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Economía

Pemex, de ser la gallina de los huevos de oro a necesitar respiración artificial

30-01-2023, 6:15:00 AM Por:
© Especial

Ya era un hecho sabido, pero el presidente reconoció en público que la deuda de Pemex es el adeudo de todos los mexicanos.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se la semana pasada a la situación de la compañía petrolera nacional, Petróleos Mexicanos (Pemex).

En términos generales, hizo mención a dos aspectos que son altamente reveladores de cómo se encuentra esta que, en efecto, es la empresa pública más importante de nuestro país.

En primer lugar, dijo que la deuda de Pemex es deuda soberana, que en los hechos su gobierno le ha dado tal estatus. Lo segundo es que el apoyo de su gobierno seguirá porque Pemex es la empresa más importante del país y una de las más importantes del mundo. Vayamos por partes.

Deuda de Pemex es deuda soberana, no había más opción

En realidad, lo que hizo el presidente es reconocer lo que se evidencia a todas luces: al inicio del sexenio la deuda externa de Pemex era de 110 mil millones de dólares, estaba catalogada como la empresa petrolera más endeudada del planeta. Cuatro años después la situación de Pemex no ha cambiado sustancialmente, acudamos a la fuente oficial para demostrarlo.

Apenas el 22 de octubre de 2022, el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, explicó a la Cámara de Diputados que, al cierre de año, el saldo estimado de la deuda de Pemex ascenderá a 105 mil 452 millones de dólares.

Es decir, Pemex ha registrado en los cuatro años de este gobierno un desendeudamiento de 5 mil millones de dólares. Con este ritmo, y asumiendo que Pemex no adquiera más deuda, tardará 84 años en terminar de liquidar la enorme deuda que tiene.

En los hechos, la deuda de Pemex es deuda soberana porque el garante de Pemex, su dueño y principal accionista es el gobierno federal y, como sabemos, la Federación es la representación de todo nuestro país. Así, reconocer que la deuda de Pemex es deuda soberana no es nada novedoso, aunque la realidad no deja de ser cruda.

En realidad, los 105 mil millones de dólares de deuda de que tiene la petrolera es deuda de todos nosotros, del país. México no podría darse el lujo de dejar quebrar a la compañía, sería impensable incluso para un gobierno como el actual, cuyo supuesto enfoque es privilegiar el gasto social por sobre todas las cosas.

¿Pemex es una de las petroleras más importantes del mundo?

Sí, siempre y cuando el contexto en el que hablamos sea el de hace 20 años; en ese entonces nuestra petrolera efectivamente era una de las más importantes del planeta, llegó a estar considerada entre los sitios siete u ocho, dependiendo la fuente.

Pemex producía hace 20 años alrededor de 3.2 millones de barriles diarios de petróleo, mientras que su deuda era totalmente manejable, estructurada a largo plazo. Además, la petrolera contaba con una de las mayores reservas de petróleo del planeta.

¿Qué pasó?, ¿murió la gallina de los huevos de oro?, como alguna vez anticipó el entonces presidente Enrique Peña Nieto al referirse a la situación de deterioro que desde entonces empezaba a reflejarse en la compañía.

Hoy Pemex ya no está considerada como una de las principales empresas del planeta, no se encuentra en el top 10, y ni siquiera en el top 20 de estas empresas.

Pemex cumplirá el próximo 7 de junio 85 años (aunque serán celebrados el 18 de marzo con motivo del aniversario de la expropiación petrolera; pero su edad lo dice todo, y no porque necesariamente algo o alguien que tenga 85 años sea viejo o ineficiente. Sin embargo Pemex sí es un elefante reumático, y excesivamente endeudado.

Pemex no aparece en ningún ranking global como una de las empresas petroleras más importantes del mundo, algo que el nacionalismo oficialista se empeña en querer destacar, no es así.

La petrolera se mantiene como la más endeudada del planeta, este año producirá un promedio de 1.7 millones de barriles diarios de petróleo, prácticamente la mitad de lo que producía hace dos décadas; sin inversiones o con muy pocas, con un mercado prácticamente cerrado a la inversión extranjera, como desde antes de la reforma energética de 2013, esa reforma que se dice fue un retroceso para Pemex; lo cierto es que ni aquella ni la actual han funcionado, Pemex sigue inmerso en la ineficiencia y baja rentabilidad y lejos, muy lejos, de los primeros sitios entre las empresas petroleras más importantes del planeta.

Definitivamente no, Pemex no es una de las petroleras más importantes del mundo, es un hecho irrefutable, todo lo demás no es otra cosa más que un simple discurso.

¿Murió la gallina de los huevos de oro?

Es complicado afirmarlo, pero lo que sí podemos señalar es que, cuando menos, la gallina de los huevos de oro está en terapia intensiva desde hace mucho tiempo.

Petróleos Mexicanos registró entre julio y septiembre del año pasado pérdidas por dos mil 600 millones de dólares, luego de registrar dos trimestres consecutivos de ganancias.

El desempeño negativo de Pemex obedeció a la caída de las ventas, el incremento de los costos de las mismas, las pérdidas cambiarias por la depreciación del peso frente al dólar, así como el aumento en los pagos de impuestos, según el reporte financiero de la propia compañía.

No obstante que en el tercer trimestre se reportaron pérdidas por 52 mil 033 millones de pesos, aún están por debajo de las que se registraron en el mismo período de 2021, que fueron de 77 mil 244 millones de pesos.

Pero la historia de Pemex a lo largo del sexenio es la misma, un periodo de intensas pérdidas, una compañía que día a día profundiza su deterioro y que lo único que la mantiene de pie es, efectivamente, los miles de millones de pesos que le aporta el gobierno cada año. En los hechos, Pemex está en quiebra técnica desde hace tiempo.

En conclusión, aunque falta todavía algo de tiempo, el próximo 18 de marzo cuando se celebre un aniversario más de la Expropiación Petrolera y el nacimiento de la compañía pública más importante del país, dominará lo de siempre: el discurso, aderezado con las cifras propias y el optimismo desbordado en el sentido de que Pemex saldrá adelante porque tiene la esencia del pueblo mexicano, más una serie de cosas que siempre se aseguran.

Lo cierto es que Pemex hace mucho dejó de ser relevante en el concierto petrolero global, pero ningún gobierno de ningún color se atreverá a reconocer su quiebra.

Mientras tanto, Pemex seguirá siendo un lastre para las finanzas nacionales y los bolsillos de los mexicanos, pagando una deuda que luce impagable, costeando su ineficiencia y los errores del pasado y del presente. Pemex no es una de las empresas petroleras más importantes del mundo, hace mucho que dejó de serlo.

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