columna vertebral bancaria que algún día fueron. En este contexto surge otra pregunta interesante: ¿vale la pena poner una sucursal bancaria en municipios o comunidades lejanas? La respuesta evidente es no.
Ayer mismo el presidente de la ABM, Luis Niño de Rivera, señaló que instalar una sucursal bancaria es muy costoso. Sin expresar cifras, mencionó que este tipo de instalaciones incluye gastos como valor de la construcción, infraestructura tecnológica, telecomunicaciones, seguridad, etc. Sin considerar que en muchas de estas regiones no existe la infraestructura de telecomunicaciones que es obligación del estado instalar.
51% de los municipios del país cuentan con al menos una sucursal bancaria y el 76% de la población tiene al alcance un establecimiento bancario a una distancia de 4 kilómetros, de acuerdo con datos de la CNBV.
Entonces, ¿se quedará abandonada a su suerte a ese 24% de la población que no tiene cerca un banco y se quedará sin servicios? Para Luis Niño de Rivera, la respuesta está en la inclusión bancaria ligada a una figura que funciona en México desde hace algunos años y que lleva mucho más tiempo en otras partes del mundo: los corresponsales bancarios. Son establecimientos no necesariamente bancarios, muchos de ellos comerciales, que apoyan en diversas operaciones de la banca por medio de la tecnología, en México existen al día de hoy 46 mil de estos corresponsales diseminados por todo el territorio nacional.
Crecimiento de sucursales bancarias, moderado desde hace años
Otro dato relevante para empezar a comprender cómo los bancos han reorientado sus inversiones para el crecimiento de sus servicios digitales es en la velocidad de crecimiento de las sucursales bancarias. No es una tendencia reciente, sino que data de hace algunos años. Un análisis realizado en 2015 por Jorge Sánchez Tello y Guillermo Zamarripa en la Fundación de Estudios Financieros A.C. (Fundef), muestra con toda claridad cómo la última gran expansión de las sucursales bancarias se presentó en la primera década de este siglo, pero obedeció a la llegada de los llamados bancos-tienda.
A partir de la década que está por finalizar la tendencia ha disminuido notablemente, es como los autores la definen: “a pesar de que la economía tiene un crecimiento positivo desde 2010, la expansión de esta infraestructura financiera en el país ha continuado, pero no de manera agresiva. A partir de entonces, las sucursales bancarias han tenido un crecimiento que ha oscilado entre una tasa negativa y hasta el 5 por ciento. Lo que observamos es que el crecimiento que ha tenido la red bancaria está vinculado con ciertos bancos (bancos-tienda) y no incluyen a los dos principales participantes del sistema en términos activos”, expresan los autores del análisis.
En efecto, si tomamos por ejemplo al banco con el mayor número de sucursales en México, BBVA, observamos que en 2018 contaba con 1,794 sucursales, mientras que para este año su red se incrementó a 1,835 establecimientos, lo que supone una tasa de crecimiento de apenas 2.28 por ciento, tasa inferior a la que reportaban en otras épocas los grandes bancos, de entre 8 y hasta 15 por ciento en promedio. Seguramente BBVA registra un aumento importante en sus inversiones en banca digital y también ha invertido en la remodelación de sus sucursales más que en la construcción de nuevas oficinas.
Urge mejor asesoría, conocimiento y experiencia
Insistir en que los bancos deben abrir mucho más sucursales es una idea que va en contra de la tendencia nacional y mundial. La bancarización incluso de municipios y/o comunidades lejanas debe pasar hoy día por la tecnología. Quizás esas regiones nunca vayan a conocer una sucursal bancaria, pero una visión más moderna les podría brindar algo mejor: servicios bancarios eficientes y baratos, lejos ya de los estereotipos que alguna vez dominaron el negocio y que hoy están en franca decadencia.
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