Buscador
Ver revista digital
Economía

Sector de eléctrico mexicano, ‘chiquito’ y poco competitivo en el mundo

06-04-2022, 9:04:25 AM Por:
© Google Maps

Nuestro país tiene tarifas eléctricas competitivas a nivel global, pero con una infraestructura pobre y una empresa estatal con pérdidas recurrentes.

La batalla en el sector eléctrico mexicano sobre la definición de su forma operativa empieza a entrar en una fase decisiva, aunque no se sabe si definitiva, debido a que el tema es muy delicado y tiene enfrentados a diversos actores políticos y de la industria, incluyendo también a nuestros socios comerciales.

Lo que es un hecho es que México y su industria eléctrica sí necesitan cambiar en algún sentido, o quizás acelerar o recomponer lo que se hizo mal, o no funcionó con la reforma de 2014.

Por lo visto, nunca sabremos si con más tiempo habría los resultados prometidos en aquella reforma, lo que sí sabemos hoy es que la industria eléctrica nacional está en el atraso.

México es un país con casi 130 millones de habitantes que no destaca en su industria eléctrica. Tiene tarifas competitivas a nivel global e, inclusive cuenta con los precios más bajos de Latinoamérica, solo superado por Venezuela y Cuba; naciones que destacan por tener las tarifas más bajas del mundo, pero cuya infraestructura es tan pobre que ni siquiera alcanza para electrificar a todo el país, además de los constantes apagones.

México cuenta con una electrificación prácticamente de 100 por ciento de su territorio, pero su empresa estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), a la que se le pretende regresar el monopolio en la industria, no figura entre las compañías más rentables y eficientes de las empresas públicas de electricidad.

De hecho, la CFE es una empresa ineficiente, con pérdidas recurrentes, de las cuáles ahora se culpa a la reforma de 2014, lo que estaría por comprobarse.

Como empresas públicas, las grandes compañías del sector han impulsado la infraestructura del país en el que se desempeñan, e incluso operan en otras naciones.

Los precios son parte del mercado. Es cierto que hoy Europa padece los costos más altos de electricidad en el mundo, pero tampoco se olvida que cuando los energéticos estaban en el suelo, la luz generada en Europa también era una de las más baratas del planeta.

Se trata de la resiliencia que genera la infraestructura del sector, esa capacidad para adaptarse.

Todas estas empresas se enfocan desde hace años en migrar hacia las energías limpias, será un proceso largo pero inevitable, mientras otras del sector seguirán en el atraso.

Los países con las tarifas más altas del mundo en el sector eléctrico

La creencia de que Europa es la región con las tarifas más caras en electricidad no es tan certera, las cifras más recientes de fuentes como World Bank, Eurostat, Cepal y GlobalPetroPrice, son coincidentes.

Hoy día la tarifa eléctrica más cara del mundo se ubica en Alemania con un costo de 0.35 dólares por kilovatio-hora, seguido nada más y nada menos que de Nicaragua, ese pequeño país centroamericano en el que las inversiones en el sector son escasas, con un costo de 0.33 dólares por kilovatio-hora. Junto a Nicaragua está otra potencia europea, Dinamarca, con 0.33 dólares; siguen Bélgica e Italia con 0.32 dólares, Irlanda 0.31 dólares; España 0.27; Portugal 0.25; además de Japón y Uruguay con 0.23 dólares.

Las naciones con las tarifas más bajas, pero en el atraso

En la lista de los países con las tarifas más bajas se encuentran varias naciones petroleras; en todas ellas prácticamente la infraestructura es un tema delicado, ya que no cuentan con la suficiente para generar más allá de su demanda doméstica, y a veces ni siquiera esa.

Los costos más bajos en electricidad están en Omán con 0.06 dólares, Qatar 0.037, Etiopía 0.036, Sudán 0.024, Cuba 0.008, Kuwait 0.007 y Venezuela, con la tarifa eléctrica más barata del planeta con 0.002 dólares, pero sin infraestructura, sin competencia para el monopolio estatal, con una compañía ineficiente y en la quiebra más un servicio de electricidad que prácticamente se regala cuando lo hay, pero cuyo costo finalmente lo absorbe el país completo.

México, ni picha ni cacha

México tiene actualmente tarifas competitivas a nivel global, es una falacia decir que la electricidad es cara respecto a otras partes del mundo, no es así.

El costo promedio del kilovatio-hora en México es de 0.046 dólares; esta tarifa es muy competitiva considerando las registradas en otras partes del planeta. El debate entonces es hacia dónde debería ir la industria eléctrica nacional dado que en un entorno de competencia y apertura los resultados no son tan malos a la vista de algunos, pero sí lo son para otros.

La CFE no figura entre las grandes del sector eléctrico público

La empresa estatal generadora de electricidad en México, a la que se le pretende otorgar la potestad única de distribución de la energía eléctrica en el país, es pequeña y poco relevante en el concierto mundial.

Aquí algunos de los titanes del sistema eléctrico mundial.

EDF:  Empresa considerada el orgullo francés

Électricité de France nació como el resultado de la nacionalización de alrededor de 1,700 empresas productoras de electricidad en 1946, con lo que se buscaba paliar la crisis que había dejado la segunda Guerra Mundial. Hoy es una de las principales productoras y distribuidoras de electricidad en Europa y una de las más grandes del mundo.

EDF monopolizó la generación de energía en Francia hasta 1999, cuando fue forzada a ceder espacio a sus competidores. El Gobierno francés es el principal accionista, con casi 84% del capital social.

Enel

La compañía Enel (Ente nacional por la energía eléctrica, según sus siglas en italiano), participada ahora con un 23% por el gobierno de su país, es otro caso de éxito.

Con expansión en el mundo, hasta hace poco invertía fuentes cantidades de dinero. Por ejemplo, para la compra de la española Endesa, gastó más de 38 mil millones de dólares.

Vattenfall, la apuesta sueca en la generación hidroeléctrica

Fundada en 1909, explota la generación hidroeléctrica de los innumerables saltos de agua dentro del territorio sueco. La compañía pública incorporó la energía nuclear en los años 70, abriendo dos centrales que más tarde formarían parte de las siete de las que fue dueña. Después continuaría con su apuesta por los combustibles fósiles, que le permitiría expandirse por Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Finlandia y Polonia.

Sin embargo, Vattenfall lleva a cabo una serie de cambios en los últimos años, con el propósito de generar más energía sostenible y de reducir su actividad nuclear, que corresponde a un 35% de la electricidad en el país, hasta eliminarla.

TVA, la empresa energética pública más grande de Estados Unidos

Autoridad del Valle de Tennessee (TVA, por sus siglas en inglés), nació en la época del New Deal (o Nuevo trato) que siguió a la crisis financiera de 1929 en Estados Unidos. La compañía energética pública más grande del país aprovecha la energía que genera el río Tennessee, que alcanza siete estados. Con 29 presas hidroeléctricas, la compañía afirma que un 60% de la energía que producen está libre de emisiones de dióxido de carbono.

Tepco

Produce, transmite y distribuye energía a la región de Kantō, incluyendo Tokio, la capital japonesa.

La empresa enfrentó el desastre nuclear de Fukushima, en marzo de 2011. En 2012, recibió un fondo de rescate de más de 11,000 millones de euros para afrontar los primeros pagos de indemnización para las víctimas del accidente de Fukushima. Después recibió 9,000 millones más a cambio de volverse una compañía pública después de que sus acciones cayeran 80 por ciento. Hoy es una de las empresas públicas del sector eléctrico más grandes, eficientes y rentables en el mundo.

Lo que está en juego es en realidad una parte del futuro de México. Si la reforma energética de 2014 fracasó, es hora de que nos digan más allá de la necesidad de un nuevo modelo, los cómos.

Cómo nos van a garantizar que ahora sí le va a ir bien al país con su modelo energético, pero con cifras, datos y series numéricas comprobables, públicas y reales, al margen de los discursos y de las ideologías.

MÁS NOTICIAS:

Comentarios