¿Las remesas hacia México ya llegaron a su techo?
En los meses recientes se han observado señales de ralentización de las remesas. Además, vienen meses complicados por diversos factores.
Las remesas ya forman parte esencial de la economía mexicana. En 2023 nuestro país recibió la histórica cifra de 63 mil 613 millones de dólares, equivalente a 3.5 por ciento del PIB; es tal la importancia de las remesas hoy día que ya se consolidaron nada más y nada menos como la principal fuente de ingresos del país, superando desde hace tiempo a los ingresos por turismo, los relativos a la Inversión Extranjera Directa (IED) y ya muy por arriba de los ingresos petroleros, mismos que alguna vez fueron nuestra principal fuente de ingresos de divisas.
Y si las remesas son relevantes para la economía nacional, hay algunas entidades en las que estos ingresos son vitales y explican el desempeño de la economía estatal y de millones de familias. Por ejemplo, en estados como Zacatecas y Durango, las remesas llegan a representar año con año hasta el 10 por ciento del PIB, mientras que en otros estados están muy cerca, como es el caso de Guanajuato o Oaxaca, según un análisis reciente elaborado por BBVA sobre el tema.
Remesas no bajarán dramáticamente, pero podrían estancarse
De acuerdo con algunos análisis aledaños al realizado por BBVA. Las remesas muestran en los meses recientes algunos signos de ralentización y la tendencia podría no ser de corto plazo o coyuntural, pero todo depende según la óptica con la que se mire.
En febrero pasado ingresaron al país 4,510 millones de dólares en remesas familiares. Esto representa un incremento de 3.7 por ciento respecto al mismo mes del año previo, con lo que se logra una racha sin precedentes de 46 meses al alza en su tasa de crecimiento. Sin embargo, hay algunas señales que muestran desaceleración en el ritmo de ingresos de esta importante fuente de divisas.
Antes de abordar el tema es importante señalar que, a partir de la pandemia, el flujo de remesas a México promediaba fuertes crecimientos, con niveles de doble dígito.
Por ejemplo, BBVA señala que entre mayo y diciembre de 2020 las remesas al país se incrementaron en promedio 11.4 por ciento a tasa anual, debido en parte a los paquetes de estímulos fiscales y de transferencias directas a los hogares en Estados Unidos, lo que incluyó a alrededor de 7 millones de migrantes mexicanos con ciudadanía o residencia permanente en ese país.
Para el año 2021, las remesas tuvieron su mejor desempeño de los últimos 15 años, al crecer 25.9 por ciento, debido en gran parte a la rápida recuperación de la economía estadounidense que llevó a una “escasez relativa” de la mano de obra nativa que fue cubierta por trabajadores migrantes tanto documentados como indocumentados, explica BBVA.
Pero dicha condición impulsó el flujo migratorio de migrantes mexicanos en ese año y en otros periodos subsecuentes, lo cual contribuyó para que en 2022 las remesas a México aumentaran 12.1 por ciento, mientras que entre enero y octubre de 2023 crecieran en promedio 8.9 por ciento.
Sin embargo, entre noviembre de 2023 y febrero de 2024, las remesas tuvieron muy bajos incrementos, inclusive con el riesgo de romper la actual racha de aumentos.
En noviembre de 2023 se tuvo un aumento de 1.2 por ciento, para el mes de diciembre fue de 2.2 por ciento, durante el primer mes de 2024 se incrementaron en 3.1 por ciento y el último dato, que corresponde al mes de febrero, fue de 3.7 por ciento. Así, en estos últimos 4 meses las remesas a México han promediado aumentos de 2.6 por ciento a tasa anual.
En entrevista radiofónica, Carlos Serrano, director de análisis económico de BBVA, señaló que el hecho de que la migración de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos se mantenga permitirá que no caiga el flujo de remesas hacia el país, aunque en su análisis el banco deja sobre la mesa la pregunta: ¿Hacia dónde se dirigirán las remesas ante esta evidente desaceleración de los flujos?
Otros análisis tampoco consideran que se revertirán los flujos hacia el país, al menos no lo harán de forma importante como para que dejen de ser en el corto plazo nuestra principal fuente de ingresos de divisas. Sin embargo, sí ponen sobre la mesa algunos factores que desde su punto de vista pueden contribuir a que la tendencia alcista se haya detenido, es decir que los flujos hayan llegado a su techo, además de que en algún momento podría registrarse un ligero retroceso, especialmente en los meses siguientes por las siguientes causas.
Factores que pondrían un techo a las remesas
1) La desaceleración de la economía estadounidense, tarde o temprano, se reflejará en el mercado laboral, esto se ha mencionado en innumerables ocasiones y no ha sucedido. Pero la maquinaria no puede sobrecalentarse eternamente. Las cifras recientes de creación de empleos hablan de una economía que sigue sólida y a toda máquina, la Fed está muy a la expectativa y algo debe hacer para reducir el ritmo económico y enfilar a la inflación hacia su objetivo de 2 por ciento anual, antes de que los mercados se lo empiecen a cobrar.
2) El contexto geopolítico es delicado todavía. Hasta ahora Estados Unidos se ha visto beneficiado en su economía, incluso el Nearshoring también ha llegado con tus factores positivos a dicha nación, En este contexto hay un factor que vuelve a Estados Unidos muy vulnerable, su abultado déficit, el tema cobra cada vez más fuerza, ocupará en la elección presidencial un lugar relevante y se espera que con el paso de los meses pudieran tomarse algunas medidas que impacten en el empleo, una de ellas es reducir el monto de las transferencias a los hogares a tres años de la reapertura económica tras la pandemia, lo que podría reducir las oportunidades laborales en la economía estadounidense.
3) El factor Trump: hasta ahora no hay encuestas muy sólidas, pero nadie duda que el expresidente Trump será un rival muy complicado para el actual mandatario Biden, quien ya está considerado como demasiado grande de edad para una responsabilidad como la que tiene ahora.
El problema es que Trump es un personaje muy volátil y se teme que regrese con más fuerza y agresividad en su proteccionismo económico, cerrando las puertas a la migración y complicando todo para quienes laboran en ese país, especialmente para los indocumentados. La elección se llevará a cabo en noviembre y se espera que los meses previos sea de mucha cautela en la contratación de trabajadores migrantes.
Como señalamos líneas arriba, el escenario manejado hasta ahora por los analistas no habla de un deterioro en el ingreso por remesas, pero sí advierten algunos expertos que podría registrarse una ralentización de los ingresos y que podría ya observarse un techo en esta racha alcista. Factor que se sumará al deterioro cambiario de los ingresos que reciben los familiares de los migrantes acá en México. BBVA calcula que el año pasado se perdió alrededor de 8.8 por ciento del poder adquisitivo de las remesas por la extrema apreciación del peso.
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