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Economía

¿El dinero sí da la felicidad? Para los mexicanos no es lo más importante

06-10-2022, 6:10:00 AM Por:
© Especial

Las naciones menos desiguales tienen ciudadanos más satisfechos; sin embargo, México muestra niveles de felicidad no acordes con su nivel de ingresos.

El dinero no es la vida. Es tan solo vanidad”,

Luiz Alcaraz, extrato de canción Quinto patio”.

El reporte Credit Suisse Global Wealth Databook 2021, elaborado y publicado recientemente por la institución bancaria y la World Happiness Report, deja claro que, si bien el dinero no es lo más importante en la vida, sí es un factor que de alguna manera aporta a una vida más feliz para muchos ciudadanos.

Dicho reporte señala que los seres humanos no solo nos contentamos con medir nuestra propia felicidad, sino también compararla en relación con las personas que nos rodean, e incluso con otras personas en todo el mundo.

De acuerdo con los especialistas, los factores que contribuyen a la felicidad son tan subjetivos y específicos como los miles de millones de humanos a los que influyen, pero hay algunos que son casi generales: Familia, Amor y Riqueza. Los dos primeros de ellos son difíciles de medir, pero el último se puede analizar basándose en datos.

El reporte tomó en consideración los datos de 146 países, México incluido, para determinar la correlación que existe en todas ellas entre el dinero y la felicidad.

En términos generales, los países más pobres del mundo tienen los puntajes de felicidad más bajos y los más ricos informan que son los más felices. Sin embargo, también hay matices y valores atípicos que vale la pena señalar.

Idiosincracia también juega

Por ejemplo, en América Latina, las personas autoinforman más felicidad de lo que se supone o deberían aportar con base en la correlación entre riqueza y la felicidad. Es decir, los latinoamericanos quizás demos un valor más bajo a la correlación entre felicidad y dinero, sin que ello signifique que no es importante. La idiosincracia latinoamericana le otorga más valor a otros conceptos como la familia o el trabajo, por lo tanto, en este caso la correlación entre dinero y felicidad tiene un sesgo mayor. Para los latinoamericanos la correlación entre dinero y felicidad es menor respecto a otras regiones, pero sin duda también existe.

Por otro lado, muchas naciones en el Medio Oriente reportan un poco menos de felicidad de lo que predecirían los niveles de riqueza. Eso supone de alguna manera cierto nivel de insatisfacción con los niveles de ingresos en esa región, pese a que es uno de los más altos del mundo.

En este caso, nuevamente entra en juego la idiosincracia y la cultura laboral, que hace que los asiáticos sean más exigentes en sus niveles de ingreso como determinante de su felicidad.

La coyuntura, otro factor

Desde luego, otros factores también impactan en la correlación entre dinero y felicidad; un escenario de bonanza económica combinado con estabilidad política y social aporta a que dicha correlación sea más evidente, mientras que un entorno de inestabilidad tiene qué ver con menor sentimiento hacia dicha correlación.

En el reporte señalan ejemplos concretos: La agitación política, la crisis económica y la devastadora explosión en Beirut han resultado en que el Líbano tenga una puntuación mucho peor de lo esperado. Durante la última década, el puntaje del país ha caído casi dos puntos completos.

Por su parte, Hong Kong ha visto hundirse su puntaje de felicidad durante años. La desigualdad, las protestas, la inestabilidad y ahora los rebrotes de COVID-19 han colocado a la región en una zona inusual en el gráfico, en donde casi siempre ha destacado por uno de los primeros sitios en la correlación.

También hay evidencia económica

El reporte trata de justificar la correlación entre dinero y felicidad; el coeficiente de Gini es una herramienta que permite medir en cierta forma esta correlación. La herramienta analiza la distribución de ingresos en una población y aplica una puntuación a esa población. De este modo, una puntuación de 0 sería “igualdad perfecta” y 1 sería “desigualdad perfecta” (es decir, un individuo o grupo de beneficiarios recibe toda la distribución del ingreso). Si bien no hay una conclusión irrefutable que se pueda derivar de este conjunto de datos, hay observaciones generales que vale la pena destacar.

Una de las grandes conclusiones consiste en que los países con menor desigualdad de ingresos tienden a reportar también más felicidad; así, los 15 países de la lista elaborado y consignada en el reporte, que tienen datos con la mayor desigualdad, tienen un puntaje promedio de felicidad más bajo que los 15 países con la desigualdad más baja. En este caso nuevamente entra en juego la idiosincracia; por ejemplo, a pesar de la alta desigualdad de ingresos, muchos países latinoamericanos reportan niveles de felicidad similares a los de varias de las naciones europeas mucho más ricas.

México, digno representante de Latinoamérica

México es digno representante de los países latinoamericanos; de hecho, el lugar que ocupa en la lista es medianamente destacado, considerando que son datos de 146 naciones y nuestro país están en el sitio 49 de la correlación entre dinero y felicidad, con una riqueza media por adulto de 13,752 dólares anuales, tiene una calificación de 6.1 puntos.

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Sin embargo, nuestro país está muy lejos de los primeros sitios, ocupados por Finlandia como la nación con la mejor correlación con una calificación de 7.8 y una riqueza media por adulto de 73 mil 775 dólares. seguida de Dinamarca con 7.6 a pesar de que tiene una riqueza media por adulto superior con 165 mil 622 dólares, e Islandia en el tercer sitio también con 7.6 puntos y una riqueza todavía mayor, de 231 mil 262 dólares, aunque es un país en extremo pequeño y con apenas 400 mil habitantes.

En la lista de los países con la peor correlación están el Líbano, con una riqueza media por adulto de 18,159 dólares y una calificación de 3.0, seguido de Sudán con una calificación de 2.9 y riqueza media de 2,677 dólares por adulto, mientras que el último sitio es para Afganistán, con apenas 734 dólares de riqueza media y una calificación de 2.4 puntos.

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