Por muerte de Isabel II, miles de millones de billetes y monedas saldrán de circulación
El proceso deberá revisarlo y vigilarlo el Banco de Inglaterra, porque se trata de algo inédito para los tiempos modernos.
La muerte de la reina Isabel II tiene muchas consecuencias, algunas de las cuáles son poco conocidas, sobre todo porque se trata de un suceso que no se observaba en décadas.
En lo económico-financiero, si bien se espera que la libra esterlina no lo resienta ya que en realidad la influencia de la monarca en decisiones a este respecto prácticamente era nula, sí habrá un cambio relevante.
Se espera que en los próximos años deberán cambiar miles de millones de billetes y monedas que tienen la cara y figura de la fallecida reina, para sustituirlas por las del nuevo rey, Carlos III.
Disposición que se cumplió tarde con Isabel II
Aunque la reina ascendió al trono en el año 1952, fue 8 años después, en 1960, cuando empezaron a aparecer los billetes con su rostro, aunque desde entonces la figura de la reina se hizo masiva.
La disposición de que la cara del gobernante en turno debe aparecer en los billetes y monedas del país, data de hace siglos, aunque algunas ocasiones tarda en cumplirse, como fue su caso.
El objetivo es precisamente rendir tributo en vida a la reina o el rey en turno; por la misma razón, cuando fallece, deben retirarse las piezas que tienen su figura para ser sustituidas por las del nuevo soberano.
Sin embargo otras veces ni siquiera se lleva a cabo el proceso, ya que el rey dura poco en el trono, como le sucedió al tío de Isabel II, el Rey Eduardo VIII, quien estuvo solo 325 días como soberano antes de abdicar a favor del papá de la recién fallecida, convirtiéndose este en el Rey Jorge VI.
Miles de millones de libras, fuera de circulación
En los próximos dos años, según datos de The Guardian, publicados este jueves tras la muerte de la soberana, deberán sustituirse alrededor de 4 mil 500 millones de piezas en libras esterlinas, entre billetes y monedas. Se dice fácil, pero será una tarea compleja que requerirá de toda la experiencia de los especialistas.
Sin embargo, podría ajustarse el tiempo para retirar las piezas y algunas otras disposiciones, ya que la ocasión más reciente que sucedió fue hace 60 años, cuando Inglaterra y el mundo eran otros.
El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en Inglés), revisará y se pronunciará al respecto en los próximos meses, aseguraron en la publicación inglesa.
Pero no solamente en Inglaterra hay billetes y monedas con la imagen de la soberana que ayer falleció, en Nueva Zelanda las monedas de varias denominaciones tienen la efigie de la reina y en Canadá, algunas emisiones de billetes de 20 dólares también.
Esta será la primera ocasión en la era moderna en la que un país saca de circulación para sustituir por otras una cantidad tan alta de billetes y monedas sin que esté de por medio una política monetaria relacionada con alguna medida similar (modificación en la unidad de valor, por ejemplo).
HISTORIA: 1975, el año en que la Reina Isabel II pisó México por primera vez
El caso más reciente justamente fue México, entre los países en desarrollo, cuando en 1993, hace casi 30 años, inició un proceso de sustitución de moneda por la emisión del Nuevo Peso, al que se le quitó tres ceros para eliminar de la unidad monetaria los efectos de la inflación.
Más tarde, en la primera década de este siglo Zimbabue sustituyó su moneda por la hiperinflación que padecía y que devastó a su moneda, pero como vemos, en ambos casos las medidas tenían un trasfondo monetario.
Libra esterlina, una nueva era
Si bien la influencia de la casa real y sus integrantes en la economía de Inglaterra es prácticamente nula, dado que por ejemplo el país tiene uno de los bancos centrales más sólidos y de mayor prestigio en el mundo totalmente autónomo del gobierno y de la corona, la libra esterlina sí deja atrás una era.
La moneda estuvo por décadas bajo la sombra de una figura como la reina Isabel II. No es que ella dictara la política monetaria ni mucho menos, pero no dejaba de ser un garante de la estabilidad económica que Inglaterra logró tras los difíciles años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, en los que la figura de la reina fue clave por su apuesta a la estabilidad política y al respeto a la libre empresa, así como a permitir que los gobiernos formados por los 15 primeros ministros con los que convivió, se encargaran de la conducción de la economía, pero siempre con su aval.
Legendaria fue la convivencia con Margaret Thatcher, la “Dama de Hierro”, el periodo de gobierno más amplio para un primer ministro al mantenerse en el puesto por 11 años, entre 1979 y 1990, periodo en el cuál la libra vivió una de sus épocas de mayor bonanza en los mercados cambiarios globales, llegando a ser considerada la segunda divisa más importante de los mercados, solo detrás del dólar estadounidense.
No es que haya incertidumbre por la ascensión al trono de Carlos III, ningún especialista considera que el nuevo monarca haría el mínimo intento por entrometerse en tareas de gobierno, y mucho menos relacionadas con la economía o con política monetaria.
De hecho, la libra sí se encuentra en estos momentos bajo presión, igual que otras divisas en el mundo, pero las causas están directamente ligadas al contexto global, especialmente al de una inflación no vista en décadas.
Pero sin duda, queda atrás toda una era bajo la sombra de Isabel II. Fueron siete largas décadas en las que, de manera automática, al hablar de la libra llegaba a la memoria la figura de la reina más longeva en la historia de Inglaterra y del planeta, eso terminó este 8 de septiembre.
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