La “guerra de los chips” entre EU y China empieza a preocupar al mundo
El hecho de que los protagonistas sean las dos potencias globales de nuestros tiempos, es factor de incertidumbre.
La “guerra de los chips” crece cada vez más, no es por el momento y en apariencia un factor de riesgo para la economía global, pero puede llegar a serlo debido a que este choque está protagonizado por las dos grandes potencias económicas de los tiempos actuales.
Hace poco, los fabricantes de semiconductores en Corea del Sur externaron su preocupación al señalar que el conflicto que sostienen Estados Unidos y China en múltiples frentes tecnológicos es una “guerra total” con una virulencia extraordinariamente intensa en el ámbito de la industria de los chips, señalaron que las consecuencias pueden ser de grandes proporciones.
¿Qué es la guerra de los chips?
Es un fenómeno relativamente reciente que, además de involucrar a las dos grandes potencias de nuestros tiempos, incluye efectos sobre los mercados tecnológicos, financieros, logísticos y varios más.
De hecho, la economía global podría estar en riesgo.
Estados Unidos y China están involucrados desde hace meses en una lucha global por el dominio en la industria de los semiconductores.
Ambas naciones reconocen la importancia de los chips de semiconductores en la innovación y la seguridad nacional, también están invirtiendo para aumentar su producción nacional y priorizan sus estrategias comerciales a favor de sus industrias locales, incluyendo la militar.
Como sabemos, los chips son esenciales para la innovación tecnológica y la seguridad nacional, dado que potencian las comunicaciones militares y los sistemas de guía de misiles.
Asimismo, estos chips, microchips, semiconductores y demás, son los pequeños componentes electrónicos de los dispositivos digitales populares como smartphones, computadoras, automóviles y aviones, por mencionar algunos.
Los chips son entonces esenciales en la vida moderna y sus fabricantes se han vuelto empresas más que estratégicas, incluso de seguridad nacional.
Estas empresas son de origen preponderantemente asiático, China y Corea del Sur son los principales países fabricantes (considerando a Taiwán como parte de China), junto con Estados Unidos, líder occidental indiscutible.
Aunque Estados Unidos y China han sido competidores durante mucho tiempo en la industria de los semiconductores, las tensiones entre ambas naciones se han intensificado en los últimos años.
Los dos países buscan reducir su dependencia mutua y establecerse de como el actor dominante en la industria, así nace la “guerra de los chips”.
Pero las acciones de agresión escalan cada vez más.
Estados Unidos en campaña
Recientemente, se supo que el Departamento de Comercio de Estados Unidos estudia prohibir la venta de chips a China, tan pronto como a principios de julio, según adelantó el The Wall Street Journal.
En concreto, el Departamento de Comercio quiere privar a su rival de los semiconductores para inteligencia artificial (IA), según la fuente.
Las medidas contra China no son recientes. En octubre se decidió que las firmas nacionales que quisieran exportar a China deberían obtener una autorización.
De esta forma, la administración prohibía los envíos de chips más vanguardistas, pero permitía comercializar varios modelos, sin requerir de un permiso.
Sin embargo, el último planteamiento es extender esa restricción a más procesadores, especialmente a los destinados a entrenar modelos de IA.
Nvidia y AMD son dos de los fabricantes estadounidenses líderes en los chips para entrenar modelos de IA. Aproximadamente el 22% de los ingresos de Nvidia proceden de China, según sus últimos resultados trimestrales.
De este modo, la nueva medida no solo afectará a Pekín, sino al negocio de ambos lados.
Pero los efectos irán más allá, cientos o miles de proveedores alrededor de los “tiburones”, los mercados logísticos, los mercados financieros, los de consumo por supuesto, todo un impacto global si esta “guerra de chips” se recrudece tal como los indicios lo señalan.
China reacciona
El Gobierno de Estados Unidos hace todo lo posible para impedir que las máquinas que intervienen en la fabricación de circuitos integrados de vanguardia caigan en las manos de China.
Por ello las presiones son intensas para las compañías japonesas Tokyo Electron, Nikon y Canon, así como algunas empresas surcoreanas, alemanas y estadounidenses, también implicadas en este conflicto.
Pero, los expertos saben que cuanta más presión se ejerce sobre China, mayor será la probabilidad de que doble sus esfuerzos para desarrollar sus propias máquinas de litografía, esenciales para la fabricación de chips.
Para nadie es un secreto la realidad de que China está impulsando su industria de los semiconductores, aunque todavía tiene que superar desafíos técnicos muy importantes para emanciparse totalmente de las potencias extranjeras.
Mientras eso pasa, la “guerra de chips” sube de intensidad y la economía global está en medio.
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