La caída en ventas de autos es más profunda de lo que se piensa
Todavía lejos de la gran caída registrada hace una década con la crisis subprime, pero el bache en las ventas de autos tiene riesgos potenciales
La desaceleración en las ventas de automóviles en el mercado mexicano muestra una tendencia más negativa de lo que parece; el sector ha caído en un bache que ya le “ponchó” algunos neumáticos y amenaza con seguir impactando en su carrocería comercial.
Durante el pasado mes de octubre se vendieron un total de 107 mil 94 automóviles, lo que representó una disminución de 8.92 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, ligando con ello 9 meses de retrocesos. Todavía estamos lejos de la crisis más profunda registrada en este siglo por el mercado automotriz nacional, misma que se reportó entre agosto de 2008 y hasta febrero de 2010 cuando la industria ligó 19 periodos mensuales de retrocesos en ventas.
Después de ese escollo, la industria automotriz mexicana se reinventó, las ventas se reactivaron paulatinamente al grado de que batieron récords especialmente en los años 2015 y 2016; pero ese es justamente el factor de preocupación, las leyes de la física dicen que no es lo mismo caerse de un segundo piso que de un octavo nivel. Si la industria automotriz mexicana no encuentra remedio para su mal, los problemas podrían profundizarse y se enfrentaría a una larguísima recesión, especialmente porque es un sector atado por completo al ciclo económico y, en este sentido, las previsiones recientemente difundidas no son nada favorables para el desempeño del país con un PIB para 2020, que ya empieza a ubicarse por debajo del 2 por ciento cuando faltan dos meses para que empiece dicho año.
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La caída es más fuerte desde sus picos
La caída de las ventas de automóviles resulta más fuerte si se calcula desde su punto más elevado; para los ortodoxos no es una medida válida, ya que por lo general no son los mismos meses de comparación, pero como señalamos anteriormente, es una cifra relevante ya que se impuso cuando el mercado automotriz retomó potencia después de la debacle provocada por la crisis subprime en Estados Unidos.
Así, en diciembre de 2016 las compañías automotrices vendieron en México la histórica cantidad de 192 mil 741 unidades, una cifra jamás vista antes y hasta la actualidad. Comparadas con este dato, en octubre pasado se observó una caída de 44.43 por ciento, significa que las ventas de automóviles en México casi se han caído a la mitad de su cúspide vigente, es decir de su máximo histórico; lo preocupante es que apenas vamos a la mitad de un ciclo que podría extenderse varios meses más. Ojalá no llegue a los 19 meses de retrocesos reportados hace una década. Por cierto, en aquella crisis, las ventas de automóviles nuevos cayeron en su peor momento poco más de 63 por ciento frente al nivel máximo de entonces, alcanzado en diciembre de 2006 con 140 mil 375 unidades.
El dato que más preocupa
A partir de junio de 2017 se observa una trayectoria decreciente mes con mes, tanto que si no fuera por las cifras registradas en enero de este año, ya tendríamos una racha negativa mayor a la registrada en la gran crisis financiera global de hace una década.
En agosto de 2017 las ventas de automóviles nuevos cayeron 5.31 por ciento con respecto al mismo periodo del año previo (para guardar la coherencia y los efectos estacionales, los cálculos se hacen respecto al mismo mes del año anterior); a partir de entonces se ligaron también 19 meses de descensos consecutivos hasta que llegó el mes de enero de 2019 cuando las ventas subieron 1.82 por ciento al pasar de 109 mil 433 un año antes a 111 mil 498 autos nuevos vendidos en el periodo señalado.
La tendencia negativa se ha retomado; si elimináramos enero de este año por un momento, tenemos ya 28 meses con descensos CASI consecutivos, un accidente se cruzó en el camino y ha evitado que la cifra suene tan dramática, pero la tendencia es plenamente negativa. El mercado automotriz mexicano ha retomado una trayectoria bajista casi de inmediato, enero de 2019 no nos dice nada sobre un cambio de ruta sino confirma lo que pasa.
En conclusión: las ventas de automóviles en México tienen un desempeño negativo que inició antes de este 2019; estamos frente a un ciclo bajista que empieza a preocupar por la relevancia del sector en la economía mexicana. Un punto quizás de esperanza es el hecho de que las ventas mensuales mantienen hasta el momento la “cuota” de más de 100 mil unidades, vienen meses en los que supuestamente el poder adquisitivo permite incrementar las ventas entre la población, pero luego llegarán momentos muy difíciles, la cuesta de inicio de año, las compañías automotrices tendrán que reinventarse nuevamente para sacar adelante el negocio y terminar a la brevedad con esta racha negativa que no es más que el fiel reflejo de la economía nacional.
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