Mercado de bonos en EU vuelve a indicar riesgo de recesión
Los bonos son un auténtico termómetro económico y en estos momentos el mercado está literalmente "al rojo vivo”.
El mercado de bonos de Estados Unidos está “al rojo vivo”, refleja nuevamente la probabilidad de una recesión en la mayor economía del planeta. No es la primera vez que lo hace; de hecho, es el indicador utilizado inicialmente para sustentar los temores recesivos, pero en los dos días recientes de operación, ha retomado fuerza y los mercados empiezan a temblar nuevamente.
Para empezar, el fenómeno que los distingue desde hace al menos 5 meses no se ha terminado, pero todo indica que se profundiza en los días recientes.
El bono de corto plazo más representativo del mercado tiene un rendimiento superior al rendimiento que paga el bono de largo plazo más representativo.
Es decir, el bono de 2 años tiene una tasa de rendimiento superior al de 10 años, algo que no es normal en tiempos comunes, pero que se ha vuelto una realidad en estas épocas.
Señal de desconfianza
El 2 de marzo en los mercados de dinero de Estados Unidos, la tasa del bono de largo plazo subió a niveles de 4 por ciento, algo no visto en más de una década. El rendimiento de los bonos en el mercado sugiere que las presiones sobre el costo del dinero se profundizarán en las próximas semanas.
Igualmente, el rendimiento del bono a plazo de 2 años llegó a niveles de 5 por ciento, consolidándose con una tasa superior a la del bono de largo plazo y mandando la señal de que los mercados mantienen en su visión una eventual recesión económica.
Pero hay más, el hecho de que se inviertan los rendimientos, es decir, que se pague más por una inversión de corto plazo que por una de largo plazo, es clara señal de desconfianza.
El retorno o rendimiento se ha ‘volteado’: los inversores reciben más rentabilidad por la deuda de corto plazo que por la de largo plazo, se trata de una clara señal de desconfianza en la economía y que, en muchas ocasiones, anticipa una crisis económica, o como en este caso, una recesión.
Es un hecho que, en tiempos de estabilidad y relativa normalidad, a los inversores normalmente se les paga más por invertir su dinero durante períodos más largos.
Sin embargo, el rápido ritmo de subidas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal desde el año pasado ha desatado un torrente de volatilidad en el mercado y enturbiado las perspectivas a corto plazo de la economía.
La historia habla
Históricamente, la “alteración” de los rendimientos en los mercados de bonos han sido señales previas de una recesión. Los mercados de bonos siguen sacudiéndose y mandan señales que son imposibles de ignorar.
Salvo que algo distinto suceda, este fenómeno de “tasas invertidas” ha anunciado un periodo recesivo en Estados Unidos desde hace 50 años. En 1973 empezó a registrarse dicho fenómeno.
Esta “inversión” de la tasa refleja las expectativas del mercado sobre dónde considera que estará el mercado en los próximos meses. Las tasas de interés subirán más para controlar la inflación, y es altamente probable que se registre una recesión.
Un mundo de dinero
Lo que suceda en este mercado de bonos estadounidenses aparentemente es irrelevante para gran parte de la población mundial, suena muy lejano. Pero no debería ser así, es algo mucho más cercano de lo que muchos consideran.
El mercado de bonos estadounidenses es un auténtico “mundo de dinero”. Su valor es prácticamente similar al de la economía que los emite.
De acuerdo con las cifras oficiales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, entidad que los emite con respaldo del gobierno federal, el valor de los Bonos del Tesoro al cierre de diciembre pasado fue de 23.5 billones de dólares, mientras que la economía de Estados Unidos tiene un PIB valuado en 24 billones.
En otras palabras, si los bonos del tesoro fueran una economía por sí mismos, valdrían prácticamente lo mismo que el país más relevante del mundo en términos económicos, serían una potencia similar.
Si lo vemos desde otro punto de vista, la mayor economía del planeta tiene una deuda similar a su valor; es decir, para pagar ese enorme monto de bonos emitidos, tendría que vender al país mismo y apenas le alcanzaría para pagar dicho monto.
Pero, dejando de lado comparaciones, que pueden ser ociosas, los movimientos en este mercado, tienen mucha relevancia, dada la magnitud del monto monetario que representan.
Unos cuantos puntos en el sentido que sea, representan millones de dólares a favor o en contra para los inversionistas, millones de dólares en pérdidas o ganancias y mucho dinero en juego. Por la cantidad gigantesca de dinero que manejan, los bonos son un auténtico termómetro económico y en estos momentos el mercado está literalmente “al rojo vivo”, con movimientos que nos dicen mucho y que, nos guste o no, impactarán en el planeta entero, por más lejano que suene para la mayoría de los seres humanos.
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