¿Por qué la propuesta laboral y de jubilación de Carlos Slim no es viable para México?
El magnate mexicano volvió a proponer su idea de reducir las semanas laborales a 3 días con jornadas de 12 horas, y atrasar la jubilación hasta los 75 años.
El empresario mexicano Carlos Slim manifestó hace unos días en España algo que ha dicho en numerosas ocasiones y que por lo tanto no es novedoso.
Slim propuso una jornada laboral de doce horas, tres días a la semana y retrasar la jubilación hasta los 75 años. De este modo, según su perspectiva, se podrá dar cabida en el mercado laboral a un mayor número de trabajadores.
“Debe de trabajarse tres días a la semana en una jornada laboral de doce horas diarias; tres días para dar cabida a otras tres personas a que trabajen los otros tres días y jubilarse a los setenta y cinco años, no a los sesenta y cinco ni a los sesenta”, ha indicado el empresario más acaudalado del país.
Según Slim, hoy día los ciudadanos vivimos más años y en todos los países del mundo que tienen políticas sociales y de pensiones y de jubilación, el pasivo laboral provocado por la jubilación es muy alto, incluso sobrepasa a los recursos del Estado.
Por eso, insiste en retardar la jubilación lo más posible.
Sin embargo, la opinión de Slim y los motivos con los que sustenta un cambio como el señalado, chocan de frente con la realidad de los mercados laborales en muchos países, incluyendo el suyo propio: México.
Antes de que suceda un cambio tan radical en el mercado laboral mexicano, deben revisarse y quizás adaptarse varios factores, algunos son:
Empleos insuficientes
La tasa de desempleo en México está en niveles mínimos históricos de 3 por ciento.
Lo anterior quiere decir que de la Población Económicamente Activa (PEA), que en México se ubica en alrededor de 63 millones de personas, solamente alrededor de 2 millones no tienen empleo o alguna ocupación.
Es una gran noticia si lo vemos así, genera la percepción de que en México hay mucho trabajo.
Pero, la experiencia internacional demuestra que, ante bajas tasas tan bajas de desempleo, es posible que se “esconda” un alto porcentaje de trabajo precario, sobre todo de personas ocupadas en la informalidad.
La tasa de desempleo nos habla de bajos niveles de desocupación, pero no necesariamente porque haya muchos trabajos, sino porque hay un mercado laboral alterno, o porque de plano la gente no busca trabajo si sabe de antemano que no lo encontrará.
Informalidad, un lastre
La informalidad es, efectivamente, un factor de riesgo para la economía mexicana y si bien es la “válvula de escape” para las presiones laborales y salariales, no refleja un mercado laboral sano, sino todo lo contrario.
En México el 56 por ciento de la PEA trabaja en la informalidad, son millones y millones de mexicanos que tienen una oportunidad de generar ingresos en la economía informal, sin pagar impuestos.
Mientras no haya suficientes empleos formales, la propuesta de Slim tendrá muchos problemas para implementarse ya que el sector informal no ajustará en esa medida, creándose grandes distorsiones en el mercado laboral del país. La alta informalidad es un lastre, se trata de un mercado sin reglas, entonces tendríamos en el país, por un lado, trabajadores que solamente laboraran 3 días a la semana, con trabajadores que seguirían con extensas jornadas laborales.
Jubilación: Trabajar hasta morir
Si en México se quisiera aplicar la recomendación de Slim y aumentar la edad oficial para el retiro a 75 años, sería un absurdo considerando el promedio de vida de los mexicanos.
Hoy día los varones mexicanos viven en promedio 77 años de edad; es decir, en promedio cada mexicano jubilado a los 75 años de edad moriría solamente 2 años después de que dejó de trabajar. Para efectos prácticos, trabajó toda su vida casi hasta la muerte.
Las mujeres mexicanas viven un poco más, su expectativa de vida es de 79 años; como sea, le quedarían muy pocos años efectivos de descanso después de su jubilación y antes de fallecer.
Reducción de jornada laboral, un error para Slim
Carlos Slim criticó en el evento donde participó, en España, la reducción de la jornada laboral, que se debate en estos momentos en el país ibérico (y en México también hay una propuesta similar, que busca reducir las horas máximas de trabajo semanales a un total de 40 desde 48 horas laboradas).
El empresario dijo que ese no es el camino, ya que impactará en la productividad del país y afectará las relaciones laborales.
Coincidentemente algo más o menos similar expresó este lunes la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo de los Estados Unidos Mexicanos (Concanaco) al pronunciarse en contra de la reducción de la jornada laboral en México, de 48 a 40 horas semanales.
El organismo señaló que, entre las consecuencias no deseadas, se registraría aumento en la inflación y la necesidad de los trabajadores de buscar un segundo empleo por la pérdida del poder adquisitivo.
Tanto Slim como el empresariado en general están en desacuerdo con la reducción de la jornada laboral; pero el icónico empresario va más allá y propone alternativas para que desde su punto de vista se mejore la productividad y se incremente el empleo.
Lamentablemente, las condiciones del mercado laboral mexicano impedirían que se adapten en el corto y mediano plazo.
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