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Economía

Reforma a las Afores no es “expropiación”, sino el regreso al viejo sistema de pensiones

18-04-2024, 10:16:49 AM Por:
© Depositphotos

Este mecanismo ya probó su fracaso décadas atrás, pero se quiere volver a implementar, y usando los recursos de Afores no reclamadas.

La creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar es, en los hechos, el inicio del regreso al viejo sistema de reparto, pero en peores condiciones.

¿Es en el fondo el objetivo deseado?, ¿revertir las reformas de 1997 y regresar al viejo esquema?  No lo sabemos, pero en un inicio, el Fondo de Pensiones para el Bienestar es la tarea que va a cumplir.

También se habla de que el uso de los recursos de personas de 70 años o más que aún no hayan pensionado es una expropiación, pero vale aclarar que en esta reforma, el derecho sobre sus ahorros es imprescriptible y podrán recuperarlos, pero hay mucha incertidumbre al respecto; tampoco hay una campaña para buscar que los dueños de esos recursos se pensionen. Si bien no estamos ante un caso de expropiación, puede ser algo peor: una confiscación.

Pensiones al 100%, pero pagadas por los trabajadores

El objetivo de llevar las pensiones de los trabajadores al 100 por ciento del salario se va a financiar con los recursos de los propios trabajadores; es decir, como era antes, cuando las aportaciones de los trabajadores más jóvenes servían para pagar las pensiones de quienes pasaban a retiro.

Pero hoy existe otra diferencia, al menos en un inicio serán las aportaciones de los más viejos, o incluso de quienes ya han fallecido, las que paguen las pensiones de quienes pasen a retiro, o cuando menos que paguen una parte.

Es un clásico sistema de reparto, en el que un fondo o gran fondo paga las pensiones de todos, o al menos una parte, como será nuestro caso.

El tope máximo de la pensión al 100 por ciento será de 16,700 pesos, aquí existen varias consideraciones que lamentablemente no se señalan.

1) Quienes ganen un salario similar podrán pensionarse con ese mismo ingreso, pero una parte de su tasa de reemplazo la recibirá de parte de su Afore y de su cuenta individual, mientras que la otra parte provendrá del Fondo de Pensiones para el Bienestar; es decir, de los recursos de las Afores de personas de 70 años o más, apostando, en cierta forma, a que un alto porcentaje de esos recursos ya no sean reclamados por sus dueños.

2) Quiénes ganen menos del tope, menos de los 16,700 pesos, se retirarán con el 100 por ciento de su salario, pero no se incrementará dicho salario hasta el tope de 16,700 pesos.

Por ejemplo, si un trabajador gana 10,000 pesos al momento del retiro, le tocaría una tasa de reemplazo de aproximadamente 70 por ciento, es decir, 7,000 pesos. La otra parte, los 3,000 pesos, saldrán del Fondo de Pensiones para el Bienestar. Se lo pagarán, cuando menos en un inicio, los trabajadores de 70 y 75 años que no se han jubilado o peor aún, que ya fallecieron. Pero de ninguna manera quiere decir que este trabajador va a ganar los 16,700 pesos de tope a la pensión; en ese caso, su tasa de reemplazo no habría sido de 100 por ciento, sino de 160 por ciento.

En una entrevista reciente que hicimos a Carlos Ramírez Fuentes, expresidente de la Consar, a propósito de la implementación del Fondo Semilla que en un inicio propusiera del presidente, y que al parecer ha cambiado por el Fondo de Pensiones para el Bienestar, el ex funcionario expresaba una preocupación.

Lo que me preocupa es que este fondo se vaya a constituir en un inicio con recursos de los propios trabajadores, en cuyo caso sería absurdo“. Pues parece que así será al menos en un inicio.

El sistema de reparto ya fracasó

El problema del sistema de reparto, que hoy se quiere implementar, al menos en una parte del SAR, es que se trata de un modelo fracasado.

La reforma de 1997 precisamente se llevó a cabo porque México iba directo a una gran crisis fiscal, ya que no existía un fondo que administrara los recursos de los trabajadores, y aunque existiera, el cambio demográfico iba a hacer el sistema completamente inviable, las proyecciones actuariales ubicaban a México como un país en alto riesgo.

Al igual que hace 30 años, hoy se quiere implementar un fondo para pensiones del que no está  claro cuáles serán sus fuentes de financiamiento certeras, permanentes y confiables, ya que de fuentes como los recursos del Instituto para Defender al Pueblo lo Robado (Indep) genera más dudas que certezas, junto con las utilidades de una empresa como Mexicana de Aviación, que al día de hoy es subsidiada y que al parecer seguiría en esas condiciones por mucho tiempo, por ya no hablar del Tren Maya.

LEE: México será uno de los más afectados en la crisis global de pensiones

El problema es que este “mini sistema de reparto” se sustentará en un inicio en los recursos de quienes con 70 y 75 años de edad no han cobrado sus recursos de las Afores, con el riesgo de que, si no se capitaliza de forma permanente y suficiente, ¿de dónde saldrán los recursos necesarios para garantizar pensiones de 100 por ciento hasta un tope de 16,700 pesos?

El riesgo es que se pretenda tomar recursos adicionales de las Afores.

Hay otras preguntas, si bien se garantiza la imprescriptibilidad del derecho de los dueños de los recursos o de sus beneficiarios, ¿por qué no se llevaron a cabo campañas como las de otros años para ubicar a los dueños de los recursos?, ¿qué tasa de rendimiento pagará este fondo a los dueños de los recursos?, ¿cobrará comisión por administración este fondo?

En México al parecer tan pronto como en mayo próximo, podría estar en funciones un sistema mixto del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR).

Por un lado, el esquema de cuentas individuales con las Afores, y por el otro lado el regreso del viejo sistema de reparto, personificado en el Fondo de Pensiones para el Bienestar, en donde los que aportan al fondo van pagando las pensiones, o parte de ellas, de quienes se retiran.

Pero no se sabe si este fondo tendrá el capital y el tiempo suficiente para consolidarse y llevar con el tiempo a un auténtico viraje en el sistema de ahorro para el retiro. Esa reversión de las reformas de 1997 que han señalado en diversas ocasiones, pero cuya pieza más importante, la fuente de financiamiento idónea, justa y equitativa, no se ha encontrado ni en México ni en gran parte del mundo.

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