El sector turismo después del COVID-19
Existen algunos escenarios sobre los que el sector puede comenzar a trabajar para adaptarse, de forma gradual, a las nuevas condiciones que podrían presentarse.
El sector turismo en México ha desempeñado un papel importante para el crecimiento del país; sin embargo, el panorama actual es complejo, ya que la rápida propagación del COVID-19 ocasionó una caída sin precedentes en la demanda de dicha industria, por lo que existe un gran desafío para impulsar su desarrollo después de la pandemia.
En el mes de abril, se contabilizaron mil 143 cierres de hoteles de cadena, así como un 70% de reducción en la demanda nacional de vuelos, de acuerdo con el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET). En este contexto, no solo serán fundamentales los apoyos financieros para las empresas de la industria turística, sino también cualquier esfuerzo dirigido a impulsarla.
Uno de los recursos sobre el que ya se han concentrado esfuerzos es la estrategia digital con la cual, la Secretaría de Turismo (Sectur) federal, en conjunto con el Comité de Crisis del Consejo de la Diplomacia Turística y organizaciones empresariales, busca mantener el posicionamiento de México como uno de los principales destinos turísticos y, así, contribuir a la recuperación de la industria.
Escenarios futuros
Aún se desconoce el momento en el cual las actividades económicas, incluido el turismo, regresarán por completo a la “normalidad”. No obstante, existen algunos escenarios sobre los que el sector puede comenzar a trabajar para adaptarse, de forma gradual, a las nuevas condiciones que podrían presentarse.
Un primer escenario es el de rápida contención, el cual contempla, para julio, la reactivación de los flujos turísticos; en realidad, es el menos probable, debido a las circunstancias actuales de la emergencia sanitaria.
Otro escenario es el que pronostica una actividad francamente deprimida —durante cuatro o seis meses— con un inicio de recuperación en las reservaciones hacia octubre. Por el momento, éste podría ser el más viable.
Por último, un tercer escenario es el que muestra una depresión prolongada de los flujos turísticos, superior a siete meses, y donde veríamos, quizás, alguna reactivación hacia el año próximo. Cabe destacar que, en cualquiera de los casos, el sector turismo tendrá que asimilar una realidad para la cual no estaba preparado y deberá considerar las nuevas necesidades de los clientes, pues, debido a la contingencia, el perfil del viajero será diferente respecto al que se tenía antes de la suspensión de actividades en la industria.
Asimismo, otro desafío, para este sector, será romper con el prejuicio de que el turismo es una actividad de lujo, porque se trata de una industria esencial y estratégica.
*Teresa Solís, directora especialista en el Sector Turismo en Deloitte México
