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Economía

El PACIC “reloaded”: 3 diferencias y 3 fallas del nuevo acuerdo contra la inflación

04-10-2022, 6:15:00 AM Por:

Cinco meses después de presentar la primera versión del PACIC, las presiones inflacionarias obligaron a reforzar este acuerdo.

Solamente cinco meses después de que se firmó el original Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), y de que se afirmara una y otra vez que la estrategia era sumamente exitosa y que estaba contribuyendo a bajar la inflación en el país, nos enfrentamos a la realidad.

El PACIC tuvo que ser “reforzado” porque, en los hechos, no dio los resultados esperados. Sin embargo, existe el riesgo de que esta nueva versión tampoco entregue buenas cuentas porque mantiene su esencia limitada, se enfoca en productos específicos de una canasta básica que está rebasada desde hace muchos años por las tendencias de consumo en el país, además de que ahora se añade una apertura comercial indiscriminada para ciertos productos que más que bajar la inflación, golpearán a varios productores nacionales.

Por si fuera poco, el gobierno mexicano se ha encargado de decir que estos acuerdos no son lo mismo que los viejos pactos firmados hace más de 30 años, que permitieron abatir la inflación. Tienen razón, aunque en esencia son lo mismo, sí hay enormes diferencias que se traducen en la efectividad que tuvieron unos hace décadas contra la ineficiencia que registran otros en estos tiempos.

Las tres diferencias entre los pactos de antes y los acuerdos de ahora

¿Por qué los pactos de hace más de 30 años fueron efectivos en abatir la inflación? Estas son algunas diferencias esenciales entre lo de antes y lo de ahora, y que explican la disparidad en los resultados.

1) Pacto nacional en 1987, sectorial en 2022: Es cierto que la inflación de hoy no se parece a la de hace 35 años; no hay una hiperinflación, estamos muy lejos de aquellos tiempos. Sin embargo, también es cierto que para combatir un problema de inflación como el actual, se requieren más esfuerzos. En 1987 El Pacto de Solidaridad Económica (PSE) fue un acuerdo político-económico firmado por el gobierno de entonces, más el sector empresarial en pleno; es decir, todos o la inmensa mayoría de los empresarios del país y por los trabajadores.

2) El pacto de 1987 incluía promover el crecimiento económico, algo que no está previsto en la actualidad, más allá del discurso de contribuir con la estabilidad de precios.

3) Estimular la producción agrícola por medio de la canalización del crédito público y renegociar la deuda externa fueron otros dos factores esenciales, eso le dio liquidez a empresarios y productores en general. Hoy vemos un pacto limitado al esfuerzo de un solo sector, es decir al empresarial, de ahí la percepción de que la inflación es originada por la oferta, cuando claramente es un fenómeno que se alimenta de varias fuentes.

PACIC reloaded, las mismas carencias

Ojalá esta nueva versión del PACIC entregue los resultados esperados, una visión superficial de inicio arroja algunas de las deficiencias que se mantienen, y que son las siguientes.

1) Está enfocado en una “canasta básica”, pero dicha canasta está limitada y considera que un amplio porcentaje de la población consume los productos ahí contemplados, la realidad es muy diferente.

2) Los productos que se contemplan para “controlar” su precio, aunque oficialmente no es control de precios, son genéricos, una versión únicamente de los muchos que existen en el mercado, sin tomar en cuenta esta variedad. Eso desde luego genera, nuevamente, la percepción de que existe un problema de oferta, lo lógico es que los empresarios en general produzcan menos de los productos con precio controlado (aunque digan que no es controlado) para enfocarse en otros que les dejarán mayores márgenes de ganancia. No se trata de una ambición desmedida de parte de los empresarios, como muchas veces se ha señalado, pero es claro que luego de estos años tan complejos, los negocios necesitan recursos para mantener su existencia.

3) Hay una apertura indiscriminada de ciertos productos, con la idea de satisfacer el total de la demanda y permitir, en teoría, que se mantengan los precios y eventualmente bajen.

Nada más riesgoso por diversos factores, pero esencialmente por el sanitario y el comercial. En el primer caso, existe el riesgo de que se relajen las medidas fitosanitarias e ingresen bacterias o enfermedades que hasta ahora han estado controladas, ojalá no suceda. De hecho, el secretario de Hacienda presentó este lunes el fortalecimiento del PACIC como el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía; es decir, lo que esencialmente presentó este lunes la autoridad fue la abolición temporal de medidas de control gubernamental, que el secretario llamó burocracia en entrevistas posteriores con medios de comunicación, para impulsar la importación de productos alimenticios.

En resumen, el nuevo PACIC no tiene muchas novedades, más allá de incorporar a 15 empresarios o directores de empresas, que sin duda son relevantes pero que no abarcan el universo nacional, busca controlar la inflación y bajar solamente 24 productos básicos basados en el aumento de la oferta de los mismos, pero dejan de lado una infinidad más. Por ejemplo, el pan blanco está bajo control de precio (que no es control de precio, dicen) pero solamente el bolillo, y con determinado gramaje. Las otras variedades de pan blanco (Telera, bollos, pan blanco con otros ingredientes como ajonjolí, etc, pan tortero, etc), no están controlados y sus precios pueden variar.

El PACIC es un buen esfuerzo, sin duda contribuye a que la inflación no suba en exceso, pero el hecho de que en solo 5 meses de su primera versión deba reforzarse, es un claro indicio de las presiones de la inflación, y también de que para lograr mejores resultados haría falta que se volviera un gran acuerdo nacional, lo que está lejos de suceder.

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